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REPUDIO FRENTE AL INMINENTE CIERRE DE LA ANDIS
Este gobierno cierra el año mostrando, una vez más, su desprecio por los derechos conquistados por las personas con discapacidad. Hoy anuncian con total impunidad el cierre de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), un organismo que costó décadas de lucha, organización, vidas y conquistas colectivas.
Pretenden esconderlo bajo la excusa de “reordenamiento”, transfiriéndonos a una Secretaría de Salud que nada tiene que ver con la autonomía, los derechos sociales, laborales y educativos que supimos construir. No nos engañan: es un intento de borrarnos del mapa, reducirnos a un formulario, a una receta, a un trámite frío que desconoce nuestra dignidad.
Desde la central de trabajadoras y trabajadores de la Argentina, todos los sindicatos, gremios, todas las organizaciones que la componemos, las organizaciones adherentes y amigas que estamos entrelazados por y para las personas con discapacidad, repudiamos profundamente esta decisión que golpea a millones de familias que aún esperan la devolución de sus pensiones, a trabajadores precarizados, prestadores monotributistas que ya no saben cómo sostener sus servicios, y sobre todo a las personas con discapacidad que hoy sienten que el Estado les da la espalda y les dice que sus vidas no valen nada.
Desde esta Secretaría Nacional de Discapacidad, los departamentos de discapacidad de cada distrito y provincia; desde cada territorio, desde cada familia que lucha, desde cada militante que bajo el sol, con calor o sin poder salir de casa, sigue resistiendo: Decimos BASTA.
Basta de ajuste sobre los cuerpos más vulnerados.
Basta de desmontar políticas que garantizan derechos humanos básicos.
Basta de tratar a las personas con discapacidad como una carga y no como ciudadanxs plenos.
Este repudio nace desde la bronca, sí, pero también desde la convicción profunda de que no van a poder borrar nuestra historia, nuestras conquistas ni nuestra organización.
Cada golpe que nos dan hace más fuerte nuestra decisión de seguir luchando.
Cada intento de silenciarnos nos multiplica.
Seguimos de pie.
Seguimos organizadxs.
Seguimos en la calle, con el cuerpo o con la palabra, con el bombo, el bastón, la silla de ruedas, la mirada o la voz.
Y aunque hoy el calor nos frene físicamente, nuestro repudio suena como una sirena que no se apaga.
Porque la discapacidad no se toca.
Porque la ANDIS no se cierra.
Porque los derechos no se venden: ¡se defienden!
Remigia Cáceres
Secretaria Nacional de Discapacidad CTA-T
