En este artículo el secretario general de la CTA Hugo Yasky muestra cómo, desde algunos sectores, se busca banalizar el contenido de una ley que, de aprobarse, permitiría regalar los recursos estratégicos de nuestro país durante 30 años sin poner ninguna condición a las empresas beneficiadas.
"Como que cierto es que eso anhelan con gran sed. Se les ensancha el cuerpo por eso, tienen hambre furiosa de eso. Como unos puercos hambrientos ansían el oro"
Citado por Eduardo Galeano en “Las venas abiertas de América Latina"
No es difícil hacerlo en el contexto de una sociedad castigada por las penurias económicas que ve los debates parlamentarios como algo ajeno a su vida cotidiana. Para vaciar de todo contenido ese debate se construyen lugares comunes que confunden en lugar de aclarar sobre qué se está discutiendo. A esto contribuyen muchos medios de comunicación, el gobierno, y también sectores de la oposición que funcionan como un oficialismo de segunda marca. Dicen: “En seis meses el congreso no le dio ninguna ley”. Sin explicar qué es lo que se pide ni para qué se lo necesita. De esta forma se borra por completo el contenido de la política a implementar por parte del gobierno nacional y se reduce todo a una inclinación caprichosa a favor o en contra de un presidente recién asumido. No importa qué se vota. Como si fuera lo mismo delegar facultades para comprar respiradores en medio de una pandemia que hacerlo para disolver más de 70 organismos públicos sin control del Congreso. Esos argumentos débiles tienen el objetivo de banalizar el saqueo.
Salgamos de este pantano y encaremos la pregunta de qué es lo que pide el gobierno a los diputados y senadores.
RIGI para hoy, miseria para mañana
El capítulo más nocivo para el desarrollo futuro de la economía argentina es sin duda el que plantea el régimen de incentivo para grandes inversiones. En su concepción no se trata de algo novedoso, pero sí en sus alcances, inéditos. Consiste en la creación de una economía de enclave por la cual las empresas extranjeras se convierten en dueñas absolutas de los recursos de un país sin dejarle nada a cambio. Tranquilamente podría formar parte del libro publicado en 1971 del cual extrajimos el epígrafe que encabeza esta nota: Las venas abiertas de América latina de Eduardo Galeano.
En todo caso la única novedad puede ser la indolencia con la que se acomete esta tarea que en otros países sólo se logra a través de sangrientas guerras y acciones colonialistas y aquí parece ser ofrecido voluntariamente por un ministro desesperado por dólares, un presidente cegado por el odio de una ideología delirante y un congreso sometido a los intereses del poder económico.
Parafraseando la cita de Galeano se podría escribir: como unos puercos hambrientos ansían los dólares.
A cambio de esas divisas que asegurarían dos o tres años de estabilidad se entregan los recursos energéticos, hidrocarburíferos y mineros sin exigir ni una cuota de proveedores locales, ni un esquema de transferencia tecnológica, ni desarrollo de la cadena de valor de nuestro país, ni contratación de mano de obra, ni obligaciones de compre nacional. Al mismo tiempo se los exime de impuestos, se les aseguran los dólares que necesiten para importar, no se les cobran aranceles, ni retenciones a las exportaciones. Si en las primeras etapas de la expoliación colonial que vaciaron las entrañas del cerro de Potosí se habló de la fiebre del oro y la fiebre de la plata, hoy se podría titular fiebre del litio y de los hidrocarburos al régimen de inversión que otorga estabilidad aduanera tributaria y cambiaria por 30 años en los cuales solo se liquidarán divisas los dos primeros años. A partir del tercer año se eliminarán los derechos de exportación. Por si fuera poco, estas “inversiones” pueden tratarse de “adquisiciones” de empresas existentes, que no tienen ninguno de todos esos beneficios. Se les habilita importar maquinaria “usada”, y se les da prioridad para el uso de recursos escasos, como el agua, respecto de otras empresas existentes.
Provincias y municipios quedarán atadas de manos para imponer o modificar cualquier tributo sobre estos proyectos. Se insta a la justicia federal a “defender” estas inversiones por sobre la justicia provincial y se da como garantía última la intervención de tribunales internacionales como el CIADI. Nos estamos garantizando la entrega del país o vérnosla con infinidad de Juicios con el CIADI y sus amigos los fondos buitres.
El pacto Roca Runciman y toda la década infame parecen un acto de reafirmación soberana al lado del RIGI de Milei y Caputo.
Reforma laboral: veo el futuro repetir el pasado
El capítulo dedicado al trabajo de esta ley tiene el firme propósito de terminar con el fraude laboral... Legalizándolo.
La letra del proyecto es clara. Amplía el periodo de prueba a un año. Incentiva la tercerización. Promueve la evasión de aportes a la seguridad social. Avala el despido discriminatorio. Bajo la falsa idea de que, al facilitar el despido se incentiva la creación de empleo, esta reforma redactada por los estudios jurídicos de las grandes patronales se dirige impetuosa hacia el pasado.
Por supuesto que es necesaria una reforma de las relaciones laborales, pero para promover los derechos del siglo XXI, no las penurias del XIX. Los que se llenan la boca hablando de cambios en la legislación del trabajo se niegan sistemáticamente a tratar las decenas de proyectos de ley para actualizar leyes laborales. En la comisión de trabajo de la Cámara de diputados hay más de 30 iniciativas sobre cómo incorporar los derechos de quienes trabajan en economía de plataforma, sobre el reconocimiento del trabajo en prácticas del cuidado, la participación de los trabajadores en la prevención de la salud laboral, la reducción de la jornada laboral, entre muchos otros temas que se encuentran paralizados por los que solo conciben como supuesta modernización la precarización de la vida de las personas que trabajan. En lugar de debatir cómo incorporar regulaciones a la Inteligencia Artificial y sus efectos en la producción y el trabajo como están haciendo los países más desarrollados, se repiten los mantras flexibilizadores que se aplicaron hace más de tres décadas con resultados que llevaron el desempleo al récord histórico del 25 por ciento.
Qué es el RIGI, el capítulo de la Ley Bases que busca atraer grandes inversiones
Paquete fiscal: impuesto al pobre y paraíso fiscal
El paquete fiscal del gobierno se trata de una serie de modificaciones impositivas que, lejos de tener un fin fiscalista que implicaría recaudar más, o, por el contrario, un fin desregulador para disminuir la presión impositiva, sólo busca cambiar la composición de los ingresos tributarios de la forma más regresiva posible: disminuir impuestos al patrimonio de los sectores de más altos ingresos y aumentar los de aquellos que viven del trabajo.
A la vez, premia a los evasores y convierte a la Argentina en un paraíso fiscal. El blanqueo define tasa cero, o sea, es gratis, para montos de hasta 100.000 dólares incluso sin repatriación. Si el capital se repatria y se deposita en el sistema local hasta diciembre de 2025, la alícuota es del 0 por ciento sin tope de capital. Además, incluye como beneficiarios a no residentes sin declaración de origen de fondos, lo cual es una invitación lisa y llana al lavado de dinero del narcotráfico.
Se trata de un formidable premio para la evasión y fuga de capitales que es el verdadero factor de erosión de nuestra economía, tanto desde el punto de vista fiscal como de restricción externa.
Todo lo que deba ser estatal pasará a manos privadas
Otra discusión que se intenta dar de manera abstracta es sobre las facultades delegadas. ¿Qué se faculta? ¿Para qué? Se le dan facultades a un Presidente que afirma que el Estado es una “organización criminal” para disolver organismos públicos como el Banco Nacional de Datos Genéticos, Hospital Posadas, Fondo Nacional de la Artes, Instituto Nacional del Cine, Servicio Meteorológico Nacional, o la Superintendencia de Servicios de Salud; para desmantelar otros como el CONICET, la CONEAU, la Comisión Nacional de Energía Atómica, Comisión Nacional de Actividades Espaciales, el Instituto Malbrán, el INCUCAI, el INTA. También se lo habilita a eliminar fondos fiduciarios que sostienen programas como el Procrear, las becas Progresar, los fondos de emergencia para los incendios forestales, Fondo Fiduciario de Infraestructura del Transporte, el Fondo de Garantías Argentino que sirve al financiamiento de Pymes, el Fondo de Integración Socio Urbana que garantiza obras en barrios populares.
En términos de entrega del patrimonio nacional aparecen decididos a privatizar empresas públicas estratégicas que, en muchos casos son además superavitarias. Por otra parte, no hay que pasar por alto el negocio inmobiliario detrás de las privatizaciones de algunas empresas propietarias de importantes terrenos como es el caso de Tandanor o Fabricaciones Militares.
Veamos algunos ejemplos. Aerolíneas Argentinas, además de las funciones de conectividad federal para las economías regionales y el turismo, cuenta con una flota de más de 80 aviones de una antigüedad promedio menor a los 10 años. Antes de la privatización de los años 90 tenía 30 aviones, para pasar a tener sólo 1 luego de la administración de Iberia y el Grupo Marsans. Ahora que fue capitalizada durante la administración del Estado, ¿va a ser entregada a manos privadas para que nuevamente sea vaciada?
El Correo Argentino, que se encuentra entre el listado de los “concesionables”, ¿se lo volverán a entregar al Grupo Macri que ya tuvo la concesión hasta el año 2003 y estafó al Estado Argentino por 300 millones de dólares más intereses? Vale recordar que durante su Gobierno, Mauricio Macri se “autocondonó” la deuda, acción que le valió la imputación en una Causa Judicial. ¿O le entregarán acaso la mayor red logística del país a Marcos Galperín, el “planero vip” que aún recibe “ayuda” del Estado por 100 millones de dólares al año siendo la empresa más grande del país?
Muchas de estas empresas ya pasaron por manos privadas, fueron vaciadas para luego ser recuperadas por el Estado y puestas en funcionamiento y en valor. ¿Nuevamente las vamos a entregar sólo alimentar el flujo de caja en dólares del Messi de las finanzas que no consiguió un solo crédito y cuyo único recurso es rematar el país?
El oro azteca y la plata incaica son los recursos naturales que hoy Milei y Caputo rematan a cambio de una estabilidad incierta sostenida en el mecanismo de la fuga de divisas que imposibilita el desarrollo sustentable de nuestro país desde 1975. Esto es lo que se debate bajo los argumentos fútiles de darle el gusto o hacerle el favor al presidente.