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Una multitud en Plaza de Mayo condenó el golpe en Bolivia y pidió el retorno de Evo

, por CTA Comunica

Más de 100 organizaciones políticas, sindicales, sociales, de derechos humanos, culturales y de la comunidad boliviana en Argentina realizaron un festival artístico en Plaza de Mayo en repudio al golpe en el Estado Plurinacional de Bolivia, contra el racismo, el fascismo y en defensa de la democracia, la igualdad y la paz en Latinoamérica.

“¡Viva el Estado Plurinacional de Bolivia!”, gritó desde el escenario la cantautora Teresa Parodi quien interpretó “Nunca más” en cuyo estribillo dice “Aprender la lección de la historia debe ser no perder la memoria”. Siguió con “Canta compañero”, “no te quedes sin el fuego. Vamos, canta compañero, no dejes de cantar”, alentó a la multitud. Luego, musicalizaron la jornada grupos bolivianos y andinos locales que tocaron y cantaron “Cinco siglos resistiendo”, entre otras canciones.

Con la guitarra en la mano, Guillermo Fernández pidió “fuera los invasores de la tierra latinoamericana” y cantó “Desencuentro”. A continuación, referentes de ‘Pueblos originarios del mundo contra el golpe de Estado en Bolivia’ dirigieron unas palabras a los presentes. “Todos somos sangre aymara, quechua, guaraní, amazónica y todas las etnias aplastadas durante el genocidio y el etnocidio mayor en la historia del mundo. ¡Abajo el golpe de Estado. Abajo Camacho. Abajo Mesa! ¡Evo, hermano, el pueblo está contigo!”.

El presidente Evo Morales Ayma envió un mensaje desde México que fue proyectado en una pantalla detrás del escenario. “El pueblo movilizado para acabar con la dictadura, el pueblo movilizado para acabar con el golpe de Estado y su participación tan unida, organizada, como siempre, nos alienta bastante. Me duele mucho que a mis hermanos los estén matando, duele mucho tantos detenidos, duele mucho el equipamiento que hicimos a las fuerzas armadas; ahora ese equipo es usado contra el pueblo boliviano”.

“Por eso desde acá expresar nuevamente toda nuestra admiración por esa gran movilización en defensa de la vida, en defensa de la democracia y fundamentalmente en defensa de la Patria Grande”, cerró Evo. Algunas personas tenían expresión de tristeza y lágrimas en los ojos. Agitando las banderas rojas, amarillas y verdes junto con las wiphalas alentaban al líder del MAS: “¡Evo no estás solo, carajo!” y “¡El pueblo unido jamás será vencido!”.

Luego, el secretario de Comunicación de la CTA de los Trabajadores, Carlos Girotti, anunció la lectura de la declaración conjunta de las organizaciones convocadas contra el golpe, que se conformaron en un Comité de Solidaridad con Bolivia.

El ballet de danzas Amerindia desplegó su baile y los colores de una gran wiphala en el escenario. Luego, se entonaron las estrofas del Himno Nacional de Bolivia que las mujeres de polleras y el público presente entonó con una mano en el corazón y un puño en alto. “Morir antes que esclavos vivir”, dice un fragmento. Bajo una copiosa lluvia cerró el festival Malena D’Alessio. Arbolito, que estaba anunciado, no pudo tocar debido al fuerte aguacero.

Compartimos a continuación el documento del Comité de Solidaridad con Bolivia, contra el golpe, el fascismo y el racismo, y por la democracia, la igualdad y la paz en nuestro continente.

CONTRA EL GOLPE FASCISTA EN BOLIVIA

Por la democracia, la igualdad y la paz en América Latina

La tarde del domingo 10 de noviembre se consumó un golpe cívico-militar en el Estado Plurinacional de Bolivia, luego de que la comandancia de las Fuerzas Armadas, “sugiriera” al presidente Evo Morales Ayma que renunciara a su mandato constitucional como única alternativa para garantizar la paz, la vida y la integridad física de la población. Los militares pusieron al presidente electo ante un dilema extorsivo inaceptable: su renuncia sólo puede ser entendida como una ruptura del orden constitucional, un golpe de Estado, mientras Carlos de Mesa y Luis Fernando Camacho se disputaban el liderazgo del mismo.

En efecto, la consumación del golpe se perpetró con la actuación de bandas civiles, parapoliciales y policiales que se comportaron con la lógica de “territorio liberado” y amedrentaron a la población en general. Secuestraron a familiares de parlamentarios y funcionarios del MAS como rehenes para provocar su renuncia. Torturaron y humillaron en plazas públicas a dirigentes y dirigentas regionales afines al gobierno del MAS. Incendiaron las viviendas de líderes políticos y sus familiares. Aterrorizaron, golpearon y reprimieron – recurriendo a desapariciones y asesinatos- al pueblo indígena y campesino, mayoritario en Bolivia.

Finalmente se proponían la propia eliminación física del presidente y demás líderes gubernamentales. La acción terrorista caotizó el país y preparó el clima para la “sugerencia” de renuncia al Presidente por los mandos de la FFAA quienes, por otra parte, nunca antes habían sido llamadas por el presidente para reprimir a ninguna manifestación.

Pero la brutalidad fascista del golpe repuso, de modo explícito, el racismo y el colonialismo al quemar la wiphala, el símbolo milenario de los pueblos originarios de Abya Yala y de la visibilización de las y los sujetos indígenas en la constitución del Estado Plurinacional de Bolivia. A esto se le suma la imposición violenta de la Biblia en el palacio de gobierno y que ello fuera ratificado, incluso, con la postura golpista de sectores religiosos antiderechos.

La imposibilidad de constitución de la Asamblea Legislativa, dada la represión y persecución a los y las parlamentarias del MAS, les garantizó a los golpistas la autoproclamación de la senadora opositora, Jeanine Añez. Este hecho, absolutamente anticonstitucional y antidemocrático, vino a mostrar la verdadera cara del golpe.

De este modo, la dramática situación que atraviesan nuestras hermanas y hermanos bolivianos, se suma a la serie golpista iniciada en Honduras, los intentos infructuosos de desestabilización en Venezuela, el golpe palaciego en el Paraguay de Lugo, el golpe contra Dilma Rousseff en Brasil, a los que se agregan los estados de excepción en Ecuador y Chile. Este cuadro supone un creciente proceso de militarización de la región y la amenaza a nuestros pueblos, todo ello asistido y monitoreado por el imperialismo que tiene entre sus objetivos la completa apropiación de los recursos naturales como el litio.

Por su parte, el gobierno argentino, así como otros gobiernos antipopulares de la región, se han negado a calificar la situación boliviana como golpe de Estado y, no conformes con ello, se han negado a otorgarle permiso de sobrevuelo al avión del gobierno mexicano que transportaba a los compañeros Evo Morales Ayma, Álvaro García Linera y Gabriela Montaño. La OEA, a su turno, jugó un rol fundamental en la desestabilización política y mostró a su secretario general, Luis Almagro, como un verdadero lacayo de los intereses norteamericanos.

Por todo esto hemos decidido constituirnos como Comité de Solidaridad con Bolivia, contra el golpe, el fascismo y el racismo, y por la democracia, la igualdad y la paz en nuestro continente.

Y lo hacemos para bregar por:

Que cesen las detenciones arbitrarias, se proceda a la libertad inmediata de las personas detenidas, se garantice el pleno funcionamiento de Bolivia TV, Radio Patria Nueva y otros medios contrarios al golpe, así como se garantice la integridad física de las y los periodistas;

Que el gobierno de Mauricio Macri y los demás gobiernos de la región condenen el golpe, porque los pueblos de Abya Yala tienen memoria, conocen su historia y ya dijeron NUNCA MÁS;

Que se desconozca cualquier autoridad ilegítima surgida por fuera del orden constitucional del Estado Plurinacional de Bolivia;

Que los mecanismos de protección internacional, así como los gobiernos, garanticen el derecho a salir de Bolivia y mantengan las fronteras abiertas para aquellas personas que busquen asilo y refugio;

Que la resistencia de las organizaciones sindicales, campesinas, de mujeres, vecinales, indígenas logre con su lucha reponer la democracia en Bolivia y echar a los golpistas y juzgar y castigar a los culpables de asesinatos, violaciones, torturas, así como a los instigadores del golpe.

Finalmente, nos solidarizamos con el clamor popular para que se garantice el retorno de Evo, Álvaro, Gabriela y de todas y todos los compañeros perseguidos y, en ese camino, se restablezcan la democracia, se garantice la paz social que, como dijera el propio presidente Evo “son valores esenciales de convivencia de nuestro pueblo”.

¡JALLALA EVO!

¡JALLALA BOLIVIA!

¡JALLALA LA PATRIA GRANDE!

Fotografías: Facundo Cardella.

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