Desde SUTEPA vemos con preocupación las consecuencias que las políticas de ajuste implementadas desde el gobierno nacional están produciendo en el PAMI.
“...se observan caídas en los principales programas de la Seguridad Social (...) las transferencias a la Seguridad Social y Organismos Descentralizados, fundamentalmente el PAMI, con un recorte del 48%.”*, sumado al deterioro de las fuentes de financiamiento del sistema de la Seguridad Social por la creciente desocupación, el trabajo no registrado y la inminente derogación del Impuesto País, junto al alza en los costos de los insumos médicos y las prestaciones en general.
El incremento de altas de nuevos afiliados, provenientes de otros sistemas de salud como prepagas, contribuye a agravar el exiguo presupuesto de PAMI prorrogado desde el año 2023 colocando a las prestaciones médicas y sociales en estado de insuficiencia y precariedad, haciendo depender al Instituto cada vez más de las remesas de recursos provenientes del Estado Nacional.
Esto conlleva el padecimiento de las y los jubilados que concurren a solicitar las prestaciones médicas y sociales en forma reiterada, agravando la penuria que ya padecen por la escasez del haber jubilatorio que arrastran de años, siendo las y los trabajadores quienes dan la cara ante los reclamos, muchas veces sin tener respuestas satisfactorias y sufriendo situaciones violentas en las líneas de atención. Ante esto, se observa un sensible aumento de los pedidos de todo tipo de prestaciones por vía judicial a través de amparos.
Mientras tanto, vemos con angustia un incesante y creciente proceso de despidos en todas las latitudes del país, desplazamiento de compañeras y compañeros de sus puestos de trabajo con pérdida de funciones, el deterioro constante de nuestros salarios por incrementos por debajo del índice de inflación, a lo cual se agrega el nuevo Impuesto a la Ganancias de la cuarta categoría, que implica un nuevo golpe en los ingresos de las y los empleados del Instituto y sus familias.
A este contexto se agregan situaciones particulares en algunas Unidades de Gestión Local donde el apriete viene de la mano de los dirigentes sindicales, socios de todas las gestiones de turno, que se aferran a prácticas abusivas y de intimidación como forma de continuar sosteniendo sus espacios gremiales, sin comprender claramente la gravedad del momento institucional, que como trabajadoras y trabajadores no estamos dispuestos a seguir tolerando.
Desde SUTEPA creemos que debemos organizarnos para defender al PAMI, la obra social proveedora de salud de cinco millones de personas, nuestra fuente de trabajo y nuestro salario, todo lo que constituye nuestra razón de ser como sujetos sociales y laborales.
Solicitamos:
El cese inmediato de todos los despidos con fundamento en la pertenencia a un período político institucional anterior y distinto a la actual.
La urgente reincorporación de todas las trabajadoras y trabajadores despedidos, resaltando muy especialmente que en el PAMI no sobra nadie, por el contrario, algunas áreas prestacionales requieren de mayor cantidad de personal como es el caso de los efectores propios.
Reponer todos los cargos "limitados" del personal de carrera que sufrió esta situación sin ningún tipo de explicación que no sea la pertenencia a una etapa institucional anterior.
La plena vigencia del plan de carrera, que asegure la estabilidad laboral de todos los cargos correspondientes a la misma. Los cambios impulsados por la política de turno no pueden continuar sucediendo de esta manera. Nuestro convenio colectivo establece taxativamente cuales son los límites dentro de la estructura administrativa.
Recomposición salarial acorde a los índices inflacionarios actuales que reviertan la enorme pérdida que venimos sufriendo y que la Mesa Paritaria evalúe la implementación de mecanismo de compensación respecto del Impuesto a las Ganancias para atenuar el impacto en los salarios.
Como trabajadoras y trabajadores de PAMI, tenemos la obligación de realizar una acción gremial progresiva y sostenida que resulte en un llamado de atención hacia las actuales autoridades para que corrijan y rectifiquen el rumbo del instituto.
Comisión Directiva Nacional
Buenos Aires, agosto del 2024
*según Informe CEPA N° 386, ISSN 2796-7166 - Agosto 2024.