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Plenario Nacional de la CTA-T

Resistir es vencer

, por CTA Comunica

El Plenario Nacional de la CTA se realizó en SUTEBA La Plata, con la presencia de más de 140 compañeros y compañeras de todo el país. El mismo sesionó bajo la advocación del abogado y militante político John William Cooke.
Se homenajeó a la compañera Cecilia Martínez, hubo intervenciones por parte de Carlos Tomada, Walter Correa, Hugo Yasky, y como cierre hizo uso de la palabra el gobernador Axel Kicillof.

Propuesto por el Secretario de Enlace Territorial, Carlos Girotti, y votado por unanimidad por todxs lxs presentes, el Plenario Nacional de la CTA-T, en SUTEBA La Plata, se realizó bajo la advocación del abogado y militante político John William Cooke, figura clave en la confluencia entre peronismo y guevarismo.

Durante el encuentro, en el que participaron secretarixs generales y referentes sindicales de Santa Fe, Corrientes, Chaco, San Juan, La Pampa, Salta, Córdoba, Mendoza, San Luis, Entre Ríos, Jujuy, Provincia de Buenos Aires y Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se rindió un sentido homenaje a la compañera Cecilia Martínez, fallecida el 18 de junio, quien fue “parte de esta construcción desde la década del ‘70”, definió Hugo Yasky. El Secretario General de la CTA-T contó que cuando se produjo el golpe de Estado, había un “puñadito de sindicatos que a duras penas sobrevivieron. Muchos de los dirigentes, compañeros y compañeras, que conducían esos sindicatos, fueron secuestrados y asesinados. Algunos cerraron sus puertas. En otros, como en el caso del sindicato de Morón, donde militaba Cecilia Martínez, hubo dos compañeras secuestradas, desaparecidas, y sin embargo, ese sindicato siguió funcionando”.

“Fueron, junto a Mary Sánchez, en Morón y en La Matanza, los dos sindicatos que de alguna manera constituyeron un núcleo que permitió empezar a recuperar terreno, y el núcleo duro a partir del cual después se pudo llegar a construir el SUTEBA”, relató Yasky, y reivindicó el rol de Mary Sánchez, Cecilia Martínez y Stella Maldonado. “Rescato ese momento de la historia porque hay un hilo conductor entre lo que fue la militancia de ese momento y lo que tenemos construido hoy. Con un paso de generaciones y una convergencia de aguas viejas y aguas nuevas donde nos encontramos en esta militancia, con compañeros que han vivido ese momento y están acá sentados y sentadas y otros que han sido parte de otras oleadas de la lucha del campo popular”.

En un emotivo video en homenaje a Cecilia Martínez, ella dice: “Compañeros, había que elegir entre el miedo y la dignidad; entre la sumisión y la rebeldía. Un grupo muy pequeño elegimos por la dignidad y por la rebeldía, por no disciplinarnos, por encontrar una y mil maneras de resistir”. Y continuó: “Les digo siempre a los compañeros que resistir es vencer. Tarde o temprano, el compañero que resiste, vence. Todos los días damos la disputa para que ese compañero haga honor a ser un trabajador de la Educación; no un docente aséptico, no un apóstol. Un trabajador”.

En la misma sintonía, el ex Ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, señaló: “El desafío que tenemos es muy grande. Hay un sólo camino, que es resistir. Pero también hacer estas reuniones. Soy un gran defensor de esta etapa de reuniones y de encuentros entre compañeros y compañeras. Son absolutamente indispensables para reflexionar, con una cuota de autocrítica, pero fundamentalmente para buscar el camino”.

Y reflexionó: “Es importante el rol que está cumpliendo el movimiento obrero en su conjunto. Se ha ido convirtiendo en el punto de acumulación, o por lo menos, en uno de los puntos de acumulación de la disidencia. Y eso hay que fortalecerlo y hay que construir una unidad donde todos pongan y no una unidad boba. Parto de la idea de que después de reflexionar, de organizarnos, el otro camino es la movilización. No podemos debilitar el hecho movilizatorio. Entonces, para construir la unidad, una de las bases de esa unidad debería ser todos nos movilizamos. Discutimos cómo, cuando, pero nos movilizamos todos. No algunos y otros no. Es condición, porque la movilización es la única gran herramienta que tenemos. La movilización y el paro. Pero el paro es algo más complejo. No banalicemos el hecho del paro. Un paro general se labura y necesitamos que sea absolutamente mayoritario. La convicción en democracia, después del voto, el único hecho masivo que expresa la disidencia, que expresa la confrontación con las políticas públicas de un gobierno es un paro general. No hay otra. Y así lo tenemos que tomar”.

El ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, Walter Correa, advirtió: “Se está precipitando muy rápidamente la descomposición del entramado industrial y laboral, por lo menos, en la provincia de Buenos Aires”. Y agregó: “Esto lo digo con mucha humildad, pero esos alquimistas de la unidad, estamos viendo hasta la doctrina por televisión, y nosotros militamos todos los días y ponemos el pecho todos los días. Y a esos compañeros que, como decía Juan Domingo, son los predicadores, que configuran una procesión electoralista en el marco de una democracia liberal, les digo con mucha humildad que participen de los actos, de las asambleas, de los plenarios de los trabajadores y las trabajadoras, porque no estamos en la chiquitita, no nos estamos viendo el ombligo. Estamos defendiendo al pueblo trabajador. Y lo que se discute y se debate siempre es en el marco de unidad”.

Para ejemplificar lo dicho, Correa, explicó: “Quiero narrarles lo que sucedió en 1957, cuando nacía la resistencia peronista, en el Penal 15 de la cárcel de Río Gallegos. La decisión del Almirante Rojas fue poner presos a John William Cooke, el ala izquierda del movimiento; a Patricio Kelly, un tipo bastante de derecha, después estaba el ‘tío’ Cámpora; estaba el empresario, representante de la Mercedes Benz, Jorge Antonio; y estaban dos compañeros sindicalistas, Espejo, secretario general de la CGT, un hombre ligado a Perón, y Gomis, del sindicato de Petroleros. Estaban estos seis compañeros, en el pabellón seis, y obviamente, más tarde o más temprano se iba a provocar la interna. Estaban todos los sectores del movimiento, en el medio de la Patagonia, en un penal con mucho frío y en el mismo pabellón. Jorge Antonio se pelea a puño con el ‘tío’ Cámpora, y John William Cooke se pelea con Patricio Kelly. Una pelea a muerte. El Almirante Rojas llamaba todas las tardes para pedir las novedades sobre los detenidos. Para Rojas y para el alcalde, no había internas, eran todos peronistas y había que tratarlos como tal. Con los recursos de Jorge Antonio y con la habilidad negociadora del sindicalismo tenían algún tipo de información con respecto a los guardiacárceles, las movidas, sobre qué es lo que iba a pasar. Y después se enteran que había una directiva de Rojas de fusilarlos. Entonces automáticamente se acaba la interna”.

“Los compañeros se pusieron de acuerdo, se acabó la interna. Hubo una participación activa de las mujeres en la logística y los sacaron a Chile”, concluyó y agregó: “Digo esto porque amerita que a muchos compañeros del sector político les transmitamos esta anécdota, de que si no nos unimos y dejamos la interna de lado, nos van a fusilar a todos y a todas”.

Por otro lado, el Ministro de Trabajo bonaerense se refirió a la Ley Bases, aprobada en el Congreso: “Son 223 artículos que ninguno está a favor del pueblo trabajador. Atenta directamente contra los derechos de los trabajadores y las trabajadoras y retrocede en términos laborales. Nos lleva al preperonismo, donde no había legislación ni conquistas, no podías ni mirar a los ojos al patrón porque te rajaban. Y la Ley Bases apunta a eso, a lo que vivimos en los ‘90. Los índices tan altos de desocupación generan automáticamente flexibilización laboral. Hoy se ve a los compañeros haciendo cola en la fábrica para poder ingresar y a ninguno le importan sus derechos sino que necesitan el trabajo para darle de comer a su familia. Entonces, esta Ley apunta contra el sujeto que es la clase trabajadora. Apunta directamente contra la médula del pueblo que es la clase trabajadora. Y nuestro sujeto histórico son los trabajadores y las trabajadoras”.

Para esclarecer la gravedad del RIGI, para el recambio generacional, agregó: “El RIGI ya lo vivimos, ya lo sufrimos y ya lo padecimos. Y el ejemplo claro y conciso fue La Forestal. Porque en el sur del Chaco y en el norte de Santa Fe, para sacar el tanino del quebracho, aniquilaron todo. Tenían su propia policía, su propia moneda, sus propios puertos y ferrocarriles, y cuando se fueron esto generó un impacto ambiental terrible, más de 500 trabajadores asesinados, 600. No tenían derechos. Y a la provincia de Santa Fe y a República Argentina, en términos fiscales, no le quedó un peso. Ahí tenemos un ejemplo claro y preciso de lo que es el RIGI que quiere imponer este gobierno de extrema derecha a cargo de Javier Milei”.

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