Plenario Conjunto de la CTA-T, CTA-A y UTEP en Avellaneda

En el panel estuvieron presentes Hugo Yasky, secretario general de la CTA-T y diputado nacional; Hugo Godoy, secretario general de la CTA Autónoma; Nicolás Caropresi, integrante de la Comisión Directiva del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y referente de la UTEP; Juan Ángel Ciolli, representante de la Central de Entidades de Empresarias Nacionales (CEEN), dentro del Movimiento Productivo 25 de Mayo; los secretarios generales adjuntos de la CTA-T, Daniel Catalano, titular de ATE Capital, y Edgardo Llano, titular de la Asociación del Personal Aeronáutico; Roberto Baradel, secretario general de SUTEBA y de CTA-T provincia de Buenos Aires; Yamile Socolovsky, secretaria de Géneros y Diversidad de la CTA-T y secretaria de Relaciones Internacionales de la CONADU; Mercedes Cabezas, secretaria general adjunta de CTA-A; Ricardo Peidro, secretario general adjunto de la CTA-A, titular de la Asociación Agentes de Propaganda Médica (AAPM) y referente de la Coordinación Nacional de Trabajadores de la Industria (CNTI); Mariana Mondecoy, secretaria general adjunta de la CTA-A, titular del Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (Cispren) y secretaria de Organización de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren); Gustavo Godoy, referente de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), y Dina Sánchez, secretaria general adjunta de la UTEP.

También expresaron unas palabras Daisy Vallejos, presidenta de la Unión Campesina de Berazategui e integrante de la Mesa Nacional de la Federación Nacional de Campesinos; Oscar de Isasi, secretario general de la CTA-A provincia de Buenos Aires; Jorge Enrique Smith, trabajador y dirigente gremial del Astillero Río Santiago y de la CCC y secretario de Organización de la CTA-A de Ensenada; Sebastián Ramos, presidente de la Federación de Cooperativas Unidas de Trabajo de Argentina (FECUTA); Gustavo Muñoz, referente del Frente Barrial y de CTA-T provincia de Buenos Aires, y Francisco Banegas, secretario general ATE Ensenada y trabajador del Astillero Río Santiago.

“El Decreto de Necesidad y Urgencia y ahora el proyecto de Ley Ómnibus están produciendo un impacto en la entrega del país, destrucción de la industria, de la ciencia, de la tecnología, de la soberanía”, subrayó Hugo Godoy, secretario general de la CTA Autónoma, y agregó: “El ejercicio de esta acción unida debe mostrar la fuerza de los trabajadores, de las trabajadoras, en función de promover el debate en el conjunto de nuestro pueblo. Por eso, la primera decisión que queremos proponerles es que esta unidad se ponga en estado de asamblea a lo largo y lo ancho de todo el país y se estructure la más amplia unidad para construir el debate en el conjunto de nuestro pueblo. Para que conscientemente militemos y luchemos para que este decreto, que no tiene ni necesidad ni urgencia alguna, sea frenado, si no en la justicia, donde ya hemos presentado los amparos por inconstitucionalidad y hasta hemos demandado penalmente al presidente de la nación por querer intentar la suma del poder público, prohibida en la Constitución. Se eligió un presidente, no un tirano”.

“Tenemos una tarea importante en cada lugar de trabajo, en cada unidad productiva, en cada cooperativa, en cada oficina, en cada edificio, donde trabajan nuestros compañeros y compañeras, y es empezar a hablar con lxs compañerxs más desorganizadxs, lxs que votaron a este proyecto creyendo que iban a estar mejor, y que en poco tiempo están peor. Porque la unidad de los desorganizados, si no la sabemos construir es porque no estamos ni en pedo a la altura de la historia. La unidad que más tenemos que saber construir, y muchísimo de acá al paro, es la de los desorganizados, ese que empezó a salir con la cacerola, que grita por el paro general, es el compañero que se está decepcionando muy rápido de un proyecto que les mintió, porque es el de la casta, de los Lewis, de los Galperín, de los que siempre manejaron los hilos del pescado, de los que siempre tuvieron el poder en la Argentina”, señaló Nicolás Caropresi, integrante de la Comisión Directiva del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y referente de la UTEP, y agregó: “En la UTEP representamos a un sector de la sociedad que, cuando la cosa está más o menos bien y cuando la cosa está más o menos mal, siempre tiran la culpa sobre ese sector. El problema son los ‘planeros’ que ‘no trabajan’. Los tipos que se rompen el alma saliendo a laburar y cobrando una miseria, un salario social complementario, hoy son 70 u 80 mil pesos. Sobre la espalda de esos tipos, el gobierno. A Johnny, que gana 80 lucas por mes más lo que vende de material el Estado le revisó hasta en qué gastaba cada peso de su salario. Algo que cuando solicitamos al Congreso que abra el secreto fiscal de todos los que habían fugado dólares nos dijeron ‘no, ese es un derecho sagrado de los argentinos y las argentinas’. Entonces les pido, compañeros, que en esta reconstrucción de la unidad, de cómo vamos a salir de este quilombo, dejen de culpar a los compañeros. Porque nos entraron por ahí, por el odio entre nosotros”.

En tanto, el secretario general de la Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina y diputado nacional, Hugo Yasky, definió: “Acá no caben ningún tipo de especulaciones. Si estas leyes, tal como están planteadas se aprueban, la Constitución Nacional pasa a ser una pieza de reliquia. Si estas leyes tal como están planteadas se aprueban, de nada serviría tener un Congreso de la Nación con diputados y senadores adentro. Si estas leyes se aprueban, el movimiento sindical, los movimientos sociales, se van a convertir en figuritas decorativas porque no vamos a poder hacer reuniones ni de tres personas, tal cual lo plantea la ley. Esto es instalar una dictadura a través de una tiranía. La del Sr. Milei. Frente a esta situación no hay especulación posible. O nos salvamos todos o no se salva nadie. Nadie le suelta la mano a nadie en este momento”.

Y añadió: “Nos quisieron llevar a la lucha de pobres contra pobres. Convencernos de que el trabajador que tiene derechos de convenio perjudica al que no lo tiene. El que tiene empleo le jode la vida al que cobra planes sociales y viceversa. El que cae en el sector público es un parásito que perjudica al resto, etcétera, etcétera. Todas las combinaciones posibles para que nos arranquemos los ojos entre nosotros, inventando incluso la historia esa de la casta. A este intento de llevarnos a la lucha de pobres contra pobres cabe de nosotros una sola respuesta: Unidad del campo popular y lucha nacional. La lucha tiene que ser nacional. No hay lucha sectorial, no hay lucha de sectores, no hay lucha que sea posible si no es en el marco de la confraternidad. Estuvimos reunidos con los compañeros de la CGT, con los senadores, con diputados. Dijimos que no vamos a dar un solo paso que no sea en el marco de la unidad. Si es para avanzar y para enfrentar esta política ahí vamos a estar las dos CTA, la UTEP, los compañeros de las Pymes, los organismos de Derechos Humanos, como un solo puño”.

Para concluir, Yasky remarcó: “Tenemos que construir de manera consciente una unidad. Apretar los brazos uno junto a otro, porque van a venir embates y tiempos difíciles, pero el pueblo argentino vivió otros embates y otros momentos tan difíciles como este y fuimos capaces de derrotar a los que quieren humillar al trabajador, a los que quieren convertir a las argentinas y a los argentinos en un rebaño que se discipline y acepte con la cabeza gacha la vigencia del hambre, la vigencia de la violación de las libertades públicas, el atropello a los jubilados, el atropello a la escuela, a la educación pública y a la salud pública. No van a pasar. Acá hay un pueblo que demostró históricamente que cuando se pone de pie, que cuando sabe lo que tiene que defender, no hay represión, no hay dictador, no hay tirano, no hay nada que lo pare. A pelear compañeras, compañeros. Es el momento que la historia nos señala. Unidad y lucha. Gracias”.