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La CTA y la Cumbre de los Pueblos
Intervenciones de Sonia Alesso, Roberto Baradel, José Testoni, Jorge Hoffmann, Estela Díaz y Victorio Paulón en la Cumbre de los Pueblos en Santa Fe.
Sonia Alesso – Secretaria General CTERA - Amsafe
Creo que es muy importante esta convocatoria que no sólo reúne a sindicatos de la CTA y la CGT, sino que también a compañeras y compañeros de los movimientos sociales. La Cetep, compañeros de la pequeña y mediana industria, de todo el país participando.
Es una respuesta de lxs trabajadorxs a lo que significa la precarización laboral y lo que pretenden hacer estos gobiernos neoliberales en nuestra América.
En ese sentido es fundamental que se escuchen las voces de lxs trabajadorxs, nuestra agenda, que es de crecimiento, desarrollo nacional, soberanía política y económica, de liberación de los pueblos, ante un avance brutal de las políticas neoliberales en la región.
Lo estamos viviendo lxs maestrxs en toda América Latina. Lo venimos denunciando, marchando. La situación es grave. Esperamos que así como se pudo recuperar el gobierno en México, así como Evo Morales está peleando casi en soledad, en la región vuelva a haber gobiernos progresistas que cambien este signo político que trae hambre, represión y miseria.
La realidad de las y los docentes de los países del Mercosur es un tema que no es tomado nunca por los medios, que sólo difundimos las organizaciones sindicales y que muchas veces, entre los propios militantes sindicales, que conocemos la situación general, del ajuste, del neoliberalismo y cómo está afectando a la región, desconocemos cuestiones puntuales que están pasando en nuestro sector docente en América Latina y particularmente en el Mercosur.
Nosotros, como Amsafe y como Ctera somos parte de la Internacional de la Educación para América Latina, que preside nuestro compañero Hugo Yasky que está integrado por todos los sindicatos. Es la única central docente en el mundo, depende de la Internacional de la Educación a nivel mundial y en América Latina tenemos un proceso de gran unidad política y una lucha muy sostenida de todo el magisterio del Mercosur y Latinoamericano porque también están ahí en nuestra Internacional de América Latina, los compañeros y compañeras de Centroamérica.
El panorama es muy parecido a lo que nosotros estamos viviendo y en muchos casos peor. Se está viviendo un ajuste brutal en los trabajadores docentes. Una creciente pauperización. Hace dos años se conoció un informe del Banco Mundial respecto a por qué las reformas neoliberales no podían permear en América Latina en el magisterio y una de las respuestas, concretamente del Banco Mundial, es que no pueden porque los sindicatos docentes de América Latina han estado siempre peleando en la calle. Es algo que de cara a la cumbre del Mercosur, tenemos que poder pensar porque ha habido, invisibilizadas por los grandes, grandes luchas en Paraguay y ahí hemos estado, no sólo de los maestros, de los otros sindicatos paraguayos, las ha habido en Perú, Chile, Brasil. Hace muy poco, esta semana, se votó en la Cámara de Diputados de Brasil el ajuste a las jubilaciones. Es el mismo proyecto. Es para Argentina, Chile, Perú, Colombia. En cada uno de los países el proyecto es el mismo. Y una de las cosas que hay que destacar de por qué además estamos juntos, discutiendo otra agenda del Mercosur un Mercosur de la integración, un Mercosur social es que además estas políticas están destinadas a nuestros pibes y nuestras pibas, porque junto con eso está la fragmentación del sistema educativo, el crecimiento de la mercantilización y privatización de la educación como de otros servicios. En realidad lo están haciendo de cara a que haya circuitos diferenciados, escuelas pobres para pobres y ricas para ricos. Es decir, profundizar la desigualdad, todo lo que tiene que ver con las políticas igualitarias y destruir lo que nosotros conseguimos en 12 años de gobiernos progresistas o soberanistas, como cada uno quiera caracterizarlos, en la región, donde avanzamos en una agenda común de los trabajadores y del Mercosur y también en agendas específicas en nuestro caso en los temas educativos. Impulsamos leyes en otros países, en Brasil, Argentina, Chile, Perú. Leyes como la Ley de Financiamiento Educativo, no es una cosa que sólo impulsamos en la Argentina sino que la impulsamos para toda la región en la convicción de que es necesario garantizar el financiamiento y la mejor distribución de la riqueza no sólo para nuestros maestros, para los trabajadores, sino para nuestros niños y niñas, jóvenes y adultos que asisten a las escuelas de todo el Mercosur.
Quiero señalar algunas dificultades que nosotros tuvimos en los años de gobierno de Néstor y Cristina, porque me parece que es una cosa que entre trabajadoras y trabajadores debemos discutir, de cara, ojalá, a un nuevo gobierno nacional y popular en la Argentina. Tuvimos dificultades en lo que fue la discusión de la integración y hay cosas que nosotros tenemos que corregir. Debemos anotar y tener en cuenta que muchos de esos procesos fueron prácticamente burocratizados, lentos, muy tediosos en muchos sentidos, que muchos acuerdos demoraron mucho tiempo porque demoraban los trámites de las distintas cancillerías. Creemos, como trabajadores, haciendo un balance provisorio, que debemos fortalecer, primero ganar, que es un gran desafío que tenemos. No hablarlo entre nosotros sino salir a convencer, hablar con nuestros compañeros y compañeras que no están convencidos. Pero luego y si tuviéramos la suerte que en diciembre otro gobierno que no sea el de Macri ocupe la Casa de Gobierno, tenemos que trabajar en las cosas que quedaron pendientes de la agenda de las trabajadoras y trabajadores en el Mercosur. Debemos discutir un nuevo relacionamiento de los movimientos sociales, que también permanentemente han estado en la calle en América Latina peleando con las y los trabajadores y una demanda de cada uno.
En cuanto a los desafíos, creo que como clase trabajadora nos corresponde a nosotros discutir cuál es la agenda que nosotros proponemos para este Mercosur social. Necesitamos dar vuelta la página del neoliberalismo en la Argentina y crear una agenda que tenga en cuenta tema fundamentales como el de la distribución de la riqueza, la educación, la respuesta al tema de la tierra, del cambio climático y de las cuestiones que tienen que ver con el medio ambiente, la agenda de los jóvenes y las mujeres. Hay una serie de temas que tienen que ver con resolver cuestiones específicas pero además otros temas de la agenda más amplia que también nos afectan a las y los trabajadores. El tema de la tierra, de la distribución de los recursos naturales que en América Latina son verdaderamente saqueados por las grandes multinacionales. Cómo discutimos eso de acuerdo a las luchas que vamos dando.
Una de las cuestiones que siempre me gusta destacar en estos debates es que ha habido una gran lucha en Anérica Latina y en el Mercosur, que han sido invisibilizadas por los grandes grupos hegemónicos de comunicación, de la misma manera que han sido invisibilizadas las luchas de las y los trabajadores en nuestro país, pero lo que nosotros vemos recorriendo cada uno de los países es que la gente está en la calle, peleando y creo que sin ninguna duda que el triunfo o el posible triunfo nuestro en diciembre, va a abrir, como abrió el triunfo en México de Amlo, una nueva etapa en la región, por eso lo que nosotros estamos discutiendo no es solamente la posibilidad de un cambio en la Argentina. Estamos hablando de lo estratégico que es este cambio para la región. Este cambio que en la Argentina, esta posibilidad que un gobierno nacional y popular gane nuevamente con nuestra lucha, nuestros debates que hay que dar y son necesarios, va a abrir un nuevo panorama para la región y en ese sentido creo que se abre una nueva etapa distinta.
Tenemos que soñar, imaginar una nueva etapa que será difícil pero no tengo dudas que va a ser el triunfo de todos los que estuvimos en la calle luchando, resistiendo y soñando una América Latina mejor para nuestros pueblos, para nuestra gente.
Roberto Baradel – Secretario Relaciones Internacionales CTA – Secretario General Suteba
Quiero felicitar al movimiento obrero santafesino porque la verdad que en las luchas de estos años construyeron las condiciones objetivas para que no se haga una contracumbre, sino para que hoy en Santa Fe se haga una verdadera Cumbre de los Pueblos que estamos dispuestos a discutir para enfrentar la cumbre que quieren llevar adelante, con la que nos quieren pasar por delante, presidentes como Bolsonaro, como Mauricio Macri.
Hay alegría acá y eso es bueno, porque como decía Jauretche, “los pueblos tristes no pueden triunfar” y si hay alegría es porque hay condiciones para ganar.
Es un honor estar en este panel con compañeros, dirigentes sindicales de la talla de Jorge Hoffmann, hoy candidato a diputado nacional. Qué decir del Gringo Amichetti. Lo admiré toda la vida a él y al compañero Raimundo Ongaro, a los compañeros de Gráficos y mi profunda admiración por el mejor canciller que tuvo la República Argentina, que es Jorge Taiana.
Les digo que mi admiración y mi afecto no tienen que ver solamente con que fue para mí, y creo que para la mayoría de los argentinos el mejor canciller que tuvo la República Argentina. Nosotros cuando nombramos y está muy bien que lo hagamos, a las Madres, a las Abuelas, reivindicamos a los 30000 compañeros detenidos desaparecidos, a quienes debemos reivindicar siempre, porque ellos son nuestra memoria, nuestro sentido. Nunca consolidamos reivindicar a los sobrevivientes, a aquéllos que dieron pelea, que fueron atacados, perseguidos, torturados, encarcelados y dieron pelea, le ganaron a la dictadura, no se quebraron y hoy están construyendo codo a codo con nosotros. Es por esto que le tengo tanto afecto y admiración a Jorge Taiana como a tantos otros compañeros y compañeras que seguramente hoy están acá y que pasaron por todo esto y hoy siguen peleando y dando testimonio de vida.
El movimiento sindical tiene un rol fundamental en la construcción y articulación de unidad en el conjunto de nuestros pueblos. No solamente al interior de nuestros países, el movimiento sindical, como convocante de otros sectores, que por supuesto vamos a discutir en el ámbito de paritarias y por los derechos de los trabajadores, pero cuando se trata de defender el interés nacional, del conjunto del pueblo argentino tenemos que estar juntos, por eso es muy importante que acá haya pequeños empresarios, pequeños productores, miembros de organizaciones sociales, diferentes organizaciones de la comunidad. Tenemos que sumar al conjunto de la sociedad y no solamente desde una mirada nacional, sino debemos hacerlo desde una mirada regional también, en el tema del Mercosur.
Son unos fantoches, porque querían desarticular hace pocos meses el Mercosur. Eliminaron la elección de legisladores del Parlasur, para quitarles cualquier tipo de institucionalidad.
Decían que el Mercosur había sido y ahora, en clave electoral anuncian este acuerdo de libre comercio, que es un preacuerdo, como es el tratado Mercosur-Unión Europea, que es un tratado que de firmarse nos va a perjudicar y mucho, no solamente al pueblo trabajador en la Argentina, también al pueblo trabajador de Brasil, de Uruguay, de Paraguay.
Se van a beneficiar algunos sectores, los de siempre, aquéllos que tienen mayor poder económico, que concentran la riqueza, incluso con condiciones de intercambio peores a las que tuvimos a principio del siglo pasado, por las condiciones que daba la guerra. Ni siquiera en ese momento nos ponían restricciones para la venta de granos o de carne. Y lo mismo en la Segunda Guerra Mundial. ¿Qué hizo Perón con esos recursos? Industrializó y cambió a partir de ahí lo que era la Argentina.
Acá hay dos modelos posibles. Uno que está asentado en la producción, en el trabajo, en la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores y trabajadoras, porque al tener trabajo y con mejores salarios los trabajadores no volcamos el dinero en offshore de Panamá, lo volcamos en consumir y en mejorar la calidad de vida de nuestra familia. Y eso modifica y empieza a generar una rueda virtuosa en cuanto a la producción de un país.
El trabajo, la producción, salud y educación y profundización del ejercicio de los derechos humanos. Una sociedad mucho más democrática, tolerante, que respete la diversidad. Es todo lo contrario a lo que plantea el gobierno de Mauricio Macri o de Bolsonaro.
Creo que en el proceso que nos antecedió, que fue muy rico y fuimos capaces de derrotar al Alca en el 2005 en Mar del Plata. que dio el inicio a un proceso regional muy rico en toda Latinoamérica, hubo algunas dificultades. Una de las principales fue confundir el Estado como sujeto de transformación. El Estado es una herramienta de transformación, el sujeto de transformación, como fue en el 45. El peronismo constituyó a los trabajadores como sujetos políticos de transformación.
Por ejemplo, en estos años, a veces nos preguntamos cómo los maestros, los trabajadores del cordón industrial de Santa Fe, cómo sectores humildes votaron a Mauricio Macri?
En una encuesta realizada hace tres o cuatro años por el Perseu Abramo, Instituto de Investigaciones del PT, dirigida a las personas que el PT, Lula, con sus políticas públicas, habían sacado de la pobreza. Les preguntaron por qué creían que habían salido de la pobreza y por qué creían que estaban mejor. Casi el 70% respondió por esfuerzo individual. La segunda respuesta fue: porque me ayudó mi familia. La tercera: gracias a Dios. Y la cuarta respuesta, recién: por la aplicación de políticas públicas.
Eso no era el sujeto de transformación, eran beneficiarios de políticas públicas que aplicaba el Estado y creía que podía hacer que ese Estado, con ese gobierno, podían aplicarlo.
Es lo que pasó en Argentina con muchos, quienes además de creerse las mentiras de Mauricio Macri. Nosotros tenemos que discutir cuál es el sujeto de transformación. Ahora, para ser sujeto de transformación hay que ser sujeto no solamente, hay que poner el cuerpo cuando debemos y lo vamos a seguir poniendo, sino que nos tienen que escuchar, intercambiar, construir las políticas públicas en conjunto con los gobiernos populares.
En esto juega un rol fundamental el movimiento obrero organizado. Por eso es tan importante el movimiento obrero santafesino. Tenemos que construir la unidad, tenemos que ser capaces de ponernos como objetivo construir una sola central de trabajadores que represente a todas y todos los trabajadores del país, con una sola condición: que los dirigentes se pongan a la cabeza de la defensa de los derechos de los trabajadores. Con esta condición, incorporando a las organizaciones sociales, tenemos que ser capaces de construir una central única de trabajadores nuevamente en la Argentina, como lo hemos hecho a nivel internacional, con la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur; como lo estamos haciendo con la Confederación Sindical de las Américas (CSA), como lo estamos haciendo con la CSI (Confederación Sindical Internacional) y hay otras expresiones sindicales que están por fuera que son los compañeros de la Federación Sindical Mundial. En nuestra central, la CTA de los Trabajadores, también en la CGT, hay compañeros que pertenecen a la Federación Sindical Mundial.
Debemos promover procesos de unidad, de debate, de organización y de integración de la clase trabajadora. Con un movimiento fuerte de la clase trabajadora podemos ser convocantes del conjunto de los sectores de la sociedad que nos permita tener un país digno de ser vivido por todas y todos y que es la responsabilidad que tenemos nosotros.
Tenemos una oportunidad histórica, tiene que ganar el Frente Amplio en Uruguay, tiene que volver a ganar Evo Morales en Bolivia, pero eso es para mantener lo que tenemos que es una potencialidad muy grande. Porque sino fuera así sería una derrota mucho más catastrófica de los movimientos populares en Latinoamérica.
Pero saben qué valor va a tener que en octubre digamos: derrotamos a Macri, derrotamos a Vidal en provincia de Buenos Aires, el cambio que se empieza a dar en Latinoamérica, que dé vuelta la página, decir que Lula debe estar libre, que no queremos más neoliberalismo y que los derrotamos no solamente para que se vayan del gobierno ahora, sino para que no vuelvan nunca más y ser capaces de volver a construir un proceso de integración nacional, popular, revolucionario, latinoamericano, feminista que nos devuelva la justicia social, la soberanía política y la independencia económica.
José Testoni – Secretario General CTA provincia de Santa Fe
Para cada uno de nosotros es un honor estar en este lugar y una inmensa responsabilidad. Quiero mencionar los esfuerzos realizados por los compañeros de CTA Santa Fe, compañeros de la Mesa Nacional, compañeros de las 14 regionales de la provincia de Santa Fe, compañeros de todas las organizaciones sindicales que se nuclean en la Central de los Trabajadores de toda la provincia. Sus secretarios generales, fundamentalmente. Aquí están Jorge Hoffmann, Sonia Alesso, Valentina Ottino, Pablo Giménez, Edgardo Daccaro, Marcelo Actis, Edgardo Carmona, para quienes pido un aplauso. Agradezco el esfuerzo compartido para garantizar este espacio que expresa lo que hemos intentado construir con mucho trabajo, saliéndonos un poco de los moldes, entendiendo que el sindicalismo no puede ser sólo una estructura vertical que represente a la clase trabajadora, porque lamentablemente la clase trabajadora ya no está toda en las estructuras sindicales sectoriales.
Por eso quiero agradecer el esfuerzo, el trabajo, la militancia, la presencia de otros espacios de construcción sindical que llevamos adelante desde la CTA, que fuimos construyendo de a poquito con todas estas organizaciones, los colectivos de género, barriales, a la juventud, que trabajó tanto por este espacio, lxs compañerxs que militan en el sector de la discapacidad, cada uno de los compañeros que se desempeñan en los distintos sectores de la CTA. Entendemos que entre las discusiones que tenemos que dar debemos ser autocríticos y discutir el modelo sindical argentino. Las reformas y modificaciones no tienen que venir de afuera. Deben ser autorreformas fruto de la autocrítica y del debate interno y en ese camino creo que también esta cumbre recorre esos objetivos.
Sé que nosotros no empezamos nada y con un piso de acuerdo altísimo, en el cual nos sentimos cómodos y podemos desempeñar, ya con cierta facilidad, rápidamente entendimos que lo que iba a ser la construcción de la integración regional por parte de la Cancillería argentina, con su aliado estratégico, la cancillería de Brasil, iba a dejar afuera a los sujetos verdaderos de esta historia. También supimos que iba a ser en la ciudad de Santa Fe. Por lo tanto, este Movimiento Obrero Santafesino que ha recorrido luchas, debates, discusiones, hemos garantizado paros, generamos mecanismos de unidad de todo tipo, bajo una sola consigna: “La clase trabajadora es una sola”, independientemente de las representaciones que tenga y debe representar más allá de los sellos, de los sectores internos, a toda esta clase, que hoy encuentra en los pequeños empresarios, en los movimientos sociales, en las organizaciones sindicales, una forma de representación.
Todas incompletas, por lo cual a algo tan brutal, tan pergeñado desde la central del poder, teníamos que dar una respuesta contundente, unitaria y esto fue ocupar este espacio con inteligencia, unidad, por más que nos dejen afuera de una cumbre de presidentes, rompiendo la visión multilateral en la región y una práctica en todo el planeta, en torno a las discusiones multilaterales.
Hay que decir que la OIT no hace esto. La OIT convoca por supuesto a los empresarios, a los estados, pero ahí tenemos nuestra silla. Cuando se hacen las cumbres de cambio climático, que tanto la CGT como la CTA hicimos un gran esfuerzo para participar, allí también el movimiento social está integrado al debate sobre el destino del planeta junto a las corporaciones, junto a los Estados y podríamos seguir relatando. El Mercosur, no hace mucho tiempo, en Paraná, en el 2014, ni qué hablar en el 2005, aunque no era el Mercosur, sino una cumbre de presidentes para la discusión del Alca, pero se cumplía con la tradición respecto a que la cumbre no podía ser sólo de presidentes y con más razón estos presidentes que hoy representan a las corporaciones. Las cumbres tenían que ser de los pueblos y nosotros somos parte del pueblo.
Por lo tanto, si el sujeto histórico de la transformación es el pueblo y lo materializan sus organizaciones, nosotros no podíamos dejar el espacio vacío por más que no fuéramos convocados.
Por eso decidimos, y como estamos convencidos que “Unidos somos inconquistables” convocamos, organizamos, pusimos todo el esfuerzo militante, la mayor generosidad política, la mayor honestidad intelectual y patrimonial para construir este espacio que es la Cumbre de los Pueblos que le estamos enrostrando a toda la ciudad de Santa Fe que nos dio la espalda, a toda la Cancillería de los países que pretenden discutir junto a las corporaciones y de espaldas a los trabajadores.
Acá está el pueblo. Acá está el sujeto histórico de las transformaciones.
Jorge Hoffmann – Secretario General ATE provincia de Santa Fe
Se realiza la cumbre de los Presidentes del Mercosur en un marco de absoluto aislamiento de la comunidad. Para los santafesinos esto significa los trastornos de los cortes de calle, de la zona de exclusión, que realmente va a paralizar gran parte de la actividad en Santa Fe por una cumbre en la que los ciudadanos y ciudadanas de Santa Fe la sentimos como totalmente ajena por su organización y también por su contenido, donde probablemente sea tratado el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea. Vale la pena poner de manifiesto que el acuerdo no existe. Hasta hoy es parte de la campaña electoral de Mauricio Macri, por lo que sólo se conoce no más que el enunciado.
El acuerdo no existe porque tiene que ser aprobado por 25 parlamentos de Europa y los parlamentos del Mercosur en el caso de América.
Por otra parte, desde la propia Unión Europea, surgen países que aparentemente no lo van a aprobar, como es el caso de Irlanda, Polonia, Francia. A esto le sumamos que en la Argentina, seguramente no habrá parlamento que apruebe el tratado de libre comercio tal cual está planteado hoy.
Los tratados de integración no son ni buenos ni malos. Depende de los contenidos. No es que debemos negarnos a realizar tratados con otros países o bloques. Lo que sí es malo que un tratado de libre comercio nos coloque en el paradigma de principios del siglo pasado, respecto a lo que significaba la división internacional del trabajo.
Proveedores de materia prima, fundamentalmente granos y carne e importadores de productos manufacturados, compitiendo con países maduros en sus industrias, con desarrollo tecnológico de punta y con excedentes de producción. A este tipo de tratado le decimos que no porque nos retrotrae al país agrícolo-ganadero, donde pueden vivir menos de la mitad de los 45 millones de argentinos. Muchísimo menos que la mitad.
La Cumbre de los Pueblos, que coincide con la reunión de los presidentes, tiene como objetivo, más allá del análisis del Mercosur, de visibilizar las relaciones y el significado del Mercosur, es discutir desde las organizaciones gremiales, sociales, políticas, los procesos de integración desde la perspectiva de los pueblos y no desde la perspectiva del poder económico o de los gobiernos neoliberales de derecha que hoy hegemonizan la región. En ese sentido, los procesos de integración de los pueblos, creo que están ínsitos en las políticas, aspiraciones de los pueblos. Venimos con la historia en América, desde la propia independencia, de la necesidad, anhelo de la integración: San Martín, Bolívar, O’Higgins.
Esta cumbre trata de pensar la integración desde la perspectiva de los pueblos, fundamentalmente cuando hemos tenido una experiencia de integración a principios de este siglo, donde hemos podido recoger muchísima experiencia y donde sin ninguna duda, producto de los gobiernos de derecha hoy existentes, ese proceso de integración quedó trunco, a punto tal, que no sólo quedó trunco, sino que quienes fueron parte de ese proceso de integración en esos años, hoy están perseguidos por una justicia que para nada busca la verdad, sino que se ha convertido en un instrumento del poder económico.
Así lo dijo el embajador de Estados Unidos, cuando se presentó “a colaborar con la justicia”. Una justicia digitada en gran parte por la Embajada de Estados Unidos de todos nuestros países. Es decir, obtuvimos una gran experiencia en el proceso de integración con Chávez, Lula, Evo, Correa, Néstor, Cristina, Bachellet, Mujica, y hoy estamos de alguna manera sufriendo las consecuencias de ese avance con Correa perseguido, Lula preso, Cristina perseguida y por este motivo en esta Cumbre trataremos de recuperar ese proceso para lograr la integración desde los pueblos, no sólo desde las estructuras políticas.
Eso es lo que se debate en la Cumbre con la participación de la CTA, la CGT, la Corriente Federal, los movimientos sociales, las Apymes, inclusive con la participación de los parlamentarios del Mercosur de la Argentina y la participación de centrales sindicales de Brasil, Uruguay, precisamente porque lo que se tratará es la integración regional.
Estela Díaz – Secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades – CTA Nacional
Estamos aquí porque tiene que ver con la Resistencia. Derechos y resistencia, reconociendo la dificultad del contexto que vive Latinoamérica.
En los 90 se hacían las Cumbres de los Pueblos. Tuvimos que volver a una contracumbre a la otra, en la cual estarán los presidentes. Esto se había dejado de hacer durante el período de gobiernos populares, en el que tuvimos la Cumbre Social a la que convocaban los gobiernos y recibían al movimiento popular, pero especialmente al movimiento obrero organizado para decidir cuál era nuestra agenda en relación a la integración y al Mercosur y hoy debemos volver a la contracumbre para decir que la identidad mercosuriana, latinoamericana, es una integración de los pueblos, de la que fuimos protagonistas y vamos a seguir siendo, por más que ellos vuelvan a entender el Mercosur sólo como un lugar de negocios para los sectores más concentrados del poder y de entrega de nuestra soberanía. Porque a ese lugar es al que pretenden llevarnos. Es lo que significa este acuerdo Unión Europea-Mercosur que celebran y nosotros sabemos que si logran se concrete será una tragedia para nuestros pueblos.
El desafío en este momento es pensar si tenemos realmente la posibilidad de que este ciclo neoliberal, que se inaugura con el repliegue de las experiencias de los gobiernos populares en la región, puede efectivamente ser más corto que los anteriores, en clave de resistencias. De cómo resistimos en otros momentos y en qué condiciones se dan hoy estas resistencias.
Me parece que es clave para los desafíos que hoy tenemos, en lo más inmediato, particularmente en la Argentina, donde estamos en tiempos electorales, pero también para el conjunto de nuestra región.
Tuvimos largos períodos dictatoriales y particularmente la última dictadura militar que es cuando comienza el primer ciclo de políticas neoliberales en la Argentina. Si pensamos un poco más atrás, después del golpe del 55, tuvimos dos décadas de falta de democracia, proscripción política. Estos años, que en total fueron casi dos décadas de dictaduras militares en la región, en unos países menos, en otros más, en los cuales el terrorismo de estado hizo que estos años costaran mucho más en los términos históricos en los procesos populares de los pueblos.
En los 90, fue el segundo ciclo de implementación de políticas neoliberales en la Argentina, pero quede hecho se dio en el conjunto de la región. Allí se inauguraban los foros sociales mundiales, las cumbres. Nace en ese contexto el Mercosur y nacía también la Cumbre de los Pueblos. Esta organización que desde los trabajadores, trabajadoras, movimientos sociales, decíamos con fuerza, queremos que esta integración no tenga la lógica que le dieron, que sólo el mercado, y la maximización de las ganancias del gran capital internacional, sino que tenga esta perspectiva que es una mirada común latinoamericana y en nuestro caso Sur-Sur.
Estamos en la tercera etapa de implementación de las políticas neoliberales. En algunos casos, otra vez con golpes de Estado. Empieza con Honduras, Paraguay, Brasil. En el caso de la Argentina con elecciones, pero también en qué condiciones se dan los procesos eleccionarios, absolutamente condicionados. Estas democracias que pierden cada vez más niveles de densidad. Hay más democracia cuando hay más derechos, participación y nos encontramos con democracias con menor intensidad y vemos cómo se excluye el contrato social, de lo que la política le propone a la sociedad. Hoy los gobiernos neoliberales lo están ejerciendo de manera descarada en lo que es política electoral.
Mienten de un modo tan frontal, que esto produce una especie de anestesia en la sociedad. Cuesta creer que el cinismo y la mentira se ejerza de semejante manera, lo que hace que en un punto algunos piensen que no puede ser que nos mientan de ese modo.
En los 90 dimos la resistencia en soledad, pero con heroísmo, con la fuerza de entender que nuestra mirada común, que la unidad era fundamental, que la articulación de nuestros movimientos era fundamental, pero con cuánta soledad. Estaban nuestras organizaciones devastadas, las redes sociales destruidas. Sin embargo hoy tenemos un tiempo de fortaleza, al igual que los movimientos populares. Estamos en otro estadío por la fortaleza de lo que significó para los movimientos populares, para los sindicatos, para los trabajadores y trabajadoras, los años de gobiernos populares, de políticas redistributivas, de políticas de inclusión que nos colocan en otro lugar en este tiempo de resistencia.
Creo que también se ha producido pensamiento, reflexiones que se vienen haciendo respecto a cómo producir un pensamiento emancipador latinoamericano. Dejar de pensar en los procesos de liberación nacional, de revolución, de transformación social, venir a mirarse en las revoluciones de Occidente y empezamos a mirarnos como es nuestra América: india, negra, pobre, mujer.
De hecho cuando hablamos de los gobiernos populares, ésas fueron las características de nuestros presidentes y presidentas. Evo, Chávez, Cristina, Dilma, Lula, obrero metalmecánico, indio, como dice Evo, con su lengua, madre de una lengua india.
Cuando pensamos la clase social, sobre todo nosotros y nosotras que nos hemos pensado desde esta identidad en las centrales sindicales, teníamos que mirar este proceso comprendiéndolo desde países que tenemos la experiencia de la colonialidad y ahora de la neo colonialidad. Estos proyectos son proyectos de anexión neocolonial. Quieren anexarnos al proyecto imperial de los Estados Unidos en esta estrategia geopolítica que hay en el mundo.
Nuestras resistencias no vienen sólo en el proceso de las luchas obreras de este siglo sino de las resistencias indígenas, que se relacionan con las luchas del movimiento obrero, pero también hay luchas antipatriarcales, que tomaron un protagonismo fundamental en las últimas décadas y que vienen siendo claves en este período respecto a la posibilidad de construcción de la articulación de estas luchas. Incluso el movimiento feminista de Argentina, de América Latina, también nos viene dando algunas pistas de cómo articular procesos de resistencia. En momentos de repliegue, de defensiva, como en el que nos encontramos, pelear por la ampliación de derechos. Peleamos por ley de paridad, por la interrupción voluntaria del embarazo.
Creo que desde el movimiento popular y desde el movimiento sindical, debemos revalorizar que hemos sido las mujeres que empezamos con ese fuerte grito de “Ni una menos” “Vivas nos queremos”. La resistencia visceral a que nos sigan matando. Diciendo basta a este patriarcado de cobrarse la vida en los cuerpos de las mujeres.
Entonces empezamos a decir, qué pasa con la violencia contra las mujeres. Si hay desigualdad social, económica, laboral, en un modelo que excluye y que nos desiguala social y económicamente, eso también es promotor de las violencias.
Quiero reivindicar lo hecho por las mujeres desde nuestra identidad sindical. Tuvimos mucho debate en el sindicalismo respecto a este tema. Pongamos en valor lo que significó para el movimiento feminista decir: “Si nuestros cuerpos no valen, nuestras vidas no valen, nuestros trabajos, que significa no discutir sólo el trabajo remunerado, sino el trabajo de la familia, de los hogares, el comunitario y el social, que fundamentalmente hacemos las mujeres, genera riqueza, comunidad, territorio, solidaridades. Por eso paramos. Por eso tomamos una herramienta del movimiento obrero, que es el paro. Y lo hacemos con todo el poder simbólico que esto tiene, no en el sentido tradicional, pero el primer paro a Macri se lo hicimos las mujeres.
Además hicimos una fuerte articulación intersindical de mujeres, que tiene ya varios años, donde discutimos cómo nos poníamos en la calle con una agenda de las trabajadoras y que era una agenda que discutía la violencia pero no con la trampa que nos quería hacer el mismo gobierno, porque la agenda de no violencia, es una agenda antineoliberal, popular, sino es mentira, no es cierta. No hay posibilidades de construir una sociedad sin violencia en un sistema que todos los días echa trabajadorxs, recorta políticas del Estado, maltrata a nuestros jubilados y jubiladas, les quita medicamentos y eso genera condiciones de violencia social, política y de género.
Aquí hay algunas claves de lo que ha venido pasando en el proceso popular. Hemos podido mirar que el tema de la emancipación social, de la construcción de autonomía, de volver a poner el eje en la justicia social, en la igualdad y en la soberanía tiene que ver con una fuerte articulación de las identidades y de las luchas sociales y populares. Eso enriquece al movimiento sindical, a las organizaciones sociales y nos da identidad popular. Nosotras lo decimos con todas las compañeras del movimiento sindical que nos movilizamos, que damos el debate juntas, que: “Somos orgullosamente sindicalistas y orgullosamente feministas”.
El sindicalismo, las mujeres y los movimientos sociales estuvimos desde el 11 de diciembre de 2015 en las calles y eso ha sido lo que ha contribuido a las condiciones de posibilidad para que hoy desde la política se responda con un frente electoral que derrote definitivamente al modelo neoliberal de este gobierno.
Pero eso es un paso. No creamos que está ganado. Necesitamos las 24 horas del día desde acá al 11 de agosto, al 27 de octubre, para que esto sea realidad. Para que exista esta posibilidad nos coloca el enorme desafío que venimos construyendo articulación, unidad popular y debate político y social organizado, porque es muy difícil ganar y va a ser más difícil que el gobierno cobre un profundo sentido popular. Y eso no se delega. Tanto ganar, como profundizar y construir nuevamente el gobierno nacional, popular, democrático, latinoamericano y feminista está en todas nuestras manos.
Victorio Paulón – Secretario de Derechos Humanos CTA Nacional
La Cumbre de los Pueblos es la garantía del proceso de integración porque la reunión de presidentes va a ser casi un certificado de defunción del Mercosur porque se están discutiendo los acuerdos de libre comercio con Europa, con Estados Unidos, con medio mundo, pero la base de integración era precisamente que ningún país pudiera tener acuerdos de libre comercio por fuera de los acuerdos de la zona.
La Cumbre de los Pueblos es una tradición de hace mucho tiempo, prácticamente desde que comenzó a funcionar el Mercosur. Pasó por distintas etapas, por la resistencia en los 90, por los gobiernos populares hasta el 2014, 2015, años en los que se reinstalaron gobiernos neoliberales de derecha. Esta tradición se ha mantenido y es muy importante que así sea porque es lo que va a quedar como garantía para la construcción del Mercosur, de la integración latinoamericana, cuando se restauren gobiernos populares en cada uno de los países, hecho que va a suceder inevitablemente y más pronto de lo que se cree.
Creo que a partir de este año vamos a empezar nuevamente a tomar ese camino y con la experiencia recorrida en más de dos décadas, el proceso de integración tiene que entrar en una etapa de aceleración muy grande. No podemos seguir discutiendo chiquitaje cuando de lo que se trata realmente es de poder parar a los países de la región en un mundo cada vez más cerrado, más competitivo, belicoso. Nuestros pueblos lo están exigiendo y tenemos que avanzar en ese sentido.