La verdad que quedamos perplejos con el fallo. Era absolutamente inesperado. Una siente mucha impotencia pensando en Susana Trimarco, pero también la miramos y su trayecto de 10 años de lucha por la hija muestran su enorme fortaleza.


Ella no afloja y nosotras no aflojamos, decimos, tomando palabras de la Presidenta, el domingo en la plaza por el día de los DDHH, día en el cual justamente y no casualmente, Susana Trimarco fue una de las personas que recibió el premio a los DDHH Azucena Villaflor, tan emblemático. Nos parece muy indignante. No conocemos los fundamentos del fallo, creo que hay que leerlos cuando se den a conocer, pero algunos de los argumentos que circulaban tenían que ver con la cuestión de decir que la ley de trata es una ley posterior. Justamente es una ley que casi puede llamarse Susana Trimarco porque buena parte de su lucha es la que logró que se visibilice el tema, que se trate, que haya legislación, que se cree un programa nacional. Todo esto casi podría llevar el nombre de Susana y de su lucha, pero el tema es que esto es una excusa.
Creo que hay varias cosas: me parece que este poder que escucha a poderes económicos, a poderes policiales, a poderes mediáticos, a otros intereses; es uno de los poderes más reconcentrados, menos democrático. Sabemos cómo es este poder frente a otros poderes del Estado que a veces son tan cuestionados, cuando en realidad tienen mecanismos muy claros de contralor. A los candidatos uno los vota o no los vota. Cada dos años se renueva o no ese compromiso. Esto no pasa con la Justicia. Siento además que son perezosos, que estudian poco, cobran sueldos maravillosos y no conocen la legislación argentina.
Nuestro país ha ratificado tratados internacionales y convenciones de DDHH que claramente se pueden utilizar para castigar y condenar en estos casos. El protocolo de Palermo, que es un protocolo internacional, justamente para la erradicación y condena al tema de la trata nuestro país lo ratificó y es ley en Argentina. La Convención contra toda forma de violencia hacia la mujer, de Belén do Pará es la Convención Americana, es ley en la Argentina. Pero además el proxenetismo, la explotación sexual, y la venta del sexo de otra persona, en la Argentina está condenada, o sea que cualquiera de estas legislaciones eran pasibles de tenerlas en consideración para condenar a estos acusados. ¿Qué vemos? Impunidad. Pero la impunidad no nos inmoviliza. Hay una enorme condena social, hay movilizaciones en todo el país, y vamos a seguir exigiendo Justicia, y además pidiendo que los jueces que obran de esta manera no queden impunes.

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