Hugo Yasky desde Roma

En el marco del Congreso de la Confederación italiana de Sindicatos en Roma, y acompañado del secretario de Organización de CTA de los Trabajadores, Gustavo Rollandi, Yasky compartió un mensaje del Papa Francisco a los trabajadores, con críticas al neoliberalismo. El prelado, habló de la importancia del rol los sindicatos y sentenció: “No hay sociedad democrática sin sindicatos fuertes”. Además, el secretario general de CTA de los Trabajadores se refirió al repudiable resultado luego de la reunión del Consejo del Salario con el gobierno de Cambiemos.

 Alejandro Delgado: El encuentro no quita que esté pendiente de lo que sucedió con el salario mínimo, por ejemplo.

 Hugo Yasky: Estuvimos hablando ayer y esta mañana. Creo que es realmente lamentable que se haya perdido la oportunidad de darle al salario mínimo vital y móvil un valor que se acercara a los $14.500 de la canasta básica alimentaria. Había un antecedente, en el año 2003, 2004, el Salario Mínimo, Vital y Móvil tuvo un aumento de emergencia porque la situación social era grave. La situación de la Argentina en este momento ameritaba una decisión de ese tipo.

Darse cuenta que simplemente con el salario mínimo por debajo de los $ 9000 pesos y con un aumento que va a llegar a los 10 mil el año que viene, hay muchas familias que van a padecer en posibilidades de llegar a fin de mes, de tener alimento y además la economía se va a seguir resintiendo porque no hay posibilidad de recuperación si no se recupera el consumo interno.

 Soledad Cyrulnik: ¿Era posible poder pagar esos $14.500?

 H. Y.: Estoy convencido que el costo laboral en la Argentina no es impedimento para la recuperación de la economía. Antes se decía, se repetía como una gran verdad, que los aumentos salariales eran los que producían la inflación. Ahora resulta que tenemos la muestra evidente, en este año y medio, con aumentos salariales por debajo del costo de vida y no es la causa de la inflación. La mediana y pequeña empresa, que son más inteligentes que los grandes empresarios, porque sabe que su suerte está ligada al consumo interno, saben que eso implicaría un esfuerzo, pero tendría el rédito de la reactivación de la demanda interna. El gran problema que tenemos los argentinos, el hambre que padecen muchos. El cierre de fuentes de trabajo y la retracción de la economía.

 A. D.: ¿Percibe un clima o un clima previo de nuevas medidas de fuerza, tipo un paro?

 H. Y.: No está en discusión un paro en este momento. Creo que eso tendría que ver con la evolución que vaya teniendo los próximos meses. Hay un deterioro que todo el mundo lo palpa, no solamente el INDEC, lo palpa la gente en la casa, en el barrio, en el bolsillo, el bolsillo dice que cuesta cada vez más llegar a fin de mes, hay caída del empleo, pronunciada, lo ha mostrado la estadística pública en el último mes, llegando a los dos dígitos en lugares claves como provincia de Buenos Aires, conurbano, Córdoba, Catamarca, Mar del Plata. La situación es grave, pero hoy por hoy no está en agenda la realización de un paro.

 A. D.: ¿Pero sí está prevista una marcha para el mes próximo o agosto, de las dos CTA?

 H. Y.: Está prevista la realización de una marcha que tendría una convocatoria multisectorial, aparte de las dos CTA.

 A. D.: Cuando uno está en Roma, uno imagina que está muy cerca del Papa Francisco. ¿Hay posibilidad de que usted tome contacto con él?

 H. Y.: Hoy tuvimos una actividad que fue realmente inusual. Por primera vez, los 1500 delegados del Congreso, delegados de la Central de Trabajadores de Italia, y los cerca de 70 representantes internacionales, tuvimos la oportunidad de estar en el Vaticano, en una suerte de inauguración del Congreso que hizo el Papa Francisco, que fue algo extraordinario. Tuvo un pronunciamiento del Papa, que seguramente, de un momento a otro, va a estar atravesando las agencias de noticias del mundo, en la cual el Papa hace una categórica condena a la política del neoliberalismo, que arrasa con los derechos de los trabajadores, donde reivindica y defiende el papel de los sindicatos. Expresó que no hay sociedad democrática sin sindicatos fuertes; que los sindicatos no pueden vivir al calor de los gobiernos, que tienen que ser capaces de plantear las críticas y las propuestas, aunque esto signifique tener que enfrentar al poder de turno. Creo que ha sido un pronunciamiento extraordinario, y además una experiencia totalmente inédita, no solamente para mí. Creo que es la primera vez que el movimiento sindical vive la apertura de un congreso como éste.