Héctor "Pelusa" Carrica estará siempre en el corazón de la militancia

Con raíces afianzadas en el peronismo revolucionario junto con su madre, Irma Laciar Carrica, también dirigente indiscutible del movimiento popular, fueron perseguidos durante el primer año de la dictadura militar de 1976, hasta que el 18 de abril de 1977, su madre, fue secuestrada por un grupo de militares, y se convirtió en una de las 30 mil personas detenidas-desaparecidas de esa escalada criminal. Héctor siguió sus pasos y su ejemplo lo llevó como bandera.

En la actualidad se desempeñaba en el Consejo Directivo Nacional de ATE, nunca abandonó la lucha, en una entrevista daba cuenta del compromiso que había asumido: “Cuando comprometes a tu casa y a tus hijos en la lucha popular, vos estás más allá de un montón de cosas. Es la integralidad, es la familia revolucionaria y eso es muy difícil de vencer; puede haber una dictadura, puede haber prácticas burocráticas, pero finalmente triunfa la gente, triunfan las convicciones”.

Adiós a un gigante que no nos abandonará nunca. Acompañamos en su dolor a su familia con un abrazo fraternal desde ATE Capital.