Intervenciones del diputado de la provincia de Buenos Aires por el Frente de Todxs y presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Honorable Cámara de Diputadxs del Congreso de la Nación, Hugo Yasky, durante la octava reunión de la Comisión de Juicio Político a los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

En el día de la fecha, se desarrolla el tratamiento del Fallo “Muiña” y la posterior ley conocida como del “2x1”, que beneficiaba con la reducción de la pena a genocidas presxs por haber cometido delitos de lesa humanidad durante el último Terrorismo de Estado en Argentina. Tras la masiva movilización popular en las calles de todo el país, la Corte Suprema debió revocar su aplicación en represores.

Nuestro secretario general de la Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina intervino con preguntas durante la presentación testimonial de Gladys Cuervo, enfermera del Hospital Posadas, víctima y sobreviviente del Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio “El Chalet”, quien en una nota citada por Yasky, publicada en el diario Página/12, con fecha 5 de mayo de 2017, expresó: “Llevo cicatrices en el cuerpo, pero fundamentalmente en el alma”.

Compartimos la desgrabación del testimonio de la jefa de enfermeras del servicio de traumatología del Hospital Posadas, Gladys Cuervo, con las preguntas de Hugo Yasky. Cuervo fue secuestrada por el grupo de tareas que se conoció como Swat y que integraba Luis Muiña, durante los años del Terrorismo de Estado.

Señorita Gladys Cuervo, en su condición de sobreviviente del Centro Clandestino de detención y tortura conocido como El Chalet, donde actuó la patota que se autodenominó Swat, integrado entre otros por Luis Muiña, en una nota que le hicieron a usted el 5 de mayo de 2017, en el periódico Página 12, usted dice: “Llevo cicatrices en el cuerpo, pero fundamentalmente, en el alma”.
Sé que estamos tratando de indagar en un fallo que fue de época y generó la movilización popular más grande que hayamos visto durante el período de gobierno del ingeniero Mauricio Macri, en la Ciudad de Buenos Aires, en la Capital Federal, pero también en todo el país. Quisiera preguntarle en su memoria, en su vivencia, quién fue Luis Muiña.

Luis Muiña integraba la patota paramilitar del centro de tortura y detención, denominada Swat, pero no era autodenominada, sino lo habíamos denominado nosotros los trabajadores del hospital, por una serie que había. Yo no la veía, pero los muchachos que la veían por eso le pusieron Swat.

¿Cómo reconoció a Muiña, en qué circunstancias?

Toda esa patota se paseaba impunemente por el hospital. Con armas largas, con botas, uniforme de fajina, fusiles al hombro. Eran totalmente reconocibles, estaban todos a cara descubierta. Aunque cuando a mí me tuvieron encerrada en El Chalet, se taparon las caras, yo les reconocí las voces. Soy enfermera, por eso estoy acostumbrada a reconocer las posturas de las personas, los modos, aunque estén cubiertos los pude reconocer.

En esos días en que estuvo secuestrada en El Chalet, sufrió torturas, distinto tipo de vejámenes. ¿En qué momento pudo denunciar lo que había sufrido?

En principio, en el juzgado de Morón, donde actuaba ad hoc el juez Ramos Padilla, después todo eso quedó en la nada hasta la Conadep. Lo denuncié en la Conadep y luego en el juicio a las Juntas.

A partir de ahí, usted fue parte de los testigos protegidos en la Conadep y ahí se reabre la causa.

A mí no me protegió nadie. Declaré en el juicio a las Juntas y mucho tiempo después de declarar, en el 2003, todos los juicios que habían quedado paralizados por la actuación Carapintada, en esas Pascuas, que Alfonsín dijo: “Felices Pascuas”, aunque yo reconozco a Alfonsín la virtud de haber hecho ese juicio que ningún otro lo hubiera hecho en el país. Por eso le agradezco a él. Después de las felices Pascuas, pasó mucho tiempo hasta que en el 2003 se reabrieron las causas. Y en el 2006 me convocó el Dr. Rafecas, que era el juez de Instrucción de la Causa Posadas.

Respecto a lo que sucede posteriormente, ¿es en relación con su causa, que a Muiña se le aplica el beneficio del 2x1?

Muiña había sido juzgado en el 22 que integraban el Dr. Gorini y el Dr. Giménez Uriburu, quienes en general eran muy benévolos con la gente del ámbito militar y le dieron 13 años. Ya llevaba algunos años detenidos y se los computaron, y para la fecha en la cual lo hacen pasible del beneficio del 2x1 él ya estaba en libertad condicional, trabajando en una empresa de seguridad y viviendo en una pensión.
Así que cuando yo lo escuché por televisión, primero sentí que me volvían a romper el esternón y las costillas a golpes. Cuando me recuperé un poco me puse a pensar: ¿Y por qué a este señor, que ya está afuera, le dan ese beneficio? Después me enteré, porque usted sabe que el sistema judicial es un sistema corporativo, y como es corporativo, a veces hay infidencias, entonces se cuelan cosas, así que me enteré que el Dr. Rosenkrantz, había instruido a dos de su vocalía, uno el Dr. Morgenstern, el otro no recuerdo, para que eligieran un caso. Además a Muiña no le correspondía el 2x1, no era para los juicios de lesa humanidad, era por la superpoblación de las cárceles.
Bueno, obviado eso, Morgenstern eligió a Muiña porque “nadie lo conocía”. Craso error. No era mediático, pero nosotros, los afectados por sus actuaciones, sí lo conocíamos.
A partir de ahí me hicieron muchas entrevistas, radiales, televisivas, y desnudé todo lo que había pasado en ese campo de concentración del que había sido partícipe Muiña. Después se hizo la marcha multitudinaria contra el 2x1 y se tuvo que retrotraer todo eso.

En esa nota, de Página 12 del 2017, el periodista o la periodista, pregunta: “¿Cree que es una amnistía encubierta?”.

Por supuesto, si hubiese pasado eso era una amnistía encubierta. Nadie ignora qué partido es el sucesor del partido militar.

Sobre la actuación de la Corte y acá por supuesto, no es una pregunta que tenga que ver con una cuestión técnica, lo que queremos saber es cuál fue el impacto de ese fallo en alguien que vivió lo que a usted le tocó vivir y qué sintió cuando vio la reacción de la sociedad, de los organismos de DDHH, del pueblo, que salió a la calle a expresarse contra ese fallo.

Bueno, lo que sentí cuando escuché a quién beneficiaba, ya lo comenté. Lo del acto, que presencié desde el palco, fue conmocionante. La cantidad de gente que había y cuando echaron a volar los pañuelos blancos …

El 4 de diciembre de 2018 la Corte decide dar marcha atrás con el 2x1 y después hay un fallo, que es el fallo Batalla, donde dos de los jueces de la Corte deciden esta vez, expresarse en sentido contrario. Relaciona esto con esa reacción popular, con la repulsa que se generó? ¿Cuál es la percepción que tiene usted?

Lorenzetti y Maqueda no habían votado en ese juicio, en esa selección del caso. Habían votado Rosenkrantz, Rosatti y Highton de Nolasco, que Highton de Nolasco se desdijo en ese acto de lo que había dicho antes, una cosa muy llamativa. Después me enteré que era para prolongar su estadía en la Corte porque ya tenía que jubilarse.

Bien, por mi parte, le agradezco mucho el testimonio y es un orgullo que haya sido parte de este juicio político.

Segunda intervención de Hugo Yasky durante el proceso de Juicio Político a la Corte y testimonio de Zulema Chester, hija de Jacobo Chester, trabajador del Hospital Posadas, desaparecido en el marco del Terrorismo de Estado. Chester es además coordinadora del Espacio de Memoria del Hospital Posadas "El Chalet", que fue el Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio por el que pasaron las y los trabajadorxs del Hospital Posadas.

Gracias Presidenta. Zulema, es un orgullo que estés participando en esta sesión. Sabemos que sos la hija de Jacobo Chester. Quisiera que nos cuentes quién fue Jacobo Chester y la memoria que tenés del momento de su desaparición.

Gracias, Jacobo Chester fue mi papá, era empleado del Hospital Nacional Antonio Posadas, un hospital nacional que fue tomado militarmente el 28 de marzo de 1976, y fue sede de un centro clandestino de tortura y detención, dentro del mismo predio del hospital. Por ese centro clandestino pasaron 13 trabajadores, entre ellos mi padre. Esta es brevemente la historia. Mi papá fue secuestrado en nuestro domicilio el 26 de noviembre de 1976. Sabemos, a través de las distintas investigaciones que se han hecho y por testimonios de Gladys Cuervo, que pasó por el centro clandestino del Hospital Posadas. Sabemos también que su cuerpo apareció flotando en el Río de la Plata pocos días después y nunca pudimos recuperar el cuerpo.

Dentro de esa estructura represiva, quisiera que nos digas quién era Luis Muiña.

Luis Muiña, en principio era civil. No pertenecía a ninguna fuerza armada. Era muy joven en ese momento. No sé si tenía 20 0 21 años y fue un integrante de la patota parapolicial, autodenominada “Swat”, que produjeron todos los secuestros tanto dentro del hospital como fuera del hospital. Era una persona que después siguió dedicándose a trabajos de seguridad.
Tenía también algunas denuncias por abusos y malos tratos. Y la Corte Suprema quiso luego, en la figura de él (nunca entendí por qué lo eligieron a él precisamente), gestar esto del 2x1, que nada, la verdad nos cayó muy mal.

¿Qué registro tenés de ese momento? Del momento en el que se enteran del fallo que favorece a Muiña y del momento en que se origina también, de conmoción en la sociedad y de la respuesta que se genera desde los organismos de Derechos Humanos, desde los sectores populares frente a eso?

Me gustaría decir que fui educada en un amplio sentido de respeto a las instituciones. Dentro de esas instituciones a la democracia, y entiendo que una de las maneras para garantizar un buen funcionamiento de la democracia es la independencia de los poderes. En ese sentido, entiendo que el 2x1 fue una aberración jurídica. Otra vez, yo tengo 60 años, a mi papá lo secuestraron cuando yo tenía 12 años. Tengo hijos que doblan la edad que yo tenía en ese momento y seguimos buscando justicia. Para que se grafique un poco, para que se entienda el entorpecimiento que esto significa en las distintas investigaciones y en las vías judiciales.
Por supuesto, creo que es muy importante nombrar y contarles, que paralelo a la aparición del 2x1, en el Hospital Posadas pudimos encontrar el cuerpo de un médico desaparecido, el Dr. Jorge Roitman, que el equipo de Antropología Forense pudo constatar que era él y que estuvo 40 años enterrado a 20 metros de lo que fue el centro clandestino del Hospital Posadas. Eso yo creo que de alguna manera también hizo que la sociedad pudiera captar y entender de qué se trataba este 2x1 nefasto que tanto entorpecía la sensación de justicia general.

¿En ese momento hubo alguna comunicación, siendo que Muiña tenía una estrecha relación con todas las aberraciones que sufrió tu papá, hubo alguna comunicación de algún miembro de la dirección de la Secretaría de Derechos Humanos, del Ministerio del Interior, del gobierno? ¿Hubo algún mensaje, algún contacto?

No recuerdo específicamente. Si recuerdo que distintas personas que nos conocían y que conocían nuestra historia dentro y fuera del hospital, se contactaron con nosotros. No sé si para explicarnos, porque me parece que es inexplicable, sí para prepararnos y que el golpe no fuese tan duro. No quisiera ser injusta, pero no recuerdo en este momento no recuerdo a nadie de alguna institución oficial que se haya contactado con nosotros.

Por mi parte, por ahora termino con esta pregunta. ¿Actualmente realizás tareas como parte de la dirección de Derechos Humanos del Hospital Posadas? ¿Nos podés contar?

Sí, en este momento soy coordinadora del espacio de Memoria que tiene el Hospital Posadas, que funciona obviamente en El Chalet que fue el centro clandestino de tortura, detención y exterminio, por el que pasaron los trabajadores del Hospital Posadas.

Bueno gracias, y un ejemplo a seguir por todos los que en la Argentina queremos que siga habiendo justicia independiente y democracia.

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