En el marco del Día Internacional del Trabajo Sexual, el 2 de junio, AMMAR desarrolla en la CTA el 2° Congreso Nacional por “Derechos Laborales para lxs Trabajadorxs Sexuales”.

Las actividades tienen lugar en el auditorio del subsuelo de la Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina, el jueves 1 y el viernes 2 de junio, con las intervenciones de la secretaria general de AMMAR, Georgina Orellano, compañerxs que integran el gremio y paneles de especialistas en derechos laborales, investigadorxs, legisladorxs, diputadxs y periodistxs. Durante la primera jornada, se contó a su vez con el saludo del secretario general de la CTA, Hugo Yasky.

Para dar la bienvenida al Congreso, expresaron unas palabras a lxs presentes la abogada, militante feminista y legisladora de la Ciudad de Buenos Aires por el Frente de Todxs, Lucía Cámpora; Vanina Escales, ensayista, periodista, activista feminista y trabajadora por los derechos humanos, integrante del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y una de las fundadoras del colectivo Ni Una Menos; la diputada Nacional del Frente de Todxs, militante de La Cámpora y licenciada en Ciencia Política, Florencia Lampreabe, y la secretaria general del sindicato de trabajadorxs sexuales de Argentina (AMMAR), Georgina Orellano.

“Felicitarlas y reconocer el trabajo de Georgina y de cada unx de ustedes, porque una organización, como es un sindicato, un espacio de representación y construcción política es solamente posible cuando se hace de manera colectiva, y el trabajo que cada una de ustedes le pone para hacer crecer a esta herramienta que eligen, que construyen, que es la representación de las compañeras que ejercen el trabajo sexual”, expresó la legisladora Lucía Cámpora, y agregó: “Para nosotras, como militantes políticas del campo popular, como militantes feministas, se volvió ineludible esa alianza que tenemos que tejer con compañeras por distintos motivos, esencialmente porque coincidimos en la necesidad de un proyecto político de inclusión y de justicia social”.

Por su parte, Vanina Escales, señaló que “las violaciones a los derechos humanos se dan por procesos de consenso social. La sociedad dice qué vida vale más que otra. A qué vida vamos a acompañar de mejor modo que a otra y a cuáles vamos a no acompañar, o a marginar. El trabajo de AMMAR, de una organización social, es lo único que puede torcer ese tipo de consensos sociales, que puede marcar un sentido distinto a esos acuerdos sociales, que no están escritos en ningún lado pero que los sentimos todos los días, y lo sienten ustedes todos los días, cada vez que salen a trabajar o cada vez que defienden su trabajo”.

Florencia Lampreabe manifestó que lxs trabajadorxs sexuales “no tienen sus derechos sociales y laborales reconocidos y esto también lxs somete a otro tipo de violencias, persecuciones e injusticias”. Y agregó: “Cuando hablamos de feminismo popular, que incluye a todxs las compañerxs, en su diversidad, en sus realidades afectivas y con el aporte sustancial, muchas veces invisibilizado, que hacen a la vida, a la sociedad, aún en tiempos de crisis, parando la olla, cuidando de otrxs, tejiendo redes solidarias, en muchos casos también organizándose para defenderse y para sobrevivir en las malas, y cuando estamos un poco mejor, reunimos un poco más de fuerza para empujar las transformaciones y conquistar nuevos derechos. Si bien el panorama ahora no se presenta muy alentador, tenemos un piso de organización y de derechos conquistados muy importante del que no queremos bajar, y tiene que ser el punto de partida para ir por los derechos que todavía nos son negados y para poder construir el futuro que deseamos. La historia nos ha demostrado que el pueblo tiene el poder de salvar al paueblo”.

Georgina Orellano rememoró: “Cuando AMMAR inicia su proceso de sindicalización, había algunos dirigentes, que no están en esta CTA, por suerte, que decían ‘AMMAR nació para un día morir’. Y hace 28 años que estamos organizadxs. Nosotras queríamos transformar nuestras vidas, la vida del sindicato, discutir desde la carta de principios, el estatuto, ir modificando algunas cuestiones, que se fueran adaptando más a la realidad y a los nuevos contextos, no solamente sociales sino los que aparecen dentro de nuestro trabajo. AMMAR nació conteniendo la realidad de lxs compañerxs que trabajamos en la calle y nos dimos muchas discusiones en los congresos para poder incluir a lxs compañerxs del colectivo travesti trans, para poder modificar el estatuto y permitir la sindicalización de lxs compañerxs que trabajan en departamentos privados, para escuchar también la demanda de lxs compañerxs que trabajan en bares, que han traido la discusión al sindicato, justamente cuando en el 2016 empezó una avanzada de políticas antitrata, que terminaron criminalizando y cerrando un montón de espacios de muchxs compañerxs”.

“Esos debates nos hicieron mejores compañerxs, nos hicieron mejores personas, nos hicieron mejor militantes. Escuchar, aprender y no solamente quedarnos en los ‘90 con lo que fue el sindicato, sino abrirnos a la posibilidad de seguir creciendo, de seguir ampliando el alcance y el territorio donde estamos a nivel nacional y sobre todo seguir generando mayores consensos que hagan que AMMAR sea un paraguas, como nuestro símbolo, que abrace la lucha de todxs lxs compañerxs que ejercen el trabajo sexual en este país, independientemente de su identidad de género y en qué modalidad ejerza el trabajo sexual. Entender que trabajes en la calle, en un departamento, en una plataforma virtual, todxs estamos atravesadxs por la falta de derechos, el estigma, la discriminación y eso es lo que nos tiene que unir justamente para que nuestro trabajo sea reconocido, para tener derechos laborales como obra social y jubilación, para ser escuchadxs, para poder acceder a políticas públicas que no tenemos, acceso a la vivienda, a la educación, a una salud integral. Que dejen de mirarnos a nosotrxs como sujetxs de focos infecciosos, que nos tiren desde el Ministerio de Salud preservativos. Queremos políticas que vayan más allá y es la tarea que tenemos que hacer todos los días en el sindicato, en nuestras casas, en el barrio, en los espacios feministas y en la CTA misma, que es ir deconstruyendo prejuicios, una tarea imprescindible, la ‘pedagogía puta’, que es explicarle al otro, desde la sensibilidad y la amorosidad, nuestro trabajo. Y no enojarnos. Con la única persona que nos tenemos que enojar es con la policía, con todo el resto, tenemos como tarea militante sensibilizar al companerx e invitar a sindicatxs hermanxs a que vengan a conocer el pedazo de organización que tenemos. Tenemos una escuela primaria, comedores comunitarios, un centro de salud”, remarcó Orellano.

Por la tarde, luego del almuerzo, la antropóloga del CONICET, Cecilia Varela, expuso sobre "Modelos Jurídicos en torno al trabajo sexual", y hubo intercambio de opiniones y experiencias de les trabajadorxs sexuales de todo el país.

El secretario general de la CTA, Hugo Yasky, saludó el encuentro y felicitó la participación de Georgina Orellano en la organización sindical y celebró su crecimiento dentro de la Central. “AMMAR es una organización que nos acompaña desde hace muchos años. Georgina es una compañera de fierro, que ha crecido mucho en cuanto a organización y es importante que en la Central de Trabajadorxs ustedes ocupen un espacio. Es un orgullo que estén aca, que sigan creciendo, con la Casita de Constitución, ese espacio propio que ustedes han construido”, destacó Yasky, y recordó que la lucha de lxs compañerxs de AMMAR fue fundamental en el logro de la paridad de género en la Central.

En el Día Internacional de lxs trabajadorxs sexuales, el viernes 2 de junio, habrá una “Putyfiesta” a las 22:00. Mientras que el sábado 3, como cierre del encuentro, lxs compañerxs se reunirán en Casa Roja (Filiberto 1745, Constitución, Ciudad de Buenos Aires) para marchar juntxs en el Ni una Menos del 3 de junio 2023.

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