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SECRETARIO GENERAL DE LA CTA DE LXS TRABAJADORXS Y DIPUTADO NACIONAL
Discurso completo de Hugo Yasky en el plenario de la CTA en Avellaneda
Bueno, compañeras, compañeros, gracias, una inmensa emoción. Miren, les voy a confesar, tengo unos cuantos discursos en plenarios, pero éste, con esta mujer, hay que estar. Pero, también les tengo que decir otra cosa. Lo hablábamos hoy con lxs compañerxs, cuánto tiempo soñamos, un plenario así, con la compañera Cristina presidiendo.
Así que un orgullo. Siento que estamos en un día muy importante para los trabajadores, las trabajadoras, y que no es un hecho menor que aquí estén los compañeros y compañeras de la CGT, Pablo Moyano, Sergio Palazzo, Paco Manrique, Víctor Santamaría, Vanesa Silei, Omar Plaini, Walter Correa, y quedan muchos más porque hay más compañeras y compañeros, pero no son cualquier compañero o compañera. Son lxs compañerxs que lucharon con nosotros, con los que estuvimos juntos, bancando la resistencia al gobierno de los ricos para los ricos. Los que estuvieron en la calle, los que no hicieron cálculos ni sacaron cuentas. Los que decidieron que había que estar poniendo el cuerpo para bancar un momento muy difícil.
Recibimos el saludo de la querida Hebe, de Tati, de Estela Carlotto, y eso para nosotros siempre es un orgullo, porque esas mujeres son la brújula. Sabemos que cuando avanzamos en el sentido en el que ellas lo indican no podemos equivocarnos nunca. Ellas son las que posibilitaron el inicio de una batalla que terminó en la derrota cultural del genocidio y nosotrxs a esas mujeres las veneramos intensamente. Por eso es un orgullo.
Están acá empresarios y empresarias del movimiento Pyme, del movimiento Producción y Trabajo, son con los que tenemos que construir y seguir profundizando este proyecto de sacar a la Argentina del cráter de la especulación financiera, de sacar a nuestro país, de ese pantano en el que nos metieron los que supuestamente venían a modernizar el país, a darnos una economía pujante, sana, bueno, nos dejaron en el peor de los mundos.
Una deuda externa bochornosa, escandalosa, pero además nos dejaron un país con decenas de miles de pymes destruidas, un verdadero cementerio de empresas Pymes. Y estos compañeros están acá. Quieren participar de esto que es un plenario de los trabajadores y quieren escucharla a Cristina porque saben que tenemos que construir una articulación, una sociedad, una fortaleza que nos permita enfrentar las políticas de la especulación financiera, del hambre, de la exclusión.
Están acá también referentes del mundo social, de los movimientos sociales, del cooperativismo. Y tengo que decir está también, lo voy a nombrar en primer lugar, al compañero Axel Kicillof, este gobernador bonaerense, que es un orgullo, que demostró que la provincia de Buenos Aires puede ser gobernada sin que haya un solo conflicto sindical. Es la primera vez en muchos años que hemos logrado tener paritarias, todos los gremios, mirá que hay de todo en la provincia y pudimos hacerlo.
Y están los compañeros y compañeras intendentes de la provincia de Buenos Aires. Ahí lo veo al presidente de la FAM (Federación Argentina de Municipios), compañero Fernando Espinoza y a otros intendentes y están los compañeros y compañeras con los que compartimos la banca de diputados y los diputados bonaerenses, y hay concejales y hay mujeres que luchan todos los días, como Cristina Álvarez Rodríguez, y veo a otros compañeros y compañeras ministras, no los voy a nombrar porque me voy a olvidar de algunx. Y alguno podrá decir pero bueno, esto es un plenario de una central sindical. Y nosotros entendemos que no hay absolutamente ninguna contradicción. Nuestros viejos líderes sindicales del anarcosindicalismo decían independencia del patrón, decían ni Dios ni amo, y nosotros reivindicamos esa independencia, pero hacemos una diferencia. La independencia es de la clase dominante, la independencia es del poder fáctico, la independencia es de los factores de poder que tratan de limitar la capacidad de acción de los gobiernos populares.
En el año 2008, cuando fue el conflicto que envolvió al país en una disputa muy fuerte, nosotros teníamos claro que no podíamos ser neutrales, que no podíamos confundir la independencia con la autonomía de clase. Cuando uno tiene autonomía de clase elige dónde se para en un conflicto y no es neutral. Y por eso nosotros somos parte del Frente de Todos, y por eso reivindicamos a Cristina Kirchner como la figura más importante de la política en todos estos últimos años.
Eso es bien de nuestras marchas y de nuestra alegría y nuestra fuerza, porque no hay que perder la alegría. Ninguna lucha tiene sentido si además no le ponemos la alegría, si no le ponemos convicción, si no le ponemos amor. Por eso están demostrando las mujeres ser mejores en la conducción política. Además de otros atributos.
Y acá están entre todos y todas para nosotros hay también una compañera que no quiero dejar de nombrar, que ahora estaría acá con nosotros, la compañera Milagro Sala. Le mandamos desde acá, Milagro, seguramente estará mirándonos, un abrazo fraterno, para volver a reclamar su libertad.
Para Milagro la Libertad, así es, y vamos a seguir peleando para que Milagro vuelva a estar libre.
Recordar también a un compañero que hace muy poquito nos dejó. Un enorme compañero luchador, de la Unión Obrera Metalúrgica, en aquel Villazo, que hizo historia, el compañero Victorio Paulón.
Están con nosotros, como están con nosotros, los compañeros y compañeras que dieron la vida luchando por la clase trabajadora, por el movimiento popular, y tenemos la certeza que en este lugar, en Avellaneda, cuando empezamos a imaginar los primeros pasos, los primeros minutos de este plenario, sabíamos que íbamos a tener la posibilidad de reflexionar sobre el momento que estamos viviendo.
Acaba de triunfar nada más ni nada menos, que el compañero Petro en Colombia. Y fíjense ustedes, Colombia junto con Chile fueron los dos países que trataron de mostrar como el modelo que tenían que seguir las sociedades de América Latina. Los dos países donde el neoliberalismo se ensañó de la manera más sangrienta, pero también tienen otro rasgo en común. Los dos países donde el triunfo popular estuvo precedido de la movilización de la lucha de un pueblo que de manera aguerrida, consciente y unido, peleó en la calle para construir la derrota de la derecha y de los neoliberales.
Y yo creo que esto es importantísimo. Veía el video de la CTA, hermoso, donde veía los compañeros de la Corriente Sindical, de la CGT, del Frente Sindical para el Modelo Nacional, a los compañeros de las regionales, con los que luchábamos juntos y cuando empezamos a luchar, recuerdo las primeras marchas, de entrada nomás, cuando la encarcelan a Milagro, no habían pasado muchos días de haber asumido el gobierno, y atrás de eso empiezan los despidos de los compañeros estatales, la grasa militante, recuerdo a otro gran compañero, el Nono Frondizi. La primera marcha que hicimos con el Nono, frente al Centro Cultural Néstor Kirchner, justamente, porque fue el primer lugar donde despidieron a nuestras compañeras y compañeros y en ese momento salimos a luchar casi instintivamente y en soledad. Y sabíamos que de todas formas tenía un sentido hacerlo, que era preservar una llamita encendida, porque cuando Cristina, en el último discurso en Plaza de Mayo. Una cosa impresionante. Una plaza llena, una Presidenta que dejaba su mandato y nos señalaba un camino porque nos estaba diciendo: “Lo que nosotros construimos no lo podemos abandonar, no lo podemos ceder”. Y la forma de no cederlo era justamente estando en la calle.
Recuerdo algo que falta en el vídeo, porque todo se hizo corriendo contrarreloj, creo que no está, porque lo buscaba, el acto en Comodoro Py. No está, 13 de abril del año 2016. Una madrugada a las 4 de la mañana, bajo la lluvia, que yo pensé, cuando dijimos ir a esa hora, digo, estamos locos. Vamos a estar diez tipos bajo la lluvia y había una multitud. Nos costó llegar, bajar del auto, acercarnos, entonces uno sintió en ese momento que algo empezaba a pasar, que algo se empezaba a resquebrajar, pero no tuvimos claro qué era hasta que habló esta mujer, porque fíjense, yo hubiese hecho un discurso hablando de la resistencia. Cristina estaba mirando un paso más allá. Cristina habló de la unidad ciudadana, Cristina habló que teníamos que construir la salida política, que la resistencia era necesaria, imprescindible, con la movilización popular, pero que sin la construcción de un horizonte de salida política que permitiera sintetizar esa fuerza, quedábamos encerrados en un callejón sin salida. Y eso es lo que nos abrió el camino. Poder tener resistencia, pero poder tener la construcción política, porque lamentablemente, la movilización en sí misma, muchas verdes termina siendo aprovechada por la derecha, cuando no tiene un horizonte de salida, cuando no tiene un horizonte de proyecto común, para poner a un pueblo de pie.
Tuve el orgullo de ser diputado la primera vez, siendo parte de Unidad Ciudadana, después fuimos Frente de Todos, pero porque fuimos creciendo y ensanchando ese camino de unidad. Una unidad que tenemos la obligación de defender, pero defender la unidad no es hacer silencio para ser parte de un conglomerado que no tiene voz. Defender la uinidad es levantar la voz, defender la unidad es decir las cosas que no andan bien y las cosas que tienen que andar bien. Defender la unidad es tener la capacidad de escuchar a nuestra gente, a nuestros compañeros, compañeras, de ser capaces de entender cuáles son las cosas que estamos haciendo mal, cuáles son los problemas que tenemos que resolver y ser capaces de poner eso en discusión. Lo más confortable sería guardar silencio y no aceptar en ningún momento eso que ahora muchas veces se plantea que es el tema de la correlación de fuerzas.
Ser capaces de advertir cuál es la correlación de fuerzas, tiene sentido si es para imaginar los caminos para modificar esa correlación de fuerza, a favor de los sectores populares. Elegir una relación que nos resulte confortables, mientras, lo sabemos, una inmensa cantidad de hogares en la Argentina, todavía padece para llegar a fin de mes, digo todavía, porque gobernamos nosotros. Si gobernaran los otros, los que hicieron de este país una destrucción, emplearía otro término.
Entonces estas cuestiones nos interpelan porque nosotros sabemos la disputa y los límites que nos quieren meter los que quieren llevarnos a una Argentina destruida. Ayer había un artículo muy bueno de Zaiat, donde plantea que hay sectores que están interesados en corridas cambiarias, en sembrar el pánico, el fantasma del default, otros diciendo que van a hacer corralito, y algunos diciendo que vamos a entrar en el default de la deuda en pesos. Otros aumentando los precios, y otros riéndose a carcajadas, de que el remedio para la inflación es aumentar los precios. Entonces en ese contexto está claro que quieren todavía agigantar más los problemas que tenemos, que quieren todavía hacer más duro el padecimiento y generar el pánico, que después justifique, decía Zaiat, las políticas de shock, las políticas de ajuste brutal, las políticas que, en condiciones normales, nuestro pueblo jamás aceptaría.
Ayer hablando con un compañero nuestro de Colombia, me decía que en Colombia la cobertura jubilatoria es del 20%. Solamente el 20% de las colombianas y colombianos que trabajan toda su vida, después tienen el derecho a la jubilación. Y el trabajo registrado prácticamente no existe. Entonces está claro que para llevar a la Argentina a una situación similar, existiendo un movimiento obrero como existe en la Argentina, existiendo el movimiento social, existiendo los organismos de DDHH, existiendo la cultura del peronismo, acá me lo dice Cristina, y existiendo el peronismo, es imposible que esas políticas puedan abrirse paso. Pero para que esto no suceda no nos tenemos que dejar vaciar desde adentro.
Yo lo viví dolorosamente en el momento en que la destituían a Dilma, cuando íbamos a Brasil, ya en los últimos tiempos de la resistencia y las marchas eran cada vez más flacas, más esmirriadas y los compañeros me decían, nos vacío por dentro el haber aplicado durante nuestro propio gobierno, algunas políticas que estaban demasiado lejos de lo que nosotros tendríamos que haber hecho y demasiado cerca de lo que los neoliberales querían.
Entonces nosotros tenemos que luchar contra ese enemigo que tenemos del lado de enfrente que quiere limitar los movimientos y la capacidad de los argentinos de tener un país con empleo, con derechos, pero también tenemos que luchar contra la tentación de creer que si solamente logramos administrar los tiempos resolvemos los problemas. Eso nos puede vaciar por adentro, eso puede hacer que muchos que creen en nosotros dejen de hacerlo y ese es el peor enemigo que tenemos que derrotar. La resignación y el confort con la limitación.
Y en ese sentido nosotrxs, como trabajadorxs, como movimiento sindical, tenemos una tarea enorme. No podemos dejar de plantear aquellas cuestiones que son imprescindibles. No podemos dejar de pensar que eso que nos permitió acortar los tiempos del sufrimiento de nuestro pueblo, porque quien gobernó la Argentina para los ricos tuvo un solo mandato y luego fue derrotado, es la movilización popular, es nuestra presencia discutiendo y también nuestra presencia en la calle. Eso tiene que estar presente en estos tiempos.
Necesitamos recuperar la movilización de nuestro pueblo, la presencia de nuestro pueblo y de los trabajadores en la calle, para luchar por objetivos que tienen que ver con construir la posibilidad de abrir en esta crisis, espacios que nos permitan no quedar encerrados en el juego que ellos nos proponen que es la asfixia de la economía, que es la especulación financiera, que es el aumento desmedido de los precios, que es la remarcación permanente, que es convencer a los trabajadores que aunque tengan paritarias no les sirve de nada porque a los tres meses se lo comieron.
Ellos nos quieren convencer que hagamos lo que hagamos vamos a perder. Es la vieja política de la clase dominante en la Argentina. Siempre perdemos y nosotros tenemos que demostrar que no.
Tenemos que demostrar que si nacimos a la vida política un 17 de Octubre de 1945, en un acto de rebeldía, fíjense qué correlación de fuerza desfavorable que teníamos, Perón encarcelado, la oligarquía mandando, la prensa diciendo que el que saliera a la calle tenía que ser metido preso y sin embargo en esa correlación de fuerza, el pueblo argentino, los trabajadores, la clase trabajadora, no pensó en reunirse con los empresarios a ver si podían acordar condiciones para que el líder saliera. No pensó en un habeas corpus. El pueblo salió a la calle y cuando el pueblo salió a la calle, el propio Perón, que estaba pensando quizá que su destino iba a ser poder vivir con Eva ese amor que tenían, el propio Perón encontró que la libertad surgía de un acto de rebeldía, de los que hasta ese momento eran negados como ciudadanxs. La clase trabajadora en un acto de rebelión le dio la libertad a Perón y si nosotros tenemos eso como referencia tenemos que pensar que no hay nada, ninguna fuerza, ninguna adversidad que nos ponga freno si tenemos la determinación de luchar por eso que se llama Justicia Social. Justicia Social es la posibilidad de sentir orgullo de lo que construimos.
El otro día yo lo decía en la Cámara de Diputados. Se publicó un ranking donde la Universidad de Buenos aires aparece en el tope absoluto. No hay ninguna otra universidad de América Latina como la Universidad de Buenos Aires. Mejor que las privadas. Y eso lo construimos como parte de la lucha del pueblo. Eso empezó con la reforma universitaria y siguió con Perón cuando dijo que la Universidad es pública para que cada hijo de trabajador y trabajadora pueda estar.
Y ahora resulta que tenemos algunos de estos de los sagrados miembros de la familia judicial, que dice que los derechos son muy caros y que por lo tanto no deberíamos tener tantos derechos. Nosotros decimos que los derechos forman parte de nuestra cultura política, los derechos forman parte de eso que no pudieron derrotar ni tirando esas bombas que tiraron en aquel famoso bombardeo sobre Plaza de Mayo, ese nudo que todavía existe y del que formamos parte nosotros y que tenemos oque defender.
Por eso nosotros tenemos que estar en condiciones de decir que es necesario recomponer el ingreso de nuestros compañeros trabajadores y trabajadoras, es necesario un aumento como lo dio Néstor a través de una suma fija. Acortar los tiempos de la recomposición y después discutir en paritaria, pero no podemos tener compañerxs que no puedan llegar a fin de mes teniendo empleo. Y esto es para fortalecer nuestro gobierno. Es para sentir que nos tenemos que poner de pie, que no tenemos que empezar a dejar de ser macerados en ese caldo de los medios hegemónicos y de los que nos venden el imposibilismo como única salida.
La resignación, el agachar la cabeza, el pensar que en otras partes de América Latina se pudo, pero que acá no se va a poder. Acá tenemos toda la capacidad, acá tenemos la fuerza de la clase trabajadora, la CGT, la CTA, los movimientos sociales, acá tenemos compañerxs dispuestos a pelear y tenemos una compañera que si condujo nuestra lucha, nuestro horizonte de construcción, después que Néstor nos dejó, que si pudo tomar el timón y llevarlo adelante, tenemos que estar convencidos que de aquí en más vamos a salir como siempre salió el pueblo argentino. De pie.
Vamos a salir a la calle. (Aplausos). Vamos a decir que no hay derrota, porque cuando los trabajadores tienen una síntesis política, y una conducción es posible construir la libertad y la liberación de nuestro pueblo.
Fuerza compañeras y compañeros.
Viva la Argentina.
Viva la clase trabajadora.
Viva la compañera Cristina.
Viva la Patria.