La Secretaría de Ambiente, Cambio Climático y Transición Justa de la CTA, que conduce Silvana Franco, realizó una charla sobre soberanía energética y ambiental con la participación de Diego Hurtado, ex secretario de Planeamiento del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación del Ministerio de Ciencia de la Nación; y Mariano Barrera, ex integrante del directorio de Enarsa.

El encuentro tuvo la finalidad de armar una agenda de actividad política para el sector, en el marco del contexto que está atravesando el país y la región. Se habló sobre transición energética, energías renovables, energías limpias, energía verde y política nuclear, entre otros temas.

Diego Hurtado es también físico y docente en la Universidad Nacional de San Martín e investigador del CONICET, espacio en el que investiga sobre la historia de la Ciencia y la Técnica en América Latina y la historia política e institucional. Fue, asimismo, presidente de la Autoridad Regulatoria Nuclear hasta su regreso a la academia en 2015. Se refirió a que “así como hay dos proyectos de país, hay dos paradigmas de transición energética en disputa, en nuestro país y en la región. Yo lo llamo transición corporativa, lo que promueven los organismos de gobernanza global con las economías centrales, con las corporaciones que en este caso incluye los Fondos Buitre, como en el caso del litio donde tenemos a Blackrock con el bono de deuda y atrás de Livent, donde es accionista mayoritario, que es la empresa que hoy explota el litio en Catamarca. Lo que puede llegar a ser para nosotros un recurso natural para acompañar un proyecto de desarrollo hoy está en mano de lo que llamo el paradigma de la transición corporativa”.

“La transición corporativa hoy promueve, en países como el nuestro, cómo una política energética que tiene que ser vector de industrialización y de desarrollo de capacidades tecnológicas autónomas, se los transforma en un negocio financiero. Es decir, el impulso de la financiarización de una política energética que pierde dimensión industrializadora, de generación de capacidades tecnológicas para transformarse en timba financiera y negocio en todo caso industrial tecnológico para las grandes corporaciones. Y la Argentina, a través del Plan RenovAr (programa de abastecimiento de energía eléctrica a partir de fuentes renovables) transformándose en un país comprador de tecnología llave en mano y generador de negocios financieros”, agregó Hurtado.

Mariano Barrera es también profesor de Ciencias Políticas en la UBA e investigador del Conicet y del Área de Economía y Tecnología de la FLACSO e integrante del Centro CIFRA-CTA. Durante el encuentro, explicó: “En el plano internacional, utilizaron la movida renovable para dinamizar industrias que ya estaban quizás en caída en países desarrollados. Esto potenció nuevas industrias. No casualmente la agenda internacional habla de economía verde, o de generación limpia, verde, y excluye a las represas hidroeléctricas. Sólo incluye a las de pequeña potencia. Cuando en realidad, es cierto que generan, en algunos casos, desplazamientos poblacionales o problemas de modificación en el ambiente, pero eso impide también que nosotros podamos aprovechar los recursos naturales que tenemos”.

“Entonces, cuando algunos plantean de copiar la agenda internacional y no ven la fuente de energía que tenemos, los recursos y las capacidades industriales, entramos en estos problemas. Desde Enarsa, teníamos la construcción de las represas. Hubo muchos problemas geopolíticos donde ciertos sectores del gobierno se oponían al financiamiento chino y eso trabó por varios meses ese tipo de financiamiento. En la construcción del gasoducto vemos que lo que permite es ingresar en términos de soberanía en una nueva etapa en la Argentina a partir de autonomizarse de los ciclos externos de los combustibles fósiles, en la medida en que íbamos a un proceso en donde dejar de importar energía de forma estructural, importar nada más en los picos de invierno donde tenemos una curva de consumo muy alta por las características climáticas, íbamos hacia un esquema de garantizar el abastecimiento durante casi todo el año, con posibilidades de exportar, sin hacer grandes infraestructuras en los períodos en que consumimos poco, en verano, y dejar una pequeña ventana de importación de gas licuado en el invierno, en julio y agosto que son los períodos críticos, y bueno, ahora con esta nueva etapa parece que todo esto se frena, por las complejidades que vienen en el próximo año, con la nueva política", detalló Barrera.

También estuvieron presentes Valeria Geldres, secretaria de Género de CTA Río Negro y secretaria gremial del Sindicato de Trabajadores Judiciales de Río Negro (Si.Tra.Jur.); Martín Fioretti, subsecretario de Educación Ambiental y Desarrollo Sustentable del Suteba; Yamile Socolovsky, secretaría de Géneros y Diversidad de la CTA; Andrés Larisgoitía, director de la Secretaría de Relaciones Internacionales de la CTA, y Remigia Cáceres, secretaria de Discapacidad de la CTA.

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