AMMAR cumplió 30 años

Imagenes: Gala Abramovich

El acto tuvo la presencia de las referentes de las once filiales que tiene el Sindicato en el país, cerró con un show especial de la gran Soy Vedette, musicalizó el evento Zepe Qu y fue acompañado por una exposición de fotos de parte del proyecto Archivo Puta de María Riot.

La secretaria General de AMMAR, Georgina Orellano, reivindicó a las personas que, como parte del Sindicalismo, del campo de los derechos humanos y la academia, “han sido alianzas fundamentales en nuestra lucha”. Entre ellas estuvo presente el Secretario General de la CTA y Diputado Nacional, Hugo Yasky, quien destacó la importancia de contar en la Central con un sindicato como AMMAR que, desde hace 30 desafían las condiciones más adversas para defender los derechos de las trabajadoras sexuales.

"En un contexto de mucha hostilidad, precariedad y crueldad que atravesamos como sociedad, para nosotras no es menor que nos encontremos en la Facultad de Sociales conmemorando 30 años de trabajo en el Sindicato que supimos construir. A pesar de las adversidades, los retrocesos, de leyes con tinte punitivista, de la criminilización que se ha desplegado en los últimos años, eso no ha sido nunca motivo para abandonar la lucha sindical. Todo lo contrario, cuando ha habido más represión, más criminalización, mayor persecución policial, han sido los momentos en los que hemos recibido a más compañeras y compañeros queriendo organizarse y entender también cuál era la mejor respuesta a esa ley que nos prohibía ejercer el trabajo sexual, a esa normativa que equiparaba trata con trabajo sexual, que iba criminalizándonos, generando mayor clandestinidad en nuestro trabajo y en nuestras vidas", expresó Georgina Orellano, secretaria General del gremio de lxs trabajadorxs sexuales, AMMAR.

"Nuestra experiencia es lo que tenemos para aportarle a los demás sectores sindicales, sociales, feministas. Para nosotras, siempre la hostilidad y la crueldad han sido momentos no de repliegue, sino todo lo contrario, han sido de mayor respuesta sindical. Han sido los momentos en los que hemos salido con muchas más respuestas, convencidas de que nuestro horizonte tiene que ser con derechos laborales, no solamente para lxs trabajadorxs sexuales, sino para todos los trabajadores y trabajadoras de la informalidad, que no tenemos la posibilidad de expresar lo que significa vivir en un estado de derecho. Vivimos permanentemente en un estado de persecución policial, represivo, punitivo, un Estado que lo único que ha sabido hacer con nosotras es respondernos a través del derecho Penal", agregó.

Para concluir, señaló: "Conmemorar 30 años de lucha y organización en este contexto, tiene un significado mucho más valioso, no solamente para nosotras, sino para todxs nuestrxs aliadxs que pudimos construir. Esperamos que podamos seguir celebrando muchos más años, pero que esta celebración venga acompañada de políticas públicas, con un Estado presente, y sobre todo que venga acompañada de legislaciones favorables para el movimiento de trabajadoras sexuales".

Crónica de una jornada agitada

Rebe, referenta de AMMAR Internet y conductora del programa radial de AMMAR “Con Final Feliz”, que se transmite por Radio Central, la Radio de la CTA-T, estuvo a cargo de recibir ese día a las compañeras y nos contó cómo encaró esa tarea.

“Es Viernes 5am. Norma Torres, la referente histórica de Entre Ríos, manda un mensaje al grupo de whatsapp dando aviso de que llegó a la terminal de Retiro. La esperaba para eso de las 6am. Me despido de mi cliente y encaro para el subte hasta Retiro. Normita me está esperando en la plataforma cuarenta y nueve. Para que todo eso se diera, muchos meses antes las compañeras pusieron de su bolsillo para pagarse el boleto, muchas otras le pidieron a aliados, otras no pudieron venir porque tienen muchas bocas que alimentar. Pienso todo esto mientras me voy acercando. Invito a Norma un cafecito y me pregunta si traje mate. Le respondo que sí, pero la invito igual al barcito para comer unas ricas medialunas.

La mañana va pasando y llega Lolo de AMMAR Córdoba. Me pide que la acompañe al baño para cambiarse y luego hace una videollamada con su compañera que le muestra cómo van cocinando en la filial para las familias del barrio una rica olla popular. Me quedo dormida en la silla y Lolo me saca una foto en donde al parecer duermo con la boca abierta. En eso llega Miriam Auyeros, otra histórica de Rosario y ríen las tres a carcajadas tan fuertes que despierto asustada y se ríe todo el bar en conjunto. Parece que las trabajadoras sexuales nunca pasamos desapercibidas. En eso vuelvo a dormitar un poco y va llegando la hija de Mónica Lencina, una trabajadora sexual histórica también que se nos fue el año pasado. Tengo el gusto de conocer a Pamela Lencina que es igual a su madre y que lleva su legado.

Se me quita el sueño porque Norma Torres nos relata cómo la organización nació en los calabozos, y los treinta días allí adentro, la Miriam habla sobre Sandra Cabrera, su compañera asesinada por la policía por denunciar trata de personas, y cuánto ha crecido la organización, pese a no tener derechos laborales, parece que esta batalla nos encuentra más unidas que nunca. Lo que yo pienso cuando veo que mis compañeras van presas, esa sensación de estar sola en esto, y que solo sucede en Constitución desaparece cuando escucho a mis compañeras de las provincias. Y me replanteo que Argentina no es Capital federal, me replanteo que nosotras somos putas federales y que esa es nuestra identidad, somos putas sindicalistas. Llegó la Turca de San Luis así que encaramos para el hotel que nos dio ATE ‘Hotel 27 de junio’. Mientras nos vamos acercando, Norma nos dice que ella ya estuvo en ese hotel y que rumbo a Mar del Plata hicieron un canto con la música de Diego Torres y lo canta: ‘Saber que se puede, querer que se pueda’ – ese fue nuestro primer cantito de las putas rumbo a Mar del plata - nos dice”.

“Palos de la policía, coimas y cajas chicas que son grandes; calabozos, insultos e injurias que hemos vuelto orgullo; cancelaciones de los movimientos y de rubros, y las putas seguimos organizadas”, concluye Rebe y define: “Treinta años de organización. El resto es historia. Pero la nuestra, nosotras la seguimos escribiendo”.