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Justicia completa
A 14 años del asesinato de Carlos Fuentealba
Palabras de la compañera Sandra Rodríguez, madre de las hijas de Carlos:
Saludarlos a todos en este nuevo aniversario y decirles que estos 14 años que venimos sosteniendo y luchando como familia, en las calles, en las aulas y en los estrados de la justicia es un camino difícil, muy duro. No siempre hemos podido mantener la entereza emotiva y menos estos días. Los días de Semana Santa, los días de Pascua, para nosotros son fechas difíciles, pero tengo que decirles y principalmente a vos Eugenio, quiero decirte que para nosotros esto ha sido un camino de vínculos y relaciones con muchos militantes, con muchos compañeros.
Algunos dirigentes, otros compañeros que son esenciales para la militancia. Hemos conocido vecinos, hemos conocido estudiantes que no conocían a Carlos y que hemos mantenido una relación afectivo a lo largo de los años. Yo recién estaba mirando los rostros de cada uno de los compañeros que hoy están formando parte de esta marcha, del Zoom, lo que veo en ellos es el afecto que tengo, el amor que tengo por ellos. Es el recuerdo del camino recorrido, de lo que hacemos en cada momento por Carlos. No solamente lo hacemos por Carlos, lo hacemos por nosotros mismos, porque realmente la palabra que hoy me surge más que nunca es que ninguno de nosotros se resignó a aceptar la crueldad de este asesinato.
Que después de 14 años tengamos esa entereza de homenajear a Carlos, de esta forma, buscando las formas, cuidándonos entre todos porque sabemos que tenemos muchas batallas por delante, como vos dijiste, porque somos conscientes los maestros, de todas las batallas que hay que dar todavía en toda Latinoamérica. Lo tenemos claro, lo sabemos. Cuando hablamos de Stella Maldonado, hablo de esa Stella, que le tomé la mano a días de que ella falleció, que me dijo que lo iba a lograr, que tenía que lograr justicia por Carlos. Pero cuando hablamos de Stella yo también hablo de Robi Baradel, también hablo de Hugo Yasky, hablo de Cecilia Martínez, y hablo de los Suteba, y hablo de los Amsafe, y hablo de Agmer y hablo de mi querido Atem. Con todas las cosas que hemos vivido con Atem, con los momentos dificilísimos que se pusieron en juego, porque la batalla política, lamentablemente con el Poder Judicial de Jorge Omar Sobisch y del MPN tenemos que ponerle el pecho día a día, en cada momento, los compañeros en el sindicato.
Quiero agradecerle particularmente a Marcelo y a Pablo, que a lo largo de 14 años vienen sosteniendo esto de una forma inédita. No cualquier dirigente puede soportar lo que han soportado ellos. No cualquiera. Quiero agradecérselos como los dirigentes que son. Quiero agradecerles a todas esas compañeras que hoy, tengo ese orgullo de decir que tienen una mirada terriblemente feminista y necesaria para este momento. Ellas son un orgullo para mí. Ellas se reflejan en nosotras y nosotras en ellas y por eso queremos una justicia que no siga manteniendo el patriarcado, que no nos siga violentando, ni a Camila, ni a Ariadna, ni a Sandra en la Justicia. Tres mujeres que decidimos luchar y no resignarnos.
Quiero decirles eso. Que estamos aprendiendo todo el tiempo y que es constructivo lo que estamos haciendo. Logra tomar una dimensión que ya es inalcanzable para nosotras. Hoy todo el día, toda esta semana lo he pasado llorando, pero de emoción. De las cosas que hacen los compañeros, de los mensajes que envían. Cómo expresan su sentimiento. Esto es un vínculo.
Qué pasa cuando salimos a luchar cuando estamos todos unidos, cuando nos unimos de sentimiento, de emoción. Cuando la lucha ideológica es una unión de emociones, de sentimientos. Por eso hablamos de los guerreros. Porque eso que dice Marcelito Medrano, que por suerte hoy tengo el abogado que está a la altura de las circunstancias de esta causa. Ese maestro que es Marcelo Medrano, ese amigo. Ese abogado que se toma un rato, un tiempo para ir a hablar con Ariadna, con Camila, y explicarles lo inexplicable de la justicia. Lo difícil que es poder acceder a que ellas sepan toda la verdad de lo que pasó el 4 de abril del 2007. Qué significa cada cosa. Qué significa para la familia, qué significa en el Código Penal. Porque nadie se atreve a hacer eso públicamente. Porque nadie de la Justicia le explica a Camila y Ariadna Fuentealba cómo después de 14 años, recién ahora, compañeras y compañeros, estamos en un momento histórico de esta causa. Por primera vez se reabre la causa concretamente a una investigación.
Cómo decirle que estos compañeros que están a lo largo y a lo ancho del país, nucleados en la Ctera y los que no son docentes. Los profesionales que están en la salud pública y otros compañeros que estuvieron militando desde el primer día, porque no soportaron, ni soportan hasta el día de hoy que esta justicia haya mantenido la complicidad y la impunidad.
Esta causa, lamentablemente tuvo todos los reveses habidos y por haber porque el Ministerio público fiscal fue el primero que nos atacó, fue nuestro primer enemigo. En un principio esta causa tuvo un primer fiscal que realizó las imputaciones. Estamos hablando del año 2007, pero después de eso los fiscales, en un camino totalmente distinto empezaron a plantear otras cosas, como fue el señor Velasco Copello (Alfredo); como fue el señor Azar (Andrés), como fue el señor Di Maggio (Ignacio). Esos fiscales neuquinos, que decían delante de nosotros que era una represión justificada. Decirlo en nuestra cara. Decir que había sido justificada. Que se absolvía, en ese momento 15 policías, que eso era justificado. Eso es violencia para mi familia. Eso es violencia para los docentes y eso es violencia institucional jurídica para todos los docentes que vieron morir a Carlos.
Por eso les digo, por primera vez tenemos un fiscal que no le faltó el respeto a mi familia y que tiene una pizca de voluntad para que en estos cuatro meses se investiguen las responsabilidades de los altos jefes policiales. Que quede bien claro compañeros. Sobisch no está en esto. Pero no está en esto no porque nosotros no quisimos. Todo lo contrario. Cada vez que nosotros queríamos imputar al ex gobernador Jorge Sobisch, siempre se trataba de trabar la causa. Siempre. Y en esos momentos, Sandra caía. No es que siempre Sandra estuvo fuerte. No es así. Y en esos momentos había compañeros en Atem, en Ctera, en DDHH. Un abogado como Marcelo diciendo: “Vamos Sandra, vamos a poder”.
Cuando uno ya no cree en nada. Ahí es cuando se levanta, y esa cantidad de amigos del alma. Estos que me han sostenido, que me conocen de siempre, que me conocen de antes que pasara lo de Carlos. Esta familia que yo tengo. Que sostiene a Camila, a Ari, que me sostiene a mí, después de tantos años. Ese amor.
Sólo les puedo decir que hoy tengo agradecimiento. Porque si llegamos hasta acá, realmente sí, ha sido porque no me resigné, porque soy tozuda, pero también porque están todos ustedes. Si ustedes no estuvieran yo jamás podría estar acá. Ni Sandra sería quién es. Soy parte de la construcción que hicierohn ustedes también de mí.
Por eso decirles compañerxs que se abre una nueva etapa. Es un momento importantísimo para la causa. Es un momento en el que necesitamos estar vivos. Que no podemos estar enfermos. Por eso hoy no marchamos. Tanto Camilia, como Ari, como yo, hoy quisiéramos que estuviéramos todos en la calle. Todos, porque realmente necesitábamos esa marcha, necesitábamos ese gran acto político. Primero porque Sobisch sigue dando vueleta en Neuquén, tratando de ser candidato, después de 14 años. No hubo oportunidad que dejara pasar para aliarse con quien fuera y ahora ya más cercano al macrismo todavía. Que bueno, por lo menos ya está en el lugar que le corresponde y está bien claro, bien definido en qué lugar está.
Decirles lo importante de que en cada paso que dimos nosotros, fuimos construyendo política, la política de DDHH, pero una política que por supuesto le molesta a todo el mundo porque disputa el poder. Nosotros sí estamos empoderados, sí sabemos qué lugar ocupamos. Sí sabemos que Carlos ese día no fue a morir en la ruta. No quería morir en la ruta. Lo único que él quería era defender la educación pública, lo único que quería era que todos los compañeros tuvieran un salario digno, que las condiciones de trabajo fueran buenas para todos y esa bandera nosotros no la bajamos ni la resignamos y acá en Neuquén tenemos este legado, entonces el gobernador de esta provincia no se puede dar el lujo de congelar el salario, como lo hizo durante toda la pandemia. No se puede dar el lujo. Un gobierno feudalista que está hace tantos años gobernando esta provincia. Ellos que son los que manejan el petróleo, ellos que son quienes manejan las finanzas, ellos que nos dejan en un lugar en inferioridad de condiciones y no nos dan el derecho a estar en el lugar que nos corresponde.
Pero Carlos es bandera y la bandera de justicia también es una bandera enorme. Porque no estamos peleando solamente por nosotras, por la familia de Carlos. Para nosotras es importante, pero hoy hay una lucha ue tiene que ver con el legado social y cultural para los hijos que vendrán, para todos ellos. Para esos estudiantes que hoy son profesionales y que vieron morir a Carlos. Ellos necesitan tener justicia completa. Y cuando decimos justicia completa es porque realmente pensamos que hay una orden política y sabemos que Sobish fue el jefe de la policía que ordenó ese operativo ese 4 de abril del 2007.
Y vamos a defender, y vamos a tener la posibilidad de poner nuestra teoría, no la autoría única, como quiso defender durante tanto tiempo esta justicia neuquina. No fue Darío Poblete un policía loquito. Fue una brutal represión a más de 800 docentes. Y yo no me olvido de ninguno de ellos, los que arriesgaron la vida ese día.
En honor a esos compañeros que sufrieron esa brutal represión, que estuvieron en riesgo de muerte, por supuesto que por Carlos, por su vida, por la dignidad de su vida, por la dignidad de nuestra familia, y porque nunca nos resignamos queremos que se haga justicia completa que no es más ni menos que se haga justicia. Y en eso pensaremos, después de las responsabilidades policiales, si no tendrá que llegar una Causa Fuentealba III que signifique la condena a Jorge Omar Sobisch. Eso no lo resignamos.
Ese es nuestro horizonte. Por eso compañeras y compañeros, decirles que cuento con ustedes, que quiero seguir estando con ustedes, así como caminamos, con amor, con afecto, con pasión, con garra. Eso que nos representa a todos nosotros y con estos compañeros, hermanos, con estos dirigentes que son mi orgullo. Y hablo de los dirigentes de cada sindicato de base de la Ctera. Y al que le guste bien, y al que no le guste también. Porque yo los quiero, ellos me quieren, vamos a ser fuerte y como dice Cecilia, la vamos a ganar. Por Stella Maldonado, por los 30000 compañerxs desaparecidos también, vamos a estar ganando esta batalla por justicia completa por Carlos Fuentealba.
Quiero darle un saludo enorme a mi familia, a Camila y a Ari, que son mi horizonte, que son lo que me hace sentir fuerte y valiente cada vez que caigo. A ellas que son un ejemplo de mujeres que han tenido que soportar las violencias más extremas de esta crueldad, de este asesinato y de los estragos de la justicia. Porque ellas vieron a mamá mal, cada vez que volvía de una audiencia cuando decían que había sido un solo muerto, que entonces no era una causa de lesa humanidad porque había sido solamente un muerto. Ellas fueron las que soportaron a mamá. En honor a ellas, va mi saludo, que es el orgullo de ese papá que han tenido y es el orgullo de estas mujeres que son hoy, que felizmente llevan adelante sus objetivos de vida. Esta batalla, Eugenio, la gané. Mis hijas son felices y yo también lo soy. Eso no lo pudieron destruir nunca.
Así que compañerxs, los abrazo. Abrazo que quisiera dárselos a cada uno. Sonia te quiero, lo sabés. Marcelo Medrano, a UTE, Suteba, Agmer, Amsafe, Atem y a todos los compañeros de las seccionales que hoy hicieron actividades les mando un beso y abrazo enorme y Justicia Completa por Carlos Fuentealba.