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La CTA homenajeó a uno de sus fundadores

Veinte años sin Germán Abdala: emotivo acto en la sede nacional de la Central

En la tarde del jueves 11, Germán Abdala tuvo un justo y merecido homenaje en la Central de Trabajadores de la Argentina. A veinte años de la muerte del histórico dirigente sindical, la CTA, conducida por Hugo Yasky, bautizó con su nombre al salón de conferencias de su sede nacional, sita en la calle Piedras 1065 de esta Capital.

Así, luego de una reunión de mesa nacional, se proyectó un video que la CTA produjo junto al INCAA, bajo la realización del documentalista Cristian Juré, en donde se pudieron ver diferentes imágenes de Abdala, con sus intervenciones en varios espacios de militancia. Seguidamente, se bautizó al salón de conferencias de su sede nacional, hasta ahora denominado "Salón Azul", con el nombre de Germán Abdala, uno de sus fundadores, con una placa esculpida en madera por el artista plástico Omar Gasparini, que quedará emplazada en la entrada del auditorio.

En ese marco, Yasky pronunció: "En los ’90 Germán fue muy claro: la clase trabajadora es una sola. Considerar que la clase trabajadora es solamente la que tiene trabajo es un agravio.En ese sentido es evidente que la CTA está impregnada de ese pensamiento de Germán. Es un deber de los que tenemos sindicatos y de los que estamos en una central de trabajadores, luchar para que haya planes trabajar hasta tanto haya desocupados.Por eso al recordarlo a Germán decimos, todo esto que se pudo construir tiene que ver con él, que siendo muy joven supo que el camino era no bajar los brazos".

Recordando a Germán

Del acto participaron dirigentes de la Lista Azul de ATE, como Marcelo Frondizi y Pablo Reyner, entre muchos otros dirigentes y militantes de la CTA. También estuvieron presentes, Eduardo Jozami, director del Centro Cultural Haroldo Conti; los legisladores Delia Bissuti y Francisco Nenna y el director de cine David "Coco" Blaustein, entre otros. Bruno Huck, hijo político del histórico dirigente.

La emoción militante se sentía en el aire del Salón Azul, ahora bautizado en honor a Germán. Allí se pudo escuchar el testimonio de dos dirigentes de la Central, compañeros de Abdala. Uno de ellos fue Pedro Wasiejko, secretario general adjunto de la CTA, quien señaló: “Todos saben de la grave enfermedad que tenía y las 38 operaciones que sufrió para combatir esa terrible enfermedad. En un momento de mi vida yo viví un proceso oncológico, con varias operaciones, menos complicado que lo de Germán. Cuando estuve en la recuperación de la segunda operación, Germán vino al Hospital Italiano, con el Gallo Osmar Zapata. Se acercó a la cama donde me estaba operando y se dedicó más de una hora a darme aliento. Estaba ya con su bastón y me decía que había futuro, que había que darle para adelante. Ese era también Germán”.

Carlos Girotti fue otro de ellos, y seguidamente a Wasiejko agregó: “Es difícil siempre, a pesar de que han transcurrido veinte años. Porque el tiempo no sirve para superar el dolor de una pérdida inconmensurable como la de Germán”. Girotti – quien actualmente forma parte de la Agrupación Pocho Lepratti e integra de la Mesa Nacional de la CTA- y Abdala compartieron militancia en ATE, en los tempranos ’80.

Luego, Girotti afirmó: “Uno tiene la necesidad de aclararle a las compañeras y a los compañeros que Germán no es la propiedad privada de los compañeros de la Asociación de Trabajadores del Estado ni tampoco de la Central de los Trabajadores de la Argentina. Hay algo en la figura de Germán que ha trascendido estas construcciones. Hay algo de él que nos vuelve a plantear la necesidad de una construcción superior a aquella en la que estamos. Es un desafío permanente. No se puede recordar a Germán sin recordar que su condición de dirigente político y social lo llevó a abrir los brazos y a cobijar todo aquello que podía ser cobijable, en un momento en el que la necesidad de resistir era tan imperativo como la necesidad de respirar".

El último testimonio fue el de Marcelo "Nono" Frondizi, quien apuntó: “Yo a veces pienso que no pasaron veinte años y que el alma de Germán está en alguna estrella con Walsh, con Tosco, con Atilio López, diciendo ’muchachos, no aflojen, sigan, no vendan su ideología’”.

“Nosotros íbamos los sábados a discutir las estrategias que teníamos que implementar en la batalla contra el neoliberalismo y las privatizaciones, debatir el rol del Estado y la articulación entre ciudadanos y ciudadanas y por qué el Estado tiene que ver con nosotros. Esto nos quedó marcado. En la capacidad de entender que el sindicato, en el marco de un proyecto político también es una herramienta de cambio, porque el enemigo es grande y pisa fuerte”, agregó Frondizi.

Además, se leyeron los saludos al acto que enviaron la compañera del recordado militante, Marcela Bordenave, y el presidente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) y titular de Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella.

Más tarde, la CTA volvió a recordar a Germán en el Senado de la provincia de Buenos Aires. Allí participaron el vicegobernador Gabriel Mariotto, el secretario general de la Central, Hugo Yasky y el secretario general de la CTA bonaerense, Roberto Baradel. El homenaje tuvo lugar en el edificio anexo del Senado provincial. Allí, se colocó una placa con uno de los mensajes dejó Abdala y que que quedarán por siempre en la historia de la Central: “Va a haber dirigentes que van a ser mayoría en el movimiento obrero y que van ser consecuentes con su mandato; va a haber dirigentes políticos que no van a tomar la política como parte del jetset y la frivolidad, que intentarán cambiar la sociedad”.

En el marco del vigésimo aniversario de su muerte, se esperan diversas actividades en estos días.

Un ejemplo de lucha

El 13 de julio de 1993, Germán Abdala, fundador de la CTA, dirigente de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), diputado nacional por el Partido Justicialista e integrante del Grupo de los Ocho dejaba este mundo. Con él se iba un ejemplo de lucha, dignidad y coherencia, que siempre respetó sus convicciones, atrapado por un cáncer que se lo llevó con tan sólo 38 años.
Hace veinte años se iba un militante que no cesó en la pelea ni en los momentos más difíciles de su enfermedad: en su rol como legislador, asistió a la sanción de su Ley de Convenciones Colectivas de Trabajo para estatales (hoy conocida como Ley Abdala); y en su trabajo de militancia.

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