Portada del sitio > Noticias > La CTA
Falleció Laura Bonaparte
Una madre contra el olvido
El pasado domingo falleció Laura Bonaparte, dirigente de la organización de derechos humanos, Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, luego de padecer una larga enfermedad.
Laura sufrió el secuestro y la desaparición de tres de sus hijos, Noni, Irene y Víctor, también el de su esposo, Santiago Bruschtein y el de sus dos yernos. Luego se exilió en México junto a su hijo Luis, hoy un reconocido periodista.
"Fue una mujer brillante, que dio la batalla por la memoria y la justicia a pesar de haber sufrido tanto -como tantas madres- por sus siete pérdidas familiares (durante la dictadura), dijo a Télam Taty Almeida, de Madres-Línea Fundadora.
En el año 2010, se presentó el libro dedicado a su vida, “Una madre contra el olvido” escrito por la francesa Claude Mary. En un capítulo del libro Laura habla de manera frontal y dolorosa sobre la desaparición de un hijo: " Sé que cuesta mucho escucharlo, pero no hay madre si no viven más el hijo o la hija? Es el/la hijo/a quien significa a la madre. La madre cuyos hijos desaparecieron se encuentra expulsada del significante. Se vuelve el espectro de lo que ha sido. Se la llama “madre del desaparecido” en un lenguaje que la nombra al mismo tiempo que la despoja. Un lenguaje que borra lo que fue y la nombra por lo que ya no es.Es el motivo por el cual hablo de la crueldad que esos canallas han incrustado hasta en el lenguaje.Recuperar nuestra capacidad de pensar en medio de tanta brutalidad quiere decir recuperar nuestra dignidad. Quisiera que estas palabras lleguen a las mujeres que en todo el mundo están viviendo situaciones parecidas a las nuestras. El surgimiento del movimiento de las Madres de Plaza de Mayo, su fenomenal continuidad hasta hoy en día no se deben a heroicas cualidades propias, de nosotras, madres argentinas".
Laura se recibió de psicóloga y en los años 70’ trabajó en el “Policlínico Evita” de Lanús. Como parte de Amnistía Internacional, integró la Operación Santuario en calidad de observadora en campos de refugiados entre la frontera de El Salvador y Guatemala. En los años 90’ interpuso un recursos de amparo para impedir que se privatizara el complejo de edificios de la Ex ESMA, donde hoy funciona el Museo de la Memoria.