La extraordinaria y multitudinaria movilización a Plaza de Mayo, repudiando el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, y la participación mayoritaria y contundente de la juventud demuestran que los tiempos que recorre Argentina y América Latina están signados por una militancia cada vez mayor de los jóvenes en la vida política de nuestros países, motor indispensable para defender los avances logrados y profundizar los cambios que todavía faltan.
La columna de la CTA , encabezada por la Juventud junto a Hugo Yasky y dirigentes de la Central, demuestra la importancia que los jóvenes trabajadores tienen en esta etapa de cambio.
Los juicios y la cárcel común para los genocidas son, como dice Estela Carlotto, Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, un triunfo de las historias colectivas. Un triunfo del compromiso y la militancia de muchísimos sectores que hicieron posible la nulidad de las leyes de obediencia debida y punto final y el avance en los juicios y encarcelamiento de los genocidas.
Militancia y compromiso que tuvo a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo como principales gestoras de estos tiempos.
La recuperación de nietos y la búsqueda que aún continúa son fruto de la lucha inclaudicable de las Abuelas.
Ahora se abre un nuevo tiempo donde se avanzará en el enjuiciamiento a los cómplices civiles del terrorismo de Estado.
Estos son otros aires que corren por nuestras plazas, donde la resignación y la bronca dieron paso a estas jornadas de Memoria con alegría. Porque, como afirmó la Presidenta de Abuelas, “¡los 30 mil están acá!”, en los caminos de Azucena Villaflor de Vicente, Isauro Arancibia, Claudia Falcone, Jorge Di Pasquale y todas y todos los que dejaron sus huellas y sus sueños.