Informe sobre situación del mercado de trabajo N°8 | JULIO DE 2021
Situación mercado laboral, impacto pandemia y proceso de recuperación
Compartimos el informe reciente de CIFRA referido a la situación del mercado laboral, que se centra en el impacto de la pandemia de Covid-19 y el proceso de recuperación.
La actividad económica y el empleo se vieron extraordinariamente afectados en 2020 como consecuencia de la pandemia de Covid-19. El mayor impacto tuvo lugar en el segundo trimestre, coincidiendo con la adopción de las medidas más restrictivas a la circulación y la producción en el marco del aislamiento preventivo y obligatorio. En ese trimestre, el PIB sufrió una reducción de 15,8% y el número de ocupados disminuyó en 20,7%.
Desde entonces, a medida que la economía volvía a reactivarse, también lo hizo el empleo, aunque con menor intensidad. Recién en el primer trimestre de 2021 puede decirse que el empleo se acercó al nivel previo a la pandemia.
En la caída y recuperación del empleo, las distintas categorías ocupacionales tuvieron trayectorias bien diferenciadas. En particular, destaca la estabilidad relativa del empleo asalariado registrado, protegido por las propias regulaciones laborales, por la prohibición de despidos dispuesta por el DNU 329/20 y sus modificatorias y por la implementación del programa ATP para contribuir al pago del costo salarial.
Por el contrario, el empleo asalariado no registrado, estructuralmente más vulnerable, sufrió especialmente en el marco de esta pandemia. Llegó a tener una caída del 44,7% en el segundo trimestre de 2020 y en la actualidad continúa siendo la categoría más afectada, con 11,9% menos ocupados que en el primer trimestre de 2020.
También tuvieron lugar cierres de empresas, concentrados en abril y mayo de 2020, anticipándose a lo que se preveía podrían ser las consecuencias de la pandemia. Con una reducción adicional a inicios de este año, la caída interanual en el número de empleadores fue de 4,0%. Para poner esta reducción en perspectiva, cabe recordar que en los dos años previos, como consecuencia de la crisis económica de 2018-2019, la cantidad de empresas se redujo en 4,2%.
El ingreso de los trabajadores perdió gran parte de su poder adquisitivo en los últimos años, en especial hacia el final del gobierno de Cambiemos. En el año más reciente, en el marco de la pandemia y sus efectos económicos, esa caída no se revirtió sino que, por el contrario, el ingreso laboral medio tuvo una reducción de 1,4% interanual en el primer trimestre de 2021. Cuando se observa la variación de este mismo ingreso desde el primer trimestre de 2018 la caída llega al 22,2%, y los ingresos de los hogares se redujeron incluso más.
A su vez, la pérdida de poder de compra fue extremadamente desigual. Mientras que para el estrato más bajo de trabajadores (el 40% que menos gana) llega al 27,0%, para el estrato más alto (el 20% que más gana) fue del 19,0% entre los primeros trimestres de 2018 y 2021.
Como resultado de la pérdida real de los salarios, sumada a la caída en la cantidad de puestos de trabajo, los trabajadores en su conjunto vieron reducida su participación en el valor agregado generado en el país. Mientras que esta participación era de 49,8% en el primer trimestre de 2020, se redujo al 46,1% en el primer trimestre del año en curso. Esta transferencia de ingresos del trabajo al capital se suma a la que tuvo lugar durante el macrismo.
En este escenario, la tan postergada recuperación salarial se volvió un tema urgente. Si bien los salarios comenzaron a recuperarse lenta e inestablemente desde fines del año pasado, la aceleración de la inflación que tuvo lugar en los primeros meses de 2021 amenaza con frenar esa incipiente y limitada mejoría. El poder de compra del salario registrado del sector privado retrocedió en abril 4,0%.
Se observa en los meses más recientes, y ante la evidencia de un nivel de inflación mayor que el inicialmente previsto, una política más firme del gobierno en pos de lograr una mejora de las remuneraciones y evitar un cuarto año de caída de poder adquisitivo. Por un lado, se dispuso el adelantamiento de los aumentos pactados en el marco del Consejo del Salario Mínimo; por otro, se validó una pauta más elevada para las negociaciones paritarias e incluso se adelantaron revisiones de negociaciones de salarios públicos.
La pelea entre salarios e inflación se dirime en los meses que restan del año, con una influencia decisiva también sobre el nivel de consumo y de actividad económica. No alcanza, sin embargo, con mantener el poder adquisitivo actual sino que el objetivo debe ser comenzar a recuperar lo perdido.