Por “Beto” Pianelli
Paritarias y mejor servicio en el subte
Hace cinco años que el gobierno porteño administra Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE), la empresa que estudia, diseña y realiza los planes de la red de subterráneos de la Ciudad de Buenos Aires. No jodan con que recién se enteran.
El jefe de gobierno siempre estuvo informado del inventario y de la realidad del funcionamiento, porque SBASE tiene un presidente que fue su ministro de Ambiente y Espacio Público, y un vicepresidente que es el apoderado de su partido en Capital. O sea, no es posible que dos hombres de su máxima confianza no le hayan informado lo mal que se viaja y lo pésimo que se trabaja.
Asistimos a un trato con total impunidad, a un maltrato arbitrario a toda la población, que sumerge en la incertidumbre por igual a los usuarios del servicio y a los trabajadores del subte. El alcalde, como le gusta que lo llamen, le da a la sociedad excusas innecesarias e increíbles para negarse (lo hace después del boletazo a $ 2,50) a aceptar el traspaso del subte.
El PRO-Macri sigue con sus argumentos publicitarios para no hacerse cargo de la inevitable aceptación del traspaso, pero los problemas de mantenimiento y renovación del material de vías y rodante siguen en manos de Metrovías, del grupo Roggio. Esta es una empresa que SBASE y los hombres de Macri conocen al dedillo.
Quiero manifestar a todos los lectores que en el fondo, el verdadero problema que hay ahora es el afán de lucro desmedido de la concesionaria del servicio porque, como hemos demostrado muchas veces, Metrovías es una empresa experta en fraudulentas maniobras de inventar gastos con la tercerización de sus gerencias y proveedores y llenar sus cuentas bancarias sin importar cómo se viaja, ni cómo se trabaja, ni los peligros de la desinversión en una empresa de transporte.
La lógica empresarial es la elelegida por Macri y el grupo Roggio. Aprovechan esta situación para ganar más, y aprovechan la volada para retrasar los esquemas de pagos habituales hasta los límites del tiempo jurídico de que disponen.
Metrovías no les está pagando a los proveedores y retrasa los pagos de salarios a los trabajadores, en una irritativa maniobra financiera que pone a todos al borde de parar el servicio, porque sabemos que están administrando millones de pesos extra por el aumento de tarifa y la carga de SUBE que sirve también a muchas líneas de colectivos y trenes. Están jugando a la timba financiera del dinero a plazo con nuestros salarios.
Todo suma al malhumor. Se viaja muy mal y se trabaja peor. Macri miente y Metrovías no paga. Con estas maniobras pretenden trabar el inicio de las discusiones paritarias que ya deberían estar en curso. Nuestro sindicato va a esa negociación con el corazón en la mano y la mente fría. Queremos que los usuarios y la sociedad sepan que no somos los trabajadores los culpables de los tarifazos.
Nuestro pedido está muy lejos de la bestialidad del aumento del boleto. Pedimos el 28% de aumento y un 2% de antigüedad más la modificación del régimen de licencias. Nosotros queremos trabajar mejor y que se viaje bien. Trabajar por un mejor servicio, no por el mero afán de lucro y politiquería.