El abogado y ex Ministro de Trabajo de la Nación y el diputado nacional por UxP y secretario general de la CTA-T participaron de un encuentro debate en la Asociación Judicial Bonaerense de Lomas, organizado por las regionales bonaerenses de la central de Lomas de Zamora, Almirante Brown, Presidente Perón, Avellaneda, Lanús, Esteban Echeverría y Ezeiza.
“Creo que nosotros necesitamos construir y convertir en fortaleza, en fuerza, en tejido sólido, en voluntad militante, y en lucha, cada pedacito de este cuerpo colectivo que es el movimiento sindical, los movimientos sociales, las organizaciones libres del pueblo”, subrayó Hugo Yasky para dar inicio al encuentro.
Y agregó; “En un momento que estamos más vulnerables, porque el gobierno intenta convertir esto en una derrota sin retorno para nuestro pueblo. No les alcanza con lograr buenos negocios; con el régimen este que les permite 30 años a las grandes multinacionales de energía obtener enormes ganancias; no les alcanza con el blanqueo; con haberse sacado de encima el impuesto a las riquezas (el único que había en la Argentina de bienes personales) y ponerle el impuesto a los trabajadores; no les alcanza con meterle la mano en el bolsillo a los jubilados. Ellos quieren más. Quieren ir hacia un país donde desaparezca el movimiento nacional y popular, donde el movimiento sindical quede convertido en escombros. Quieren un país, eso que le dio al peronismo su carácter transformador, que es la presencia de la clase trabajadora como protagonista a través del movimiento sindical, definitivamente pase a ser parte del pasado”.
“Cuando ellos dicen hay que volver a la Argentina del esplendor de hace 100 años, hablan de una Argentina donde la burguesía de aquella época se traía el mármol de Carrara, se traía los cristales, los muebles de Europa, construían esos palacetes que hoy nosotros visitamos. Pero eso se erigía en medio del hambre, en medio del analfabetismo, en medio de un pueblo que no tenía derechos. Eso era la Argentina de aquella época, donde teníamos episodios como los de la Semana Trágica, donde los hijos de la burguesía salían a cazar obreros en el año 1919, cuando se asesinan más de 1000 trabajadores, con lo que ellos denominaban las ‘guardias blancas’, que eran grupos armados de la alta burguesía, los chicos jóvenes. Hay una obra de teatro que lo cuenta”, detalló.
“Ellos quieren volver a esa Argentina y para hacerlo tienen que destruir la organización popular. El núcleo duro de la organización popular, el que más tienen que golpear, es el movimiento sindical. Y están avanzando con una cantidad de proyectos que llaman y reivindican, como ‘el regreso de la Ley Mucci’, que inventó Alfonsín y quedó trunca porque despertó la reacción del movimiento sindical en ese momento. Pero básicamente las leyes que ellos proponen apuntan a que el movimiento sindical, por ejemplo, no tenga la retención de la cuota; otra que prohíbe la cuota solidaria, esa que aportan los trabajadores cuando se firma el convenio; otra que elimina la ultra actividad, es decir, el piso que nos permite no tener que empezar siempre de cero con las patronales; otra que llaman de ‘ficha limpia’, un dirigente sindical, al cual una patronal lo denuncia, le abre proceso y no puede ser candidato a nada, no puede tener ningún cargo; otra que establece la no reelección de los dirigentes sindicales. Cuando lo discutimos yo les decía que con esa ley vigente, no hubiésemos tenido un Ongaro, un dirigente como Tosco, como fueron muchos. También les decía, miren, los antecesores de ustedes, la alternancia la resolvían con cuatro tiros en la cabeza, como murió Atilio López, que hace poco se cumplieron 50 años de su asesinato.
La Triple A, con episodios que ensangrentaron el movimiento obrero, antes inclusive antes del golpe, con el que se masificó”.
“La vieja política del exterminio, ahora por otros medios. Ellos quieren terminar con este sujeto histórico maldito que es el peronismo para ellos, y con ese núcleo del peronismo dividir al peronismo del movimiento sindical. Con esto no digo que el movimiento sindical no tiene que expresar otras ideas, otra mirada. De hecho nosotros creemos en la construcción del campo popular, con todos los compañeros que entiendan que el compromiso de clase nos tiene que mostrar el camino de la unidad con contenido. No una unidad que sea el derrotero para estar como en el Arca de Noé, los herbívoros juntos con los carnívoros. No. Una unidad que tenga sentido”.
“En este camino creo que no hay otra posibilidad para la clase trabajadora que buscar la manera de enfrentar desde todos los planos que podamos hacerlo, al gobierno de Javier Milei. Y hay que decirlo así, sin temor. Nosotros no tenemos absolutamente nada que dialogar con el gobierno de Javier Milei”.
“No es una definición dictada por la ceguera, por el dogmatismo, o porque no formamos parte del partido político de ellos. No hay nada que negociar con alguien que a través de un decreto se pone por encima de la división de poderes, pero que además lo hace para someter permanentemente, a los más vulnerables y a los más frágiles, a la lógica de la concentración de la riqueza y del poder económico de los más poderosos.
Alguien que es despiadadamente cruel con los débiles y que es sumiso y absolutamente condescendiente con los poderosos.
¿Qué cosa podríamos dialogar nosotros con ellos? ¿Cuál sería el sentido de un diálogo en este momento, con alguien que está diciendo que va a vetar la ley para el presupuesto universitario y que ayer (el día del asado) festejó en Olivos haber metido la mano en el bolsillo de los jubilados vetando la ley, o imponiéndose con ese veto”.
“Entonces, desde ahí, desde la convicción que lo único que tenemos nosotros todavía es la expectativa, la esperanza de nuestro pueblo”.
“Por eso nos juntamos con el compañero ‘Cachorro’ Godoy y coincidimos prácticamente en definir este momento como que lo único que nos cabe es confrontar.
No a tontas y a locas, porque tampoco nos queremos regalar. Porque si nosotros convocáramos a una medida que no tiene un acompañamiento masivo del pueblo, le estaríamos sirviendo en bandeja a Milei la comprobación de que el pueblo no está dispuesto a salir a pelear. Hay que elegir el momento”.
“Hay que hacerlo de manera tal que los compañeros se animen a seguir saliendo después. Por eso fuimos a la última marcha y dijimos: ‘Empieza a una hora y termina a una hora’. No es que termina cuando la policía nos viene a cagar a palos. No tenemos que regalarnos. No tenemos que regalar a nuestra gente. A nuestra gente hay que cuidarla. Al que sale a una marcha y pone el cuerpo, sabiendo los riesgos que corre, hay que cuidarlo”.
“Porque también hay muchos tontos que hablan en los programas que supuestamente tendrían que ser nuestros, porque con La Nación + está todo bien.
Ahora, yo veo algunos programas, de canales que supuestamente son opositores, que terminan diciendo ‘se van de la marcha y los dejan solos a los viejos’. No.
Nosotros convocamos a un acto y nosotros decidimos cuándo empieza y cuándo termina. Y cuando nos vamos nos preocupamos que todos los viejos, los compañeros jóvenes, los que hayan venido con nosotros, se van con nosotros, y hacemos cordones de seguridad para proteger a la gente. Ahora, no podemos ser acompañantes terapéuticos de diez tipos, de los cuales cinco son servicios que se quedan ahí para que la policía reprima”.
“Porque acá no nos chupamos el dedo. Sabemos que Bullrich necesita que cada marcha que haya termine con una represión. ¿Por qué? Porque al otro día los que van a ir serán menos. Y yo lo entiendo. Me lo dicen muchos compañeros y compañeras. Tienen miedo. Entonces, no le agreguemos más pánico nosotros. El pueblo sabe que cuando sale es para ganar, no para perder, y que encima lo caguen a palos.
Nosotros tenemos que lograr que nuestra gente vuelva a sentir que tiene sentido salir a la calle. Que tiene sentido unirse, organizarse”.
“Con ‘Cachorro’ dijimos: tenemos que dar una señal para afuera, aunque sea complejo el camino, porque no es fácil.
Hay compañeros que están contentos porque se anunció que queremos ir hacia la unidad, hay otros que están preocupados legítimamente, porque tienen problemas en los lugares, en los territorios. Esto es lógico. Pero hay que hacerlo porque necesitamos una señal. Si dentro de la CGT hay un sector que dice ‘hay que poner el modo pausa y dialogamos’ y nosotros seguimos desperdigados, lamentablemente lo que va a pasar es que va a venir un tiempo en el que la posibilidad de confrontar en la calle, de estar con los jubilados, con los universitarios, de pensar en una marcha federal contra el hambre, contra el DNU se va a poner cada vez más difícil. Esa es la idea”.
“Hay compañeros valiosos en la CGT, sin lugar a dudas. De las decenas de miles de dirigentes que hay en el país, la inmensa mayoría de esos dirigentes sindicales, viven como vive cualquier trabajador. Por diez o quince a lo sumo, que los pueden mostrar colgados como se cuelga la carne en la carnicería, de la ganchera, nos hacen pagar a todo el resto y al movimiento sindical”.
“La justificación para la reforma esta que traen de 27 proyectos es de una encuesta, no sé de qué encuestadora, que mostraba a los dirigentes sindicales con un 88% de imagen negativa. Nosotros conseguimos otra que es real, de Zuban Córdoba, donde muestra al Congreso de la Nación con 85% de imagen negativa y a los dirigentes sindicales con más imagen positiva que negativa. Hay de todo”.
“Independientemente de esto, nosotros tenemos que lograr que nuevamente el movimiento sindical se aglutine, pero con un sentido muy claro. Empezar a ponerle límites, porque el único límite que tiene el ajuste es el que surja del pueblo. De otro lado no va a surgir el límite al ajuste. Tiene que surgir del pueblo”.
“El otro día el presidente Milei fue brutal frente a los industriales. Lo superó a José Alfredo Martínez de Hoz, el de la dictadura, que decía: ‘Hay que achicar el Estado para agrandar la Nación’. Este el otro día dijo: ‘Yo vengo a achicar al Estado para engordarle el bolsillo a ustedes’. Listo, no hay más Nación, no hay nada”.
“Creo que en este momento debemos tener los ojos puestos en un horizonte que nos tiene que devolver la esperanza. Tenemos que ser capaces de poner las luces altas y de mirar un horizonte que tiene que ser de esperanza. No hay nada escrito que diga que este desastre que está haciendo Milei va a quedar impune. No hay nada escrito que diga que estamos condenados como pueblo argentino a convertirnos en un pueblo que viva de rodillas.
No hay nada escrito que diga que vamos a tener el destino que tuvieron aquellos que no supieron ponerse de pie a tiempo para defender su propia vida”.
“Lo digo por el 17 de Octubre, porque cuando a Perón lo meten en cana los milicos, es el pueblo el que sale a la calle y se pone de pie y cambia la historia en la Argentina. Lo digo por las Madres de Plaza de Mayo, que en el peor momento más oscuro de la noche salieron y fueron capaces de mostrar lo que estaba pasando”.
“Entonces el horizonte que tenemos por delante puede ser mucho mejor si nosotros estamos dispuestos a hacer lo que tenemos que hacer y eso es:
Más unidad.
Darle a nuestra lucha un contenido claro.
Abrirle las manos a los compañeros que están más jodidos, los que tienen menos posibilidades de pelearla”.
“Y seguir pensando que esta unidad que tenemos hoy las dos CTAs, debe tener un punto de llegada que sea llegar a tener una sola central sindical en la Argentina, y sin duda tiene que ser la CGT, pero la CGT con los dirigentes que estén dispuestos a honrar al movimiento obrero y a la historia de lucha de nuestro pueblo. Gracias”.
Por su parte, el ex Ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, expresó coincidir plenamente con las palabras de Hugo Yasky, a quien consideró “el más importante dirigente político y sindical que tiene la Argentina”. “Para marcar alguna diferencia con el discurso de Hugo me voy a quedar sentado, porque es la única diferencia que tengo. Siempre es un placer y una dificultad, hablar al lado de Hugo Yasky. Creo que estamos frente a quien para mí, es el más importante dirigente político y sindical que tiene la Argentina”.
“Si repito, significa que sentimos las mismas preocupaciones y recibimos los mismos comentarios, por lo tanto no me parece redundante.
Hay algo muy importante que ha dicho Hugo, la aclaración sobre el tema de las movilizaciones. Hay muchos de nosotros, que por edad, sabemos cómo viene la mano. Pero hay muchos jóvenes que no lo saben, y se acostumbraron a un tiempo donde se podía marchar, protestar, movilizar, de alguna manera cortar la autopista, se podía. Ahora no se puede, y te cagan a palos y te meten preso, como hicieron con los que estaban más tarde, con la palabra cacería, que utilizó Hugo, que hacen post movilización y hace pocas horas, pocos días que salió el último”.
“Tenemos un montón de queridos amigos que lo primero que se les ocurre comentar es que el movimiento obrero no fue, o fue temprano, y parecía que era lo que más les preocupaba a ellos.
Como dijo alguna vez Cristina: con algunos amigos, para qué necesitar los enemigos. Bueno, algunos de ellos son los que están diciendo esas cosas ahora.
Lo otro que tengo que hacer es celebrar, felicitar, aplaudir, ponerme muy contento por la unidad de las dos CTAs. Creo que era algo esperado y necesario. Cuando hacemos estas charlas luego se hacen preguntas. Y algunas de las preguntas son: ‘Y qué hacemos’. Bueno, lo dijeron las dos CTAs, se unieron. Unidad concreta, con objetivos concretos, con un enemigo concreto”.
“No creo que haya sido una cosa fácil, porque tampoco ninguneemos eso. Esas unidades, cuando no son de cartón, cuando no son unidades para la tribuna, cuestan. Y a mí me llamó la atención cuando comenzó la reunión de hoy, fue cuando comenzaron a nombrar a los representantes. La diversidad de representación que había era muy importante. Porque estaban acá. Si estuvieran en otros lados no estaríamos cumpliendo con esta primera obligación de cualquier militante popular hoy, que es trabajar por la unidad. Por eso el agradecimiento para todos y cada uno de ustedes por estar acá en unidad y como militantes”.
“Lo que compartió Hugo de la reunión de la Comisión de Derechos Humanos, es por lo menos indignante, por empezar.
Estos tipos lo que quieren es ponernos en un estado de confusión donde nada se entienda, no se sepa por qué pasan las cosas. Fíjense qué contradicción.
Al mismo tiempo que estaban discutiendo esto, salió el fallo de la Corte donde se sanciona a los responsables políticos de la represión de diciembre del 2001.
No quería dejar de comentarlo, primero porque es algo para conmemorar. Veintitrés años después. ¿No será mucho? Entrás a sospechar. A 21 años del inicio la causa. Creo que es un comportamiento mafioso, tener una causa y saber cuándo la van a sacar porque rebota pega allá, y termina produciendo otro efecto. Eso no tiene nada que ver con la Justicia”.
“Estamos viviendo una ‘intensidad muy intensa’. ¿Cuál es la razón profunda de este accionar?
Quiero acentuarlo en algo. Milei de esto no entiende nada. Milei no es un estúpido, que está loco, no, Milei es un economista hiper macro económico que viene a cumplir un mandato, y los que gobiernan son los que mandan. Para que no parezca un discurso de barricada, vamos a utilizar palabras y hechos que no se pueden discutir”.
“El presidente ha dicho que el país soñado es el país de finales del Siglo XIX y comienzos del Siglo XX. Ese es su objetivo.
Ese país era un país agro exportador donde un grupo de gente vivía muy bien y un mar de gringos y otros pobres. Eso era Argentina, y salarios bajos para facilitar la rentabilidad de lo que se iba a exportar. Vamos a pasar en clave al Siglo XXI”.
“¿Qué vamos a exportar? Vamos a seguir exportando, por supuesto, granos y carne, pero ahora hay una cosa más importante para exportar que son los recursos naturales: la energía, la minería, los minerales raros. Entonces, ¿a quién ponemos de Secretario de Energía? ¿Quién lo pone? Lo pone Techint. ¿Y al de Minería? Al que diga Techint.
¿A quién ponemos de presidente de YPF? A un CEO de Techint. Eso es la parte de recursos. Son los recursos que vamos a exportar y las políticas y decisiones se van a tomar en el décimo octavo piso del edificio de Techint, mientras Milei está en alguna asamblea de reaccionarios en el mundo.
Los salarios bajos. ¿Quién puso el Secretario de Trabajo? Techint.
Son los que mandan. Los que están al frente de esta política de desmantelamiento a la cual algunos quieren poner más acento en el Estado y destruir al Estado y otros quieren poner más acento en la industria y producir el industricidio que estamos viviendo en estos momentos”.
“Son los dos objetivos a destruir, porque, como también dijo Hugo, aquí hay un objetivo muy claro. Ellos han venido convencidos a terminar con la grieta, eliminando uno de los términos de la grieta. Y el elemento fundamental para eliminar los términos de la grieta del campo nacional y popular es debilitar al movimiento obrero y a los movimientos sociales. Ese es el objetivo. Y dije debilitar, porque no quiero usar otra palabra que ha sido demasiado costoso en la Argentina.
Este es el objetivo, porque de esa manera se termina esa cosa que cansa tanto, que venga un gobierno nacional y popular y que mal o bien restablezca, que genere empleo, les pone límites, se le ocurre inventar leyes para regular el uso de las cosas como hace cualquier sociedad capitalista, entonces hay que terminar con eso”.
“Yo tengo días pesimistas y días optimistas. El día optimista es el que día que hago memoria.
Rodolfo Walsh decía que los sectores dominantes siempre están procurando que los pueblos cuando lleguen al gobierno tengan que estar empezando de nuevo el proceso de reconstrucción para que no se acuerden de la experiencia anterior.
Yo les pido por favor a estas generaciones que vienen y a nosotros mismos que tengamos memoria, porque la memoria nos va a hablar de derrotas, de abandonos, de traiciones, pero también nos va a hablar de victorias, de momentos en que nos pusimos de pie, de momentos que estuvimos orgullosos de ser argentinos. Orgullosos”.
“Entonces, en esos momentos de memoria positiva, tengo la convicción que estos tipos vinieron a tratar de instalar la hegemonía neoliberal, conservadora y reaccionaria en la Argentina. Y no es la primera vez. Es la cuarta.
La primera fue con la dictadura cívico militar.
La segunda fue el menemismo.
La tercera fue el macrismo.
Y la cuarta es esta.
En las tres anteriores fracasaron. Dejaron un tendal: 30.000 muertos, empresas privatizadas, un país roto en su tejido social, y nos dejaron la deuda externa más grande, pero no pudieron imponer claramente una hegemonía definitiva en la Argentina. ¿Y saben por qué? Porque siempre estuvo el movimiento obrero que lideró. La última barrera, la última reserva de defensa de nacionalidad, de la soberanía, es el movimiento obrero en la Argentina”.
“Hace unos cuantos días leía a Alfredo Zaiat, que hablaba de esto, era al poco tiempo que se aprobó la Ley de Bases. Él decía: ¿Cuántas veces en la historia argentina la aprobación de una ley se convirtió en algo fundamental para los sectores de poder y que presionaran al Parlamento para que sacaran la ley porque sino se caía todo?”.
“Una de esas veces fue la Ley Banelco. Se caía todo si no se aprobaba esa ley. Se aprobó la ley. Se cayó todo igual, porque la gente salió a la calle.
Al mismo tiempo se había sancionado (va a parecer una broma pero no lo es) la Ley de déficit cero, que ahora sabemos que es la solución a todos los problemas argentinos. Otro momento que ahora sí lo debemos recordar todos. Muchos de ustedes habrán estado ahí. Fue cuando Macri, después de ganar las elecciones de medio término, en octubre, a fines de noviembre dice que va a sacar una ley de reforma laboral, una ley de reforma previsional, y una reforma tributaria, y anticipa que la reforma previsional es contra los jubilados.
Salimos todos a la calle y esa ley no se llegó a presentar, siquiera. Y ahí empezó la debacle del gobierno de Macri. Porque eso fue en diciembre y en enero empezaron con el tema de la conferencia de prensa de tres tipos. Uno era Sturzenegger. Y se tuvo que ir.
También deberíamos hablar de la ley que aprobó el acuerdo con el FMI, durante el gobierno de Alberto Fernández. Se puso mucha expectativa en esa ley y al final de cuentas, no se resolvió nada. Lo digo en tono neutro y cuidadoso.
La cuestión es que las leyes por más importantes que parezcan estas leyes claves, sobre todo cuando se ejerce la presión, que se está ejerciendo la extorsión que están sufriendo diputados y senadores”.
“Quiero hacer un alto aquí. Suelen ser bastante castigados los senadores y los diputados. Y yo les quiero decir, que por lo menos el bloque de Unión por la Patria está actuando con mucha dignidad, con mucha convicción, y tratando de evitar fracturas o agachadas, como les pasa a las otras dos fuerzas que supieron ser nacionales y populares a su tiempo”.
Reforma laboral
“Quiero intercambiar con ustedes esta idea que se ha instalado de que parece que el problema de la Argentina se resuelve con una reforma laboral.
No hay uno solo de los problemas importantes de la Argentina que se resuelva con una reforma laboral. Ninguno. Más aun. En todo caso, una reforma laboral podría apuntar a mejorar, a aumentar los derechos. Esta ley en particular ni siquiera resuelve los problemas laborales que de verdad tiene la Argentina que son salarios bajos, no resuelve el problema de las jubilaciones, no resuelve el problema de la desocupación. Celebro que se hayan hecho todos los esfuerzos para reducir al máximo el contenido de la Ley laboral, pero sobre todo a los compañeros y compañeras presentes, acá hay un tema que me parece hemos olvidado y hay que hacer algo, que es con el DNU. Ese DNU está vigente y va a seguir produciendo destrozos.
Es cierto que la unidad de las centrales sindicales logró que se frenara en Tribunales, pero hasta cuándo. No sabemos. Como bien mencionó Hugo, lo que están haciendo ahora es enviar muchos de los contenidos que están en el DNU en leyes sueltas. Hay más de 20 leyes que van en contra de los derechos de los sindicatos y de los trabajadores. Y encima nos quieren poner tope a las paritarias.
Para el sector público, según parece, de aquí en más y hasta fin de año, cero. Para el sector privado el 2%. Vayan los números de la desocupación. Va a ser una desocupación creciente”.
“Creo y respeto siempre las decisiones que tome el movimiento obrero en general, en su conjunto, respecto a una confrontación de un paro. Porque un paro general no es cualquier cosa. Un paro general se construye, se labura, se milita, se logra, que nadie se mueva ese día. No es que no anden los colectivos, sino que la gente no sale a trabajar.
Creo que estamos próximos a que llegue ese momento. El momento en que en la Argentina haya un paro general que es lo único que entiende este gobierno”.
“Estos son tiempos para hacer esto, también. Creo que es un momento para pensar, para reflexionar entre todos los compañeros, para unirse, para organizarse, y para movilizarse.
Cuando preguntan qué hacemos. Hacemos esto, lo que ustedes están haciendo hoy a esta hora, a las 7 y media de la tarde. En vez de estar en su casa, están acá presentes, militando.
¿Qué es lo que se hace ahora? Lo que hicieron las dos CTAs se unieron.
¿Qué es lo que hacer ahora? Organizarse los movimientos sociales conjuntamente con las centrales sindicales. ¿Y para qué? Para movilizarse todos juntos para parar a este gobierno”.
“Comprendo que puede haber habido oportunidades, pero estos no son tiempos de medias tintas.
Hay prácticas que en algún momento pueden haber sido útiles o no, o pueden ser simplemente elecciones. Pero así como dije que una reforma laboral no resuelve ningún problema de la Argentina; así como digo que esta reforma laboral debería llamarse Ley de Precarización, porque lo que hace es precarizar más el trabajo, ya que están combatiendo la informalidad con una informalidad legal. Es decir, convierten en ley, que autoriza lo que antes era fraude laboral.
Eso no es un paso adelante, eso es un paso tremendo para atrás”.
“Por eso agrego un tercer criterio respecto al tema de la reforma laboral.
Con este gobierno no hay negociación de ninguna reforma laboral.
Hay mucha gente que está trabajando, tratando de construir una propuesta alternativa. Una propuesta de modelo de país que necesitamos porque hace rato que no tenemos. Un proyecto que sea de un país soberano. Podríamos elegir tres palabras.
País soberano con producción y con trabajo. Podemos elegir esas tres palabras porque Milei no las conoce, porque nunca habla de soberanía, ni de producción, ni de trabajo.
Ninguna propuesta que nosotros estemos presentando en algún momento es para negociarla con este gobierno. Es simplemente para dejar la marca y para decir que nosotros tenemos una propuesta alternativa y hay otro camino.
Hay que presentar proyectos de ley aunque nos los reboten, para poder decir que nosotros sí quisimos hacer el Canal Magdalena; nosotros sí quisimos hacer un millón de viviendas para todo el pueblo”.
“Hay que dejar la marca y avisarles que cualquier ley que atente contra la soberanía va a ser derogada el día que lleguemos al gobierno”.
“A nosotros, a nuestra fuerza, nos votó el pueblo. ¿Para qué nos votó? Para que seamos oposición. No era un voto que venía con un calificativo al lado. Oposición mesurada, oposición dura, oposición blanda. Oposición. Lo que tenemos que hacer frente a un gobierno como este, es ser oposición frontal. No negociar ninguna salida de acuerdo de ningún tipo, porque el día de mañana eso nos puede jugar en contra. Tenemos que ser consecuentes. Cuanto más lejos estemos de los poderes fácticos, cuanto más lejos estemos del Fondo Monetario, más consecuentes vamos a ser en esa oposición.
Esta es nuestra tarea. Este es el mandato popular que tenemos y debemos cumplirlo”.
Como cierre del encuentro, Guillermo Acedo, secretario de Comunicación de la CTA-T de Lomas de Zamora y trabajador del área de Sistemas de la CTA-T nacional contó una anécdota en relación a su vínculo militante con el compañero Carlos Tomada y cómo el ex Ministro de Trabajo logró, a partir de un conflicto laboral con IBM, que la empresa efectivizara a la totalidad de los trabajadores, les reconociera la antigüedad y las horas extras: “Allá por el año 2010, cuando Carlos era ministro, un grupo de compañeros fuimos con una propuesta de organizar los trabajadores informáticos en IBM.
En ese momento la denuncia era que el 60% de los trabajadores eran tercerizados por otras empresas, satélites de IBM, que cuando los pasaban a IBM no les reconocían la antigüedad de los años anteriores. Los tomaban como nuevos empleados y aparte había un sector de gente, que no eran gerentes, que no podían hacer horas extras.
Más allá de lo que pasó con el sindicato, Carlos logró hablando con la empresa y la empresa efectivizó a la totalidad de los trabajadores, se les reconoció la antigüedad y pudieron pasar las horas extras.
Es difícil armar un sindicato, porque algunos trabajadores decían: ‘No fue el Sindicato, no fue el Ministerio, fue la empresa que cambió de idea’.
Ahí tenemos un Ministro de Trabajo presente y por esas cosas de la vida, con compañeros como Walter Besuzzo, Horacio Batallán, armamos un espacio que se llamaba Plenario de militantes kirchneristas y nos pusimos a trabajar con Carlos en Capital Federal.
Aquí encontré un recordatorio, una bandera, de la candidatura de Carlos.
Gracias por tu ponencia”.
Estuvieron presentes, Darío Flores, secretario general de la CTA-T de Alte. Brown - Pte Perón; Dante Boeri, secretario general de la CTA-T Echeverría - Ezeiza; Mara Corvalán, secretaria general de la CTA-T Lanús; Tupac Gómez, secretario general de la CTA-T Gral. Avellaneda; Matias Frontera secretario general adjunto de la CTA-A de Lomas de Zamora; Gastón Lasalle, Pte. Bloque Concejales UxP; Mabel Godoy, Concejala UXP; Juan Montaña, concejal UxP; Adriana Grandoli, secretaria general de la CTA-T de Lomas de Zamora y Concejala UxP, y Jorge Torres y Leandro Acosta, de la CGT Regional.