Un informe de ATE Capital releva el impacto negativo que tuvieron las políticas de ajuste de Horacio Rodríguez Larreta sobre la capacidad de contención del coronavirus. «Crónica de una emergencia anunciada. Informe Técnico-Político Ciudad de Buenos Aires” puntualiza que durante la Pandemia Larreta declaró la emergencia económica, utilizó fondos discrecionalmente y siguió endeudando a los vecinos de la Ciudad, al mismo tiempo que ajustó programas de atención directa para los más afectados por el virus.

ATE Capital presentó el “Informe Técnico-Político Ciudad de Buenos Aires” en el marco de la pandemia. Esta investigación que tiene como título “Crónica de una emergencia anunciada” y refleja, sin dudas, algo que quienes militan, trabajan y viven en la Ciudad de Buenos Aires —hoy el epicentro argentino del COVID 19— saben: esta emergencia es un reflejo de un problema que no empezó con el coronavirus. En la ciudad más rica del país existe una desigualdad estructural. El minucioso informe, de veinte páginas, fue presentado este lunes por el secretario general de ATE Capital, Daniel “Tano” Catalano, Angélica Graciano, secretaria general del gremio docente UTE, y Roberto “Beto” Pianelli, dirigente de metrodelegadxs.

“Una política que desprotege a la población más vulnerable; recursos que a lo largo del tiempo no fueron destinados a políticas de producción, empleo, vivienda, educación; un sistema de salud pública descuidado y colapsado eran sin dudas una olla a presión que destapó la crisis del COVID-19 y el dengue”, arranca el informe. “Una manifestación clara de esta política de abandono fue la multiplicación de los contagios en las villas y barrios populares. La ausencia de respuestas al problema habitacional, sumado a la falta de agua y de medidas sanitarias adecuadas demostraron, nuevamente, que Rodríguez Larreta piensa una Ciudad solo para los ricos. La falta de atención a los derechos sociales de la población no sólo no cambió con la cuarentena, sino que quedaron en evidencia sus falencias más grandes. Ante la crisis del coronavirus el GCBA se endeudó, declaró una emergencia económica, habilitó la reasignación de partidas presupuestarias sin el debido control, pero no destinó esos fondos a políticas de prevención ni de protección a los sectores más vulnerables y vulnerados de la Ciudad. Por el contrario continúa recortando en programas de atención directa”.

“Lo que hicimos fue un documento técnico político—explica Catalano—. Nosotros no quisimos hacer un informe cuantitativo, porque para eso está la tele, que informa todos los días el número de enfermos y heridos, nosotros lo que intentamos hacer es un informe en donde se entienda cuál es el rol del Estado y cuál es el rol de nuestras compañeras y compañeros de trabajo”.

En diálogo con Nuestras Voces, Angélica Graciano sostuvo: “El informe refleja que hay una cantidad de trabajadores y trabajadoras que están involucrados en garantizar derechos que no se les garantiza a ellos las mínimas condiciones de protección. A pesar de que Rodríguez Larreta se presenta en todas las redes sociales, en los canales de televisión como si fuera un estadista lo cierto es que eso es marketing y maquillaje. Lo real es que no se destinan los fondos para proteger a la población en general, a los barrios más vulnerables y más vulnerados y a los trabajadores y trabajadoras que garantizamos políticas públicas en la ciudad de Buenos Aires. El nivel de contagio en esta jurisdicción es muy alto y las medidas deberían ser extremas. Deberían ser muy pero muy cuidadas, muy, pero muy estratégicas, muy planificadas, y eso no es lo que se está viendo en la ciudad de Buenos Aires”.

El informe minucioso y detallado, cuenta con varios puntos centrales tales como Dispositivos en territorio; Ambiente y reciclado; Violencia de género; Agentes de calle; Docentes de programas culturales y de deportes; Alimentación; Derechos laborales en épocas de pandemia. Además de:

Salud Pública
Los 13 años de gestión del PRO en el ámbito de la salud se caracterizaron por un vaciamiento de la política pública. Hubo numerosos intentos de cierre de hospitales, en los que se privilegiaron los negocios inmobiliarios sobre las necesidades sanitarias. Además, se discriminó a miles de enfermeras y otros profesionales de la salud, a quienes se nos excluyó de la carrera profesional. En este marco, la prevención de la pandemia de COVID-19 estuvo marcada por la misma política. La ausencia de los insumos y elementos de protección para impedir la transmisión de la enfermedad fue una constante, lo cual implica un peligro no solo para trabajadoras y trabajadores de la salud sino también para toda la población de los hospitales públicos de la Ciudad. Si desde hacía años que había faltante de elementos de protección comobarbijos de calidad, camisolines, botas, máscaras faciales, antiparras, guantes de látex, alcohol en gel y ropa de trabajo (lo cual implica una violación de la Ley de Empleo Público de la Ciudad de Buenos Aires), en este contexto se vio más que nunca.

Niñez y adolescencia
El escaso presupuesto destinado a los programas de promoción de derechos, de inclusión y fortalecimiento sociofamiliar y comunitario, de recreación y cultura, y de formación para el trabajo en el caso de los/as adolescentes más grandes redunda en las escasas herramientas con las que cuentan las/os trabajadoras/es del estado para construir respuestas reales y efectivas, y sin dudas pone en situación de indefensión comunitaria a muchos y muchas de las familias que residen en nuestra ciudad. A modo de ejemplo, en la zona sur de la ciudad, cada trabajador/a tiene a su cargo alrededor de 600 situaciones de vulneración de derechos para abordar. Esta situación sin dudas se agrava en un contexto de crisis como el que estamos atravesando, donde los sectores de mayor vulnerabilidad que no recibían una asistencia adecuada del Estado tampoco la encuentran ahora.

Paradores de familias y adultos
Estos dispositivos destinados a albergar en horario acotado a personas en situación de calle, ante la medida sanitaria de cuarentena, se convirtieron en dispositivos de usuarios fijos ya que fueron cerrados los ingresos. Esta situación presenta dos problemas a atender: población hastiada y empobrecida que muchas veces se violenta, por lo que debe ser abordada con distintas herramientas y propuestas y por otra parte la realidad de los usuarios que no sostuvieron y se fueron yendo quedando lugares vacantes. Esas vacantes, si bien se encuentran disponibles, proponemos ocuparlas por personas con análisis realizados, ya que de ingresar casos de calle se pondría en peligro a los usuarios que están cumpliendo la cuarentena. Es por esto mismo que se viene insistiendo en fortalecer los encuadres de ingreso y los espacios de medio camino. Asimismo para evitar que la población se estanque, propusimos la rotación del personal y de dispositivos para evitar la cronificación de los usuarios.

Hogares de Tercera Edad Destinados a la residencia permanente de adultos mayores
Los problemas de infraestructura y de mantenimiento de los hogares, irresueltos desde hace muchos años, empeoran las condiciones de vida de la población en este contexto de aislamiento obligatorio. Los techos que se llueven, el abandono y deterioro estructural de instalaciones son datos permanentes lamentables. A su vez, sigue habiendo faltante de personal de salud, por lo que la población de los hogares no puede recibir atención rápida en caso de que hubiera algún tipo de urgencia. Es imperioso en dichas instituciones el apego estricto a los protocolos sanitarios por parte de las Autoridades, quienes -a modo de ejemplo- en el caso del Hospital Rawson, reingresaron residente sin completar período aislamiento lo que habilitó contagio.

Como conclusión, desde ATE capital sugieren que se tomen “medidas urgentes” en dos líneas de acción. Por un lado, la de “atender en forma urgente las necesidades de las y los trabajadores para prevenir el contagio de COVID-19 y garantizar las óptimas condiciones de trabajo, y ampliar los programas sociales de la Ciudad con especial énfasis en fortalecer el trabajo territorial, sanitario y alimentario en los barrios, con políticas de prevención de violencia, transferencia directa de recursos, mayor conectividad, y la creación de Comités de Crisis y protocolos sanitarios que sean consensuados y respetados”. Por otro lado, solicitan que “la asignación estímulo destinada al personal de salud se haga extensiva al resto de las y los trabajadores que cumplen con servicios esenciales durante la emergencia. En cuanto a los espacios convivenciales de la Ciudad (hogares, paraderos, etc.), el Gobierno debe garantizar los testeos al conjunto de casos estrechos y un lugar de aislamiento digno ante casos positivos. Por último, necesitamos que el Gobierno de la Ciudad entregue en tiempo y forma insumos y elementos de protección a todo el personal afectado a la contención de la pandemia. También necesitamos formar parte de los Comité de Crisis y que se reúna la comisión de Medioambiente y Condiciones de Trabajo para que se puede escuchar la voz de quienes estamos todos los días en la primera línea”.

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