Asesor de la Secretaría de Relaciones Internacionales de la CTA

-Estamos acá en la presentación de este colectivo interseccional, contanos un poco de qué se trata.

-Exactamente, estamos en la presentación de Mundo Sur, como estuvieron exponiendo los compañeros y compañeras en el acto. Se trata de un grupo de trabajo, con una cantidad importante de referentes políticos, sindicales y académicos sobre temas internacionales pero con un objetivo de praxis política, que más allá de definir una linea de acción en materia de economía y política internacional, que son los dos ejes que van a estar trabajando fundamentalmente, es pensar acciones concretas para la implementación de estas ideas, que son acciones programáticas y políticas a futuro, en un contexto internacional y particularmente en un contexto latinoamericano, como todos sabemos, muy complejo. Con problemas de grandes migraciones, como está sucediendo entre Honduras y los Estados Unidos, pero también migraciones internas en América Latina en general; en un contexto de avance del neoliberalismo sobre nuestros países, en donde el fascismo ha empezado a mostrar las garras luego de muchos años y de manera contundente. La expresión más definida de esto es la reciente victoria de Bolsonaro, que es un fascista, misógino, homofóbico y xenófobo y que, para peor, comparte lo peor de los mundos: es conservador y fascista en términos políticos y es neoliberal en términos económicos. Y no es menor entenderlo en la región sabiendo que Brasil es la principal economía de América Latina, es el país con mayor población y es la potencia económica de América Latina y eso va a traer consecuencias para todos nuestros pueblos. Es decir, hay que estar en guardia y seguir con las reivindicaciones históricas de la Argentina: el reclamo por Malvinas, la integración regional, las líneas de multipolaridad. Son líneas históricas que ha mantenido Argentina sobre todo en gobiernos nacionales y populares y que ahora se están viendo fuertemente avasalladas desde que llegó Macri al gobierno de nuestro país. O sea que hay que volver a esa senda histórica de las relaciones internacionales que mantuvo Argentina no solo como una de las naciones más prósperas sino más independiente de la región.

-Cuando se habla de un marco de acción de este Mundo Sur que se está creando, ¿cuáles son las acciones posibles y cuáles son las perspectivas para generar esas acciones?

- Hay cosas que son concretas y urgentes. Por ejemplo, la llegada de Bolsonaro y su discurso respecto de la región en general y del Mercosur en particular, que se va a soltar de las amarras del Mercosur. ¿Qué significa eso? Que Brasil va a romper el Mercosur como hoy existe, como una unión aduanera, y transformarla hacia el libre comercio, con el objetivo de poder firmar acuerdos de libre comercio de manera unilateral con potencias industriales. Eso va a tener un impacto muy fuerte sobre la industria argentina en tanto y en cuanto que Brasil es nuestro principal socio comercial y el país al que más productos industriales se le exporta. Es decir, un comercio industrial que genera empleo industrial y de calidad. Entonces, yo creo que una acción concreta es oponerse muy férreamente en todos los foros posibles y eventualmente en las calles a la degradación del Mercosur, a la transformación del Mercosur en una zona de libre comercio y tratar de volver a los ejes históricos que fue la integración regional, con cuestiones que inclusive quedaron pendientes, como avanzar en la integración productiva, profundizar la integración social de nuestros pueblos. Quedaron pendientes pero hay que retomar de manera urgente, sobre todo en un contexto en el que la guerra comercial, la disputa hegemónica que está habiendo en varias regiones del mundo, amerita tener una región fuerte para poder plantarse ante esta situación.

-El freno en el desarrollo del Mercosur, la CELAC, UNASUR, para el ciudadano común, ¿que representa?

- A veces es muy difícil instalar la agenda internacional en el grueso de la población, sobre todo porque en contextos como este es muy difícil pensar el ámbito internacional cuando la gente no llega a fin de mes. Convencer a la señora que toma el subte, al señor que va al laburo que es importante la UNASUR, el Mercosur, las relaciones internacionales, la verdad es que es muy complejo. Se tiene que generar la suficiente conciencia de estos temas porque son los que efectivamente le cambian la vida a la gente, quizá no en el corto pero sí en el mediano plazo. Volviendo a un ejemplo que está dando vuelta, si efectivamente se firma un acuerdo de libre comercio, se degrada el Mercosur y se empiezan a firmar acuerdos de libre comercio de manera unilateral y esto tiene un impacto negativo sobre la industria argentina, bueno, esta persona o un familiar o alguien de su entorno se va a quedar sin trabajo. Si Argentina se sigue desindustrializando como está sucediendo desde finales de 2015 más gente todavía se va a quedar sin trabajo y van a empeorar sus condiciones de vida. Si se firman acuerdos de libre comercio inclusive entre el Mercosur y la Unión Europea, que se están gestionando hace muchos años, las condiciones en las que se está negociando van a generar un impacto tremendo sobre la estructura productiva nacional y una pérdida tremenda de derecho. Por ejemplo, una cláusula que se está negociando es el alargamiento de la duración de las patentes. Eso implica remedios más caros. Cuando un jubilado vaya a comprar los remedios, van a ser más caros; cuando una familia vaya a comprar remedios para sus hijos, van a ser más caros, porque van a impedir que se produzcan medicamentos en los laboratorios genéricos. Todo impacta en la vida de la gente, pero es en una mediación muy grande en términos discursivos. Pero son todas cuestiones que en el mediano plazo afecta la vida cotidiana y los derechos de las, los trabajadores y del pueblo en general.

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