La muerte evitable del compañero, que se desempeñaba en la estación de Retiro, área foco de la pandemia, se suma al fallecimiento de Miguel Almedo, otro trabajador que perdió la vida el 29 de mayo último, también por coronavirus. Los trabajadores de la vigilancia privada vienen denunciando a la empresa por obligar a trabajar a empleados, comprendidos en los grupos de riesgo, no respetar ni los más mínimos protocolos, realizar “aprietes” y ocultar los casos de Covid-19.