En el enorme recinto-estadio de la Universidad del Valle de Quitipaya, digna y cómodamente acondicionado para un evento internacional,a partir de las 18 hs. se realizó la apertura de la 42º Asamblea General de la ONU.
Con la presencia de algunos cancilleres y representantes de casi todos los países de América, incluidos EEUU y Cuba. Presencias que lograron el máximo repudio y el máximo festejo por parte de la concurrencia que no era diplomática: más de mil participantes del Encuentro Internacional por la Seguridad Alimentaria con Soberanía en las Américas, que se realizaba en forma paralela a esta Asamblea, elaborando documentos que serán presentados el día 5 de junio a la asamblea de la OEA. Más de algún diplomático de los muchos que había pensó que Evo Morales se había llevado la barra agitadora, de la cual partipamos algunos compañeros que fuimos a Cochabamba en nombre de nuestra CTA: Marcelo Frondizi, Luis Giannini y Jose Testoni. La barra estaba claramente organizada para estar con respeto y en silencio cuando sucedían las intervenciones, pero también para decirle al conjunto de los representantes sus consignas centrales: Mar para Bolivia, Malvinas Argentinas, no queremos ser colonia norteamericana.
Enorme operativo de seguridad que tuvo que salirse del molde burocrático de ingresar sólo con acreditaciones oficiales, porque algunas faltaron y las organizaciones de los pueblos necesitaban estar allí. Los propios viceministros de Evo Morales se colocaron en los ingresos para reconocer a los participantes del encuentro de la mañana que no habían logrado acreditarse. Con tarea militante se garantizó la seguridad para que ingresaran todos, ubicando a cada delegación de distintos países y lugares de Bolivia, más allá de la burocracia y el orden policial.
Una ceremonia inaugural en lengua quechua, con amautas rogando que las personas que debatan en esta Asamblea lo hagan con el corazón, al enorme grito final de Jallalla que sumó a toda la concurrencia.
Insulso discurso de Inzulza que intentó justificar que la OEA no le ha servido a los pueblos del sur, desde que se fundó en la época de la guerra fría, al servicio de concretar una vez más la vieja frase de la doctrina Monroe (1823) "América para los (norte) americanos".
Luego el brillante discurso de Evo Morales, centrado en mostrar que ahora Bolivia no es más un estado colonial mendigo y se ha convertido en un estado plurinacional digno, aumentando su autonomía con la nacionalización de sus bienes naturales, con la conquista paulatina de su soberanía alimentaria, dejando de necesitar la limosna de trigo que los EUA le daban a los bolivianos hasta que llevó Evo al poder. Para explicar que sin bases militares en Bolivia "estamos mejor que antes." Ahora la empresa petrolera estatal YPFB le dará al pueblo boliviano una renta anual de 3500 millones de dólares, cuando antes era residual. Que el nuevo Estado no es sólo una democracia representativa, sino una democracia participativa que realiza consultas populares para tomar las decisiones fundamentales y estratégicas que tiene que llevar adelante, entre otras innovaciones revolucionarias de la nueva constitución.
Después habló de la OEA, sobre la necesidad de refundarla para que le sirva a los pueblos del sur: que deje de ser una agencia de dominación e intervención de los EUA en estos países, que sus agencias actúen como contralor por igual en EUA (como la CIDH) así como en los demás países de América, que se eliminen todas las bases militares, que terminemos con el TIAR, al mismo tiempo que reclamó la consigna central, que era el mandato de los pueblos: Mar para Bolivia, Malvinas Argentinas.
Desde la mañana sesionaba la Asamblea de los pueblos, en paralelo a la Asamblea de la OEA. Esta valentía, esta audacia de Evo Morales, venía ya expresada y consolidada desde las primeras horas de la mañana, cuando se realizó la apertura en el coliseo de Quitipaya del Encuentro Internacional por la Seguridad Alimentaria con Soberanía en las Américas. Allí más de mil personas, integrantes de distintas delegaciones de organizaciones campesinas, indígenas, sociales, sindicales y juveniles, de Bolivia, Chile, Ecuador, Brasil, Perú y Argentina, entraron en un diálogo franco y emotivo con los disertantes de la mesa. Entre ellos estuvo nuestro compañero Marcelo Frondizi, secretario adjunto de la CTA planteando con claridad la alegría inmensa que es para nosotros el cariño, el abrazo que recibimos de Evo Morales y su pueblo, retribuyendo aquella iniciativa que tuvimos el 1 de julio como Central, cuando hicimos aquel maravilloso acto en el Cervantes, homenajeandolos, sumando nuestro apoyo al reclamo de la salida al mar para Bolivia.
Luego un fecundo trabajo en comisiones, con un gran esfuerzo para articularnos en los debates entre una diversidad de sectores, por actividades, orígenes y lugares de trabajo. A partir del eje central de la Seguridad Alimentaria con Soberanía en las Américas, se trabajó en otros temas más concretos en torno a asegurar el alimento para todas las poblaciones, en el contexto de una sociedad que tienda efectivamente a la igualdad: Cambio climático, seguridad alimentaria con soberanía, seguridad ciudadana, democracia participativa, integración de los pueblos.
Evo, Correa, juntos en la pelea
El lunes llegó Correa, el presidente de Ecuador, desafió a todos con su discurso en la OEA denunciando las contradicciones que tiene esa organización desde siempre: una comisión de derechos humanos con sede en EEUU, país que no firmó el pacto de San José que los protege y no permite que los controle, pero sí los financia para que controlen a Cuba, Ecuador, Venezuela, Bolivia y Argentina, aunque nada hace con las violaciones a los derechos humanos que existen en los territorios de EUA y de los que mantienen las relaciones carnales con el amo del norte, como Honduras (donde ya mataron a 22 periodistas en dos años). La CIDH no va a ir a Guantámo ni va a condenar la injusta cárcel de los cinco patriotas cubanos.
Correa también denunció el carácter mafioso y perverso de la prensa que todo el tiempo promueve la caida de los gobiernos soberanistas, practicando la libertad de extorsión, más que la expresión.
Mar para Bolivia Carajo
"Mar para Bolivia Carajo", fue el grito y la imagen que colmó los medios televisivos de Bolivia a la noche del lunes, protagonizada por nuestro compañero Marcelo Frondizi que volvió a tener la oportunidad de hablar en el acto de la tarde, cuando Correa nos vino a visitar a los participantes de la Asamblea de los pueblos junto con Evo Morales. Otro maravilloso acto con el Coliseo colmado del colorido de los pueblos que gritaban "Evo, Correa, juntos en la pelea".
Allí Marcelo agradeció las palabras de Evo Morales en la OEA, comparándolo con la intervención del Ché Guevara en la Asamblea de esa organización en Punta del Este en 1959, cuando dijo que la OEA debía dejar de ser el ministerio de las colonias de EEUU. Luego arremetió con fuerza proponiendo profundizar el concepto de la diplomacia de los pueblos, para consolidar la unidad y la integración en pos de la definitiva independencia de nuestra región. Al terminar el acto recibió el festejo y el abrazo emocionado de muchos compañeros de toda nuestra América y hasta tuvo el privilegio que el mismo Correa lo citara dos veces en su intervención.
Adjuntamos las conclusiones de la mesa de trabajo sobre Cambio climático, de la cual participamos como mesa directiva.
Desde Cochabamba
Marcelo Frondizi, Sec. Adjunto de la CTA. Luis Giannini, Sec. Gral. De la CTA Río Negro, José Testoni, Secretario General de la CTA Santa Fe.